Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 215

Pablo había esperado mucho tiempo, pero nadie respondía del otro lado.

Su corazón se hacía cada vez más pesado.

¿Acaso le habría pasado algo a Evrie?

Si Evrie no estaba, ¿qué sería de su hogar?

Mientras tanto en el hospital militar del Triángulo Norte.

Evrie estaba sentada frente a la ventana, sumergida en la lectura de un libro.

El celular de repuesto se había quedado sin batería y se apagó automáticamente.

Allí, ella realmente no necesitaba un teléfono, así que lo dejó a un lado sin prestarle mucha atención.

Fuera, la lluvia caía suavemente, y la habitación del hospital estaba tranquila y acogedora.

Detrás de ella, la cama se hundió un poco y Evrie giró levemente la cabeza para ver que Farel había subido a su cama en algún momento y la abrazaba por detrás.

El aroma distintivo del hombre se esparcía, envolviéndola.

—¿Qué libro estás leyendo?— preguntó él.

Evrie abrió el libro para mostrarle, era un texto sobre diseño arquitectónico.

—Estoy viendo casas.— señaló una imagen —Mira, estos son diseños de fachadas de villas, con estilo moderno, europeo, oriental, nórdico, minimalista, ¿no son hermosos?—

La mirada de Farel recorrió los dibujos y sus labios se curvaron en una leve sonrisa.

—¿Te gustan las villas?—Preguntó Farel.

Evrie sonrió con sencillez —Me gustan las casas grandes.—

Grandes o pequeñas, cualquier refugio que la protegiera de los elementos sería de su agrado.

Farel le pellizcó la mejilla con cariño —Cuando volvamos a casa, te regalo una.—

—No la quiero.— Evrie rechazó la idea de inmediato.

—¿Por qué?—

—Es demasiado valioso. Si lo acepto, ¿cuál sería la diferencia con que me mantuvieras antes?—

Farel la miró con diversión —Como novio, es normal darle regalos a la novia, ¿por qué tienes que pensar que estás siendo mantenida?—

Evrie habló con seriedad —Los regalos deben basarse en la igualdad de valor entre ambos. Tu regalo es demasiado caro, no puedo devolverte algo igual y no quiero aprovecharme de ti.—

Farel se quedó en silencio por un momento. Como era de esperar, su tozudez había vuelto.

—Entonces, déjame hacerte el amor un par de veces más, para también aprovecharme un poco de ti, ¿qué te parece?—

Las orejas de Evrie se enrojecieron de inmediato.

¡Este hombre siempre pensando en eso!

—No se puede, el médico dijo que no puedes hacer ejercicio intenso durante un mes.—

—Entonces tú te moverás por mí.— Dijo Farel

Óscar ni siquiera tenía fuerzas para gritar, solo rogaba débilmente.

Zeus, maldiciendo, sacó su teléfono y tomó fotos y videos del lamentable estado de Óscar, luego le dio una patada para tumbarlo.

—Eres un inútil— Gritó Zeus, luego miró a uno de sus guardias y dijo, —mételo en una jaula, pero no dejes que se muera.—

—Entendido.— Respondió el guardia.

...

Cuando Evrie salió a tender la ropa, Rena la llamó.

—Señorita Evrie, hace un momento llegó un hombre, me pidió que le entregara este sobre.—

Rena tenía un sobre en la mano y se lo entregó a Evrie.

¿Un sobre?

Evrie lo recibió con cierta sorpresa.

El sobre estaba vacío, sin una sola palabra.

Ella hizo una pausa, movida por la curiosidad, y abrió el sobre.

Varias fotos a color de alta definición se deslizaron hacia el suelo, entre ellas imágenes sangrientas, jaulas de perros, dedos cercenados...

Al reconocer a la persona en las fotos, el rostro de Evrie se tornó pálido al instante, como si hubiera visto un fantasma.