Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 273

Berto lo miró con una ceja levantada —¿Por qué tanto entusiasmo?—

—Ya te dije, es mi compa de armas, no como ustedes que solo han vivido en la comodidad de la ciudad, ¡bah!—

Valerio le metió la botella de licor en los brazos a Berto y, girando sobre sus talones, se marchó abriendo la puerta.

Berto se quedó de pie en el amplio salón privado, sintiéndose un poco perdido.

¿No habían quedado en celebrar su cumpleaños?

¡Se iban uno tras otro!

...

Olivia no siguió molestando a Evrie.

El plan había fracasado.

Tenía que buscar otra forma de acercarse a Farel, no estaba de ánimo para peleas ni celos.

Evrie regresó al salón privado con un peso en el alma.

Pensar en el caos que acababa de vivir la hacía sentirse mal.

Parecía que se estaba enredando cada vez más con Farel.

Había sido claro que no quería molestarlo, atraerlo ni causarle problemas...

Pero lo que había pasado no dejaba lugar ni para explicaciones.

Evrie, distraída y desanimada, decidió irse, ya no quería seguir allí.

Al salir, le mandó un mensaje a Blanca por WhatsApp, diciéndole que disfrutara, que ella se iba para casa.

Blanca respondió con un simple —¡ok!—

Fuera del club, Joan estaba en el auto cuando vio salir a Evrie.

—Señor Haro, la señorita Evrie está allí.—

Farel, que estaba tratando de calmar el calor interno, abrió los ojos y su mirada se posó en Evrie.

Con solo verla, se sintió inquieto de nuevo.

—Lleva el carro hacia allá. —ordenó.

Joan encendió el motor y giró el volante, justo cuando se disponían a avanzar, un Hummer apareció en diagonal y se les atravesó.

La ventanilla se bajó y Valerio, desde el asiento trasero, le hizo señas a Evrie.

—¡Vamos, súbete!—

Evrie lo vio y vaciló un momento, sin ganas de subirse a su auto, negó con la cabeza —Voy en metro.—

—¿Metro a estas horas? Ya cerraron, ¿no sabes?—

Evrie cambió de tema —Entonces tomaré un taxi a casa.—

Incluso a esa distancia, no paraba de hablar.

—Te has separado de Farel y aun así esa pareja te persigue, ni siquiera puedes divertirte sin preocupaciones, la verdad es que no la tienes fácil. Sería mejor estar en el Triángulo Norte.—

Evrie no respondió.

—Oye, pareces tan inocente, ¿Farel fue tu primer amor? ¿Te ha engañado ese hombre mayor? A mí me parece que solo quería una aventura sin compromisos.—

Evrie no pudo más —¿Puedes callarte, por favor?—

Valerio se rio despreocupadamente —He bebido un poco de más esta noche, hablo demasiado, no te lo tomes a mal.—

Evrie no se lo tomaba a mal.

Solo no quería escuchar.

Veinte minutos después, el Hummer se detuvo frente a la entrada de Mirador de Luna.

—Gracias.—

Evrie agradeció y salió del carro, caminando hacia su edificio.

—¡Eh!—

Valerio asomó la cabeza por la ventana y con voz perezosa dijo:

—¿Qué tal si sales conmigo?—

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Receta para robarle el corazón al Dr. Farel