Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 283

—¿Cómo que otra vez me toca ayudar?—

—Esta vez es un favor pequeñito.—Evrie sacó de su bolso un paquete de pañuelos, los fue desdoblando uno por uno y dentro apareció un gemelo plateado y sencillo.

Se lo metió en la mano a Valerio de golpe —¿Podrías devolverle esto?—

Valerio echó un vistazo y se sorprendió un poco.

—¿Cómo es que tienes su gemelo? ¿Acaso tienen algo?—

—¡Qué va!— dijo Evrie con la cara ardiendo de vergüenza —Lo encontré por accidente, solamente devuélveselo, por favor, yo no puedo ir.—

Ahora ella era “la novia de Valerio Pinos”.

En el futuro, tenía que mantenerse aún más alejada de Farel, cuanto más distancia, mejor.

Ni siquiera sabía cuándo sería la próxima vez que tendrían que tratar algo juntos, quizás ni habría oportunidad.

Era mejor devolverle el gemelo cuanto antes.

Valerio pesó el objeto en su mano, sin entender la actitud de Evrie —Eres pobre y aun así no sabes aprovechar, podrías venderlo y sacar algo de dinero, considéralo como una indemnización por cortar.—

Evrie negó con la cabeza como si fuera un muñeco de resortes.

—No lo quiero.—

—Tonta, si no es el dinero ¿entonces qué es? ¿Orgullo?—

Evrie se quedó callada.

Valerio quería seguir hablando, pero Evrie intentó arrebatarle el gemelo.

—¿Vas a ir o no? Si no, devuélvemelo.—

—Vale, vale, ya voy, ¿qué prisa tienes?—

Valerio se guardó el gemelo, aunque seguía quejándose, se dirigió hacia Farel.

Sabía que Evrie estaba evitando problemas.

También sabía que ella quería cortar cualquier lazo con Farel.

Después de todo, ¿quién querría tener siempre encima la mirada de las poderosas Familias Haro y Da Silva? Con cada paso que daban sintiéndose vigilados, era como si no les dejaran vivir.

—¿Ah sí? ¿Amenazando con enviarme de vuelta al Triángulo Norte? Qué risa, aunque tú quieras ver a Evrie, yo haré que no puedas.—

Valerio señaló con el dedo el carro que estaba no muy lejos y se burló —Tu prometida todavía está en aquel carro, y tú aquí provocando para que Evrie se acerque a ti, solo le estás causando problemas. ¿Acaso no fue suficiente que la Familia Haro la haya asustado con miradas hoy al mediodía? Ahora quieres despertar los celos de Olivia, ¿cuántas vidas crees que tiene? ¿Suficientes para que ustedes jueguen así con ella? ¿Quieres acabar con su vida o qué?—

Farel tenía una expresión serena y sus labios formaban una línea delgada.

—Eso es algo que me toca considerar, no necesitas preocuparte.—

—Qué chiste, ahora soy su novio, soy yo quien tiene el derecho de preocuparme.—

—¿Novio?— Farel soltó una carcajada despectiva —¿Tú?—

Curvó sus labios en una sonrisa burlona —¿Y tú crees que ella podría fijarse en alguien como tú?—

—¿Qué quieres decir con eso?— Valerio estaba a punto de explotar.

Farel vio a través de la farsa que él y Evrie estaban montando y sin ningún reparo lo expuso.

—Ustedes dos aquí, ¿haciendo el papel de novios enamorados a mis espaldas? Me molesta, pero no soy ciego. Pueden engañar a las Familias Haro y Da Silva, pero no a mí.—