Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 359

—No es para tanto. —

Farel le habló con franqueza, con un semblante sereno —Solo que antes tuve un compromiso, y debía tener algo de responsabilidad, convivir era solo dormir en habitaciones separadas, por unos días. —

Bajó la mirada, una sonrisa leve se asomó en sus ojos —¿Qué pasa, estás celosa? —

—No. —Evrie lo negó honestamente —Solo te pregunté por curiosidad, después de todo he oído mucho de ti, dicen que ella era tu amor imposible, pero siempre sentí que tu actitud hacia ella era extraña, muy fría. —

Farel curvó ligeramente sus labios.

—No eres tan tonta, tienes algo de cerebro. —

Evrie contuvo una sonrisa, sintiéndose de repente contenta.

—Entonces, nunca has querido de verdad a alguien, ¿verdad? —le preguntó con ojos abiertos.

—¿Tú no eres persona? —

Farel la miró de reojo —¿Es que no confías en mí, o es que no parezco amarte lo suficiente? —

El corazón de Evrie latió fuerte.

Él era demasiado directo.

—Solo que no me atrevo a creerlo. —Evrie se sintió algo inferior —Desde pequeña he tenido mala suerte, crecí sin mucho cariño familiar, ni amistades, siempre pensé que alguien como yo no merecía amor. —

—Hasta que te conocí, desde ese momento pareciera que cambié mi suerte. —

Como si más de veinte años de buena fortuna se hubieran concentrado en encontrarse con Farel.

Farel se rio suavemente, pellizcando su barbilla —De ahora en adelante, siempre tendrás buena suerte. —

Antes de conocer a Evrie, él podría haber estado con cualquiera.

Incluso vivir bajo el mismo techo con Olivia le parecía normal.

Solo que por su puritanismo interior, nunca llegó a tocarla.

Después de la traición de la Familia Da Silva a la Familia Haro, aborreció aún más ese compromiso.

Aquella noche con Evrie...

No podía explicarlo.

Quizás estaba solo y quería darse un capricho.

O quizás ella era realmente pura, despertando sus deseos.

Después de una y otra vez, se volvió adicto a ella.

Llamó a esto destino.

Un arreglo en el curso del destino.

En su corazón, hacía tiempo que no tenía verdaderos padres.

—La verdad, yo también puedo, hablar conmigo es igual. —le dijo Evrie en voz baja.

—¿Cómo va a ser? Los deseos de los padres son las reglas. —

La Sra. Haro intervino desde un lado —Si ella quiere casarse con nuestro hijo, entonces deberíamos escoger una fecha para la dote, casarse de manera formal y entrar en la familia con honor, de lo contrario dirán que traficamos con personas. —

La Sra. Haro se preocupaba por las apariencias.

Los procedimientos debían cumplirse.

—Esas son pequeñeces, primero fijemos la fecha, ya estoy impaciente. —

Farel puso un camarón en el plato de Evrie, agregando con indiferencia —No necesitamos ninguna ceremonia de compromiso, podemos ir directamente a casarnos en el registro civil. —

La Sra. Haro frunció el ceño —¿Por qué tanta prisa, hay que seguir el proceso paso a paso, acaso tienes miedo de no poder casarte? —

Farel le respondió con calma —Es que ya no soy tan joven, estoy en edad de casarme, no puedo esperar. —

Federico… —

Parecía que la suerte familiar había cambiado.

Había un romántico en la familia.

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