Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 582

El aire dentro era tenue, lleno del aroma de su cuerpo.

Evrie estaba atrapada bajo él, sin poder moverse, obligada a abrir la boca y permitirle explorarla profundamente con sus besos.

Se perdieron en la confusión del espacio confinado.

Las manos de Farel sostenían su rostro, besándola con una delicadeza que raramente mostraba, intensa y emocional.

Evrie se sentía abrumada por su pasión, hasta que no pudo resistirse más y lo empujó, aprovechando el espacio para respirar profundamente.

La mirada de Farel era ardiente en la penumbra mientras la observaba.

—¿Todavía estás enojada conmigo?—

Evrie aún trataba de recuperar su aliento y no le respondió a su pregunta.

No era que ella fuera terca.

La actitud de él en ese momento, casi se podía leer en su cara un luminoso "Me equivoqué, no lo haré de nuevo".

—Me equivoqué.—

Justo como esperaba, esas palabras sonaron sobre su cabeza.

Evrie levantó la vista hacia él —¿En qué te equivocaste?—

Antes de que Farel pudiera responderle, ella rápidamente agregó —No me digas que en todo.—

Farel se quedó callado...

Parecía que no iba a poder esquivar la situación tan fácilmente esa noche. Suspiró y respondió con sinceridad.

—Me equivoqué al no respetarte, por mi machismo, al no caminar a tu lado y por hacerme.—

Eso sí que era hablar bien.

Era claro que él sabía todo esto perfectamente.

Solo que no quería admitirlo.

Evrie presionó sus labios, sosteniendo su mirada en la tenue luz.

—¿Y luego?—

¿Luego?

Farel guardó silencio un momento, y continuó diciéndole con sinceridad —En el futuro, intentaré no enojarme contigo y no subestimar tus capacidades.—

Eso ya era más razonable.

Evrie, sintiendo que había conseguido la actitud que deseaba, su expresión se suavizó mucho.

Ella sabía que Farel se preocupaba por ella, quería protegerla para que no le pasara nada.

Pero el peligro ya estaba ahí, y si ella no podía ser de ayuda, solo sería una carga, y en ese caso, quizás era mejor no continuar con esa relación.

—¿Ya no estás enojada?— Farel la miró a los ojos, su voz ronca seguía resonando entre ellos, —Entonces... ¿vuelves conmigo?—

Giró su muñeca, continuando —Me esforcé demasiado y ahora la herida me duele.—

Evrie parpadeó, viendo a través de todo —Solo estás haciéndote la víctima para engañarme y hacer que vuelva contigo a tu casa.—

Farel sonrió mientras levantaba el asiento del coche.

—Las peleas no deben durar toda la noche, eso todavía lo entiendo.—

Mientras Laurent siguiera vivo.

Él tenía muchas secretos sobre Marín, tarde o temprano se harían públicos.

Farel tomó su mano y la atrajo hacia sí.

—Deja de preocuparte por eso, yo me encargaré del hospital. Te agradezco por tu rápida respuesta hoy, te agradezco tu favor.—

Esas palabras a Evrie le gustaban.

Finalmente había dicho algo que la hacía feliz.

Ella levantó una ceja, se acercó y le dio un beso en los labios.

—Reconocer los errores es de sabios, te lo mereces como recompensa.—

La mirada de Farel se oscureció —¿Esa pequeña recompensa es suficiente?—

—Entonces, ¿qué más quieres?—

—Quisiera que esta noche estuvieras frente a la ventana...—

—¡No!— Aún no había terminado de hablar cuando Evrie, con el rostro enrojecido, lo interrumpió, —Hasta que no te quiten los puntos de esa herida, no puedes hacer ningún movimiento brusco.—

Farel se mostró extremadamente frustrado —Me lastimé la mano, no la pierna.—

—Igual no puedes.— Evrie murmuraba, —Tengo buena condición física, planeo vivir por muchos años más.—

Aunque lo dijo en voz baja, Farel igual lo escuchó.

Él sonrió con picardía, de forma insinuante —En estas últimas veces tú no te has movido, todo el esfuerzo lo hago yo, ¿quién crees que termina más cansado?—

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