Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 43

Llegue a la dirección que me brindo, la casa quedaba en los suburbios, se miraba atractiva por fuera, en ese momento llegaba Yahoska.

—Hola, tu debes ser Lucy, yo soy Yahoska, gusto en conocerte.

Ella era una mujer alta, blanca, delgada, se miraba a simple vista que cuidaba su cuerpo, los pechos eran mas grandes que los mios y su trasero, se comparaban a los de Azucena.

—Hola Yahoska, si soy Lucy, el gusto es mio.

—Vamos a ver la casa, mira esta casa tiene un precio de venta de $75k, pero desde ya te digo que requiere cierto mantenimiento, por lo que podrías llegar a gastar un poco mas de tu presupuesto.

Al entrar a la casa, se miraba algo maltratada, las escaleras se veían bastante deteriorada, el cielo falso tenia un agujero y algunas ventanas estaban rotas, en el segundo piso nos encontramos con un problema, la puerta de la habitación principal estaba trancada y no era por llave.

—Sabes que Yahoska, vayamos a otra, del todo no me agrada esta casa.

—Esta bien, no se si nos vamos en mi vehículo o separado.

—Vamos en el tuyo, así podremos conversar un poco.

—Me parece genial.

Nos montamos en su vehículo, tomamos rumbo a la siguiente casa.

—Dime Lucy, ¿Quieres una casa amueblada o una vacía?

—Al momento necesito una casa para pasarme ya, que no requiera ningún tipo de reparación y si es amueblada mejor aunque después vaya cambiando los muebles.

—Esta bien, pero asi como me dices tengo dos opciones, aunque exceden tu presupuesto, una anda en $115k y la otra en $123k, pero son casas que ya tienen algunas semanas a la venta, por lo que si hacemos una buena oferta, podríamos conseguir un precio bastante bueno.

—Vayamos a verla, veamos si vale la pena el precio.

Durante el camino no pude dejar de notar que podía ver su brazzier con facilidad y la falda era bastante pegada por lo que se le subía al realizar ciertos movimientos, creo que ella se percato de mi mirada, pero lejos de componerse se subió mas la falda.

—No te ha pasado que aveces es un poco incomodo manejar con faldas tan ajustadas.

—De hecho no me gusta andar en falda, prefiero vestidos o pantalones, pero no una falda tan pegada.

—Por mi trabajo debo de usarlas pero como dices tu, mejor un vestido o pantalón ¿No te incomodaría si me la subo un poco mas?

—Para nada, si por mi fuera manejaras sin ella.

De repente ella se orillo.

— Te tomare la palabra.

Se bajo la cremallera de la falda y se la quito, lleva un boxer, pero no dejaba mucho a la imaginación.

—Así esta mejor.

Solo el hecho de verla de esa manera me estaba calentando, no se porque pero quería poner mi mano en su pierna, llegamos a la casa y en vez de estacionarse en la calle, abrió la cochera que tenia cerradura electrónica y se estaciono adentro.

—Este es una ventaja en esta casa, tienes privacidad, no tienes que salir para abrir la cochera.

—Si, eso parece.

Nos bajamos del auto y ella se bajo así.

— ¿No crees que los vecinos puedan verte?

—Yo no tengo problemas en que me vean, ademas me siento orgullosa de mi misma y aprovecho cada oportunidad para ir a la playa y modelar este cuerpo, créeme muchos hombres se pierden en mi.

—Como no se van a perder con ese cuerpaso que tienes, ya quisiera estar yo así.

—Bien puedes hacerlo, solo es dedicarle un tiempo al gimnasio, te aseguro que podrás levantarte a cuantos hombres quisieras.

—Lo dices por experiencias.

—Para que mentirte, me gusta el sexo, si se me presenta una oportunidad la aprovecho y ya, hay que aprovechar cuando se puede, he hecho muchas cosas, trió, orgías, lesbianismo, amordazada, doble penetración.

—Yo aun no me animo a hacerlo por ahí, me da miedo de lastimarme.

—Dependerá de como te lo hagan, a diferencia de tu coño, el ano necesita mas preparación ya que no produce lubricación por si solo y si solo la meten sin antes dilatarlo, te lastimaran, pero en cambio si te abren bien antes de meterlo, uff te harás adicto a que te lo metan por el culo.

—Por eso prefiero no intentarlo aun, no quiero vivir eso, pero no me he limitado a disfrutar lo demás.

Subimos al segundo piso, pensé que el recorrido comenzaría por ahí, pero me equivoque, apenas entre se me lanzo a besar.

—Sabes, tenia ganas de comer coño hoy, me propuse hacerlo con la primera mujer que viera fuera de la oficina, mírame aquí, deseosa de estar contigo, note tu mirada en el auto y supe que tenia una oportunidad contigo, espero no equivocarme.

—No lo has hecho, puedes hacer conmigo lo que quieras menos ya sabes que.

—Claro.

En eso ella me bajo el pantalón que llevaba y me dejo sin ropa en mi parte baja, me acostó en la cama y comenzó a realizar su trabajo, a pesar que me estimulaba, no lo sentía tan agradable, no se que pasaba, no era primera vez que estaba con una mujer, empece a fingir que me gustaba, pero por mucho esfuerzo que ella hacia no lograba excitarme.

—Sabes, que tal si terminamos aquí y luego nos vemos en otro lugar.

—Me encantaría, pero no podría ser hoy, tengo otros compromisos.

Era mentira, pero pensé que tal vez solo necesitaba un poco de tiempo.

—Esta bien, no hay problema, tienes mi numero solo me llamas cuando tenga tiempo.

—Ire por mi falda, como dices tu no vaya y se asume alguien.

Ella también tuvo un cambio de actitud, no se que pudo haber pasado realmente, mientras ella regresaba yo empece a ver la casa y me ha gustado, cuando ella llego, no la pense mucho.

—Si esta casa no hay que hacerle alguna reparación me quedaría con ella, pero me gustaría hacer una oferta de $110k, pago de contado.

—Vaya si que sabes lo que quieres, bueno déjame hablar con el titular y yo te llamare, pero creo que pueda aceptar.

—Eso si, entre mas rápido mejor.

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