Secretos - La historia de una acompañante romance Capítulo 79

—Antes de continuar yo quiero que brindemos, hoy celebramos que 4 chiquillas ahora se convirtieron en toda unas mujeres y lo han hecho de la mejor manera posible — dije.

Uno de los varones me ayudó a abrir la botella y luego servimos las copas.

—Salud por todos nosotros.

Después de haber hecho ese brindis, la situación se descontroló más, dos chicos me agarraron para ellos y otros dos chicos agarraron a dos chicas cada uno, a mí me pusieron primero a chupar penes y luego me pusieron de perrito, ahí empecé a sentir como se perdía uno de esos penes dentro de mí, que delicia estar ensartada.

—No te distraigas y sigue chupando — me dijo el que tenía frente a mi.

Yo seguí haciendo mi trabajo y claro que le daba una buena mamada, tanto que lo hice venirse en mi boca, el se alejó a descansar un poco, cuando volteo mi cara miro a un trío que la chica estaba acostada y se la estaban cogiendo y la otra chica estaba sentada sobre su boca, en cambio el otro trío era distinta la situación, a la chica que se cogían la tenían de perrito y ella estaba chupando a la otra chica que estaba acostada, ver toda esa situación frente a mi daba un morbo que me hizo llegar a un orgasmo, al mismo tiempo el tipo que tenía adentro se vino.

—Ahora es mi turno de metértela — dijo el que había terminado en mi boca.

Este vino se sentó y luego me pidió que le diera la espalda y me fuera sentando frente a el, la sentí más grande que el anterior, pero se que a veces una posición ayuda a qué el pene se sienta más profundo.

—Así te gusta Papi, te encanta como se mueve esta perra.

—Callate y muévete — en eso me dió una nalgada.

—Lo que tú digas papi.

Me quedé callada y solo gemía, el tipo que anteriormente estaba adentro de mi se fue por una de las chicas y comenzó a metérsela, pero ví que este lo estaba haciendo sin preservativo.

—Oye tu, que les he dicho del preservativo, ve y póntelo.

Pero parece que el tipo ya no aguantaba más y termino dentro de la chica, yo me levanté sin importar que el otro se molestará.

—Que sucede contigo, como se te ocurre terminar dentro de ella.

—Lo siento, pero no aguanté mucho.

Las otras chicas detuvieron sus actividades, vieron que realmente estaba molesta.

—Saben que, si no pueden cumplir algo tan simple como es usar un pinche condón, entonces se van.

—Pero si la estábamos pasando bien, el que cometió el error de correrse fue él, es el único que debería de irse — dijo el que me estaba cogiendo.

—No, los cuatros vinieron juntos y los cuatros se van juntos, se me visten y se van.

—Viste lo que has provocado, tan rico que la estábamos pasando.

Los chicos se vistieron rápido y luego comenzaron a irse.

—Si vuelven a realizar este tipo de fiesta no duden en llamarnos, ahora ya sabemos a quien no traer — dijo el último chico antes de salir.

Nos quedamos solo las 5 chicas.

— ¿Porque estuviste la fiesta de esa manera?

—Facil, si el empezó a correrse en una, estoy seguro que querría hacerlo con las otras chicas, los hombres son así, si le das la oportunidad de hacer algo, lo seguirán haciendo, mejor cortarlos de una sola vez.

— ¿Que pasará conmigo? — Pregunto la chica que había recibido la corrida.

—Dejame ir a buscar algo.

Por dicha había comprado dos pastillas del día siguiente, pero esperaba no llegar a ocuparlas.

—Tomate esto, pero eso sí, los efectos secundarios son algo horrible, está pastilla es para cuando pasa esto, que alguien se corrió dentro de ti y no quieres quedar embarazada, probablemente te bajé y te descontrolé un poco, pero es mejor éso antes de un bebé no planificado.

—Entonces cada vez que me pasé eso ¿Puedo tomarla?

—No es una pastilla de planificación, es decir no debes de abusar de ella, se recomienda usarla como máximo dos veces al año con 6 meses de diferencia, yo nunca la he usado.

La chica se tomó la pastilla.

—Lamento haber interrumpido de esa manera, pero me molestó bastante eso.

—Tranquila, lo hemos disfrutado y créeme ya me estaba ardiendo un poco.

—Si ya no querías no tenías porque continuar.

—Tampoco quería ser aguafiestas, pero no creia poder aguantar 4 cogidas.

Todas nos pusimos a reír, abrimos otra botella y empezamos a tomar.

— ¿Que les pareció su primera vez? — pregunté.

—No fue como me lo imaginaba, pero ha valido cada segundo, al menos me hicieron correrme — dijo la primera chica.

—Yo no se porque a veces los chicos se nos corrían, estos hombres lo han disfrutado bastante con nosotras — dijo otra.

—El hombre es feliz mientras tenga dónde meterla así que solo es que ambos disfruten, eso sí les digo si solo están pata hacer feliz a su pareja están mal, el acto sexual es para que ambos disfruten, no solo uno — dije.

—Yo pensé que sería algo más doloroso, si lo fue al inicio, pero cuando me aplicaste el lubricante, el dolor se me disminuyó y cuando al fin la metió toda, fue sentir la gloria en mi — dijo la tercera chica.

—Yo no, de alguna manera el logro lubricarme bien y la metió sin tanto problema, yo disfruté cada minuto de esa verga en mi — dijo mi chica.

—Que bueno les haya gustado, ahora no se sentirán presionadas que por ser vírgenes tienen que acostarse con el primer hombre que vean.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos - La historia de una acompañante