Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 16

Cuando logro controlar mis respiración nuevamente, sigue rondándome en la mente el rostro de Andrew, realmente tuvo la intensión de besar? no creo, quizás solo estoy malinterpretando todo incluso, sus miradas, si, debe ser eso, mi cuerpo jugando me malas pasadas... un largo suspiro es interrumpido por la puerta del estudio que se abre nuevamente, Andrew camina en mi dirección con expresión molesta y preocupada, no puedo evitar preguntarme quien lo habrá llamado, así que simplemente lo veo y le pregunto.

—¿Todo en orden? —pasa junto a mí, toma mi cazadora la coloca sobre la mesa y mueve la silla más cerca de mí, toma asiento y niega con la cabeza.

—No es asunto tuyo, continuemos —el capitán de hielo ha regresado, paso a la siguiente pieza que el revisa meticulosamente frunciendo el entrecejo en ocasiones luego me dice.

—¿Cuánto tiempo tienes haciendo esto? —lo miro y le respondo

—¿Haciendo qué? —el me ve con cara de obviedad y me señala la pantalla, así como esto, sonrió y le digo

—Exactamente este trabajo unos 3 años, mas no al mismo nivel que lo hacen aquí en Blue Ocenas, ¿por qué? —me mira y vuelve a ver la pieza y me dice.

—Por nada, la siguiente por favor.

Paso a la siguiente pieza y allí si se detiene mayor tiempo, es la pieza principal de que se mostrara en la apertura por lo que se detiene a revisar la información con cuidado, luego suspira y me ve, vuelve a mirar la pieza, lo veo como dudando de lo que va a decir así que simplemente le pregunto

—¿Que está mal en la pieza? —me mira y responde

—La pieza en si no está mal, solo que esta no la hiciste tu ¿o me equivoco?

Lo miro algo confundida y me fijo en la imagen que tengo en la pantalla y me sorprendo al notar que de esa imagen hay 2 propuestas y la que estamos viendo efectivamente es la que hizo Chris antes de que yo llegara, el me pidió que hiciera una versión con mi propio estilo sin perder la línea gráfica que se venía trabajando, pero a simple vista, solo quien conociera el trabajo de Chris o el mío podría notar la diferencia, y hasta ese momento Andrew no había visto ninguno de mis trabajos, por lo que me giro, me le quedo mirando sorprendida, el niega un poco con la cabeza y comienza.

—Es fácil notar que este no es tu trabajo, hay muchas señales regadas por todos lados, la más clara es el modo en que usas los colores para resaltar ciertas cosas, como las imágenes... Chris siempre hace resaltar los textos, tú te enfocas en las imágenes y las trabajas desde otra perspectiva, así que imagino que para ti, lo importante se transmite con una imagen, ¿eso de una imagen dice más que mil palabras?

Voltea a mirarme expectante, yo con la boca ligeramente abierta, lo miro parpadeando, como es que puede diferenciar de esa manera los trabajos o bueno no los trabajos como se dio cuenta de lo que hago, trago con dificultad humedezco mis labios y miro la imagen y vuelvo a verlo y en un susurro respondo.

—Eres increíble... sí, eso creo... una imagen dice más que mil palabras —el asiente y me señala la pantalla y me dice.

—A ver la que tú hiciste.

Me muevo con lentitud por la sorpresa y comienzo a buscar, la portátil esta sobre la mesa en medio de los dos por lo que tengo que sentarme en el borde de mi silla y echarme adelante, por lo que le expongo por completo mi espalda en ese momento siento otra vez el peso de su mirada en la nuca, respiro profundamente a sabiendas que está observando posiblemente el tatuaje que esta medio cubierto por mi cabello que cae en cascada sobre mi espalda.

Justo cuando me acerco un poco más para poder tener mejor acceso a la portátil, siento como uno de sus dedos roza ligeramente mi espalda, me detengo de golpe y no me muevo esperando a ver qué ocurre, luego siento como aparta mi cabello hacia un lado y pasa sus dedos sobre él mándala que tengo en medio de los omóplatos, lentamente apenas dejando que sus dedos y mi piel entren en contacto, en seguida toda mi piel se eriza y él retira su mano, yo me giro en seguida para mirarlo.

Nuevamente nuestras miradas se encuentran, sus ojos se han tornado oscuros, llenos de deseo y una lujuria que hasta ese momento no había ni imaginado que esos ojos pudieran contener y mucho menos al posarse sobre mí, sus labios están húmedos y ligeramente entre abiertos, yo inevitablemente muerdo mi labio y respiro pesadamente, en cuanto ve que atrapo mi labio inferior con mis dientes, su mirada se instala en ellos, yo sin poder contenerme los muerdo un poco más fuerte.

Él acerca su mano hasta mi rostros y posa su pulgar sobre mis labios y lo deja descansar un momento allí, para luego acariciarlo y hacer un poco de presión justo donde estoy mordiéndolo, al sentir la presión de su dedo, una corriente recorre mi cuerpo y libero mi labio, un ligero gemido se escapa de mis labios al soltarlo, dejo entre abierta mi boca y en un susurro ronco cargado de deseo me dice.

—Te harás daño... no lo hagas con tanta fuerza...—hace una pausa mirándome los ojos— te pediré que no vuelvas hacer eso, frente a mi... si vuelves hacerlo no me poder controlar, ¿de acuerdo?

En el momento en que termina de decir eso, vuelvo atrapar mi labio involuntariamente y lo siguiente que siento son sus manos sobre mi cara, tirando de mi hacia él, sus labios chocan con los míos, siento su cálida respiración golpear mi rostro, su lengua acaricia mi labio justo donde había estado mordiéndolo unos instantes antes.

Siento que está haciendo un enorme esfuerzo por controlarse, lo siento respirar profundamente sobre mi boca y cada bocanada de aire que sale de sus labios es un choque eléctrico que recorre mi cuerpo, lentamente rosa sus labios contra los míos una vez más y al hacerlo se escapa de mi boca un gemido bajo y entrecortado.

Al escucharlo aferra mi rostro con más fuerza y comienza a besarme, con tanta pasión y deseo que me cuesta respirar, mis manos van a su cuello y lo empujo un poco más hacia mí, cuando siente que lo pego más a mí, introduce su lengua a mi boca que comienza a explorarla con determinación , con una clara y única misión llenarme de placer y derretirme con su ímpetu y decisión, en cuestión de segundos el beso ha pasado a ser un beso desesperado, intenso, lleno de una lujuria y una pasión que se desborda, sus manos se deslizan hasta mi nuca donde enreda sus dedos en mi cabello y tira de mí, hacia su boca.

En ese momento se separa un poco, lo justo para atrapar mi labio inferior entre sus dientes y morderlo, con la punta de su lengua apenas lo rosa, vuelvo a gemir, se detiene un momento para luego arrastrar sus dientes por el hasta soltarlo, se separa un poco más de mí y apoya su frente en la mía sin soltar mi nuca, cuando abro mis ojos veo a un Andrew agitado, con los ojos cerrados, respirando entrecortadamente y mordiendo sus propios labios, luego de unos segundos, abre sus ojos y nuestras miradas se encuentran, estos están de un color verde oscuro, sus pupilas están dilatadas por lo que se ven más profundos y oscuros, luego niega con la cabeza sin despegar su frente de la mía y susurra.

—Te dije que si volvías hacerlo... no podría controlarme.

Vuelve a cerrar sus ojos como buscando el auto control que ha perdido y veo como poco a poco vuelve a respirar más tranquilamente, suelta una bocanada de aire que golpea a mi rostro, mis manos están temblando detrás de su cuello, mis corazón va a 100 kilómetros por horas, mi cabeza va más aprisa aun, no he podido dejar de mirarlo desde que dejo de besarme, este dios, este majestuoso hombre.

Me tiene hipnotizada, hechizada, en un embrujo que no puedo comprender, finalmente vuelve abrir sus ojos, vuelve acercar sus labios a los míos, pero no llega a tocarlos solo los acerca lo necesario como para que se medió rocen entre ellos, deja un tierno y lento beso sobre ellos, se separa de mí, vuelve la mirada a la portátil y me dice

—Continuemos con el trabajo... antes que mande todo a la mierda y termine empotrándote contra la pared y te folle como nunca nadie jamás lo ha hecho.

Su voz es ronca, aún hay deseo en ella, mientras lo escucho otro gemido escapa de mis labios, una de mis manos sube a mi boca, aun siento sus labios besándome y sus manos aferrado a mi cuello, cada centímetro de mi cuerpo está gritando que mande todo a la mierda y vuelva a lanzarse sobre mí, no puedo reaccionar quiero que vuelva a besarme, quiero que me toque.

El gira su rostro hacia mí, nuestras miradas vuelven a encontrarse. De mis labios se escapa apenas en un murmullo lento y bajo

—No... es...—hago una pausa sin poder hablar correctamente— justo... tu...—no logro terminar la frase.

Cierro mis ojos y me tapo la cara con las manos, no sé qué decir, ni cómo reaccionar después de esto, juro que creí que este imponente hombre me detestaba, estaba segura que odiaba tenerme cerca, pero la forma en la que me beso, me hace pensar que estaba conteniéndose, que tenía ganas de besarme desde hace mucho tiempo y estar solos, en estas circunstancias simplemente fue mucho más de lo que pudo manejar, no quiero mirarlo, no sé qué voy hacer, siento que una de sus manos se posa con cuidado sobre él apoya brazos de mi silla y la gira para quedar justo frente a él.

Coloca sus manos sobre las mías y las retira, aún tengo los ojos cerrados, tengo miedo de abrir los ojos y volverme a conseguir con la mirada fría e intimidante con la que me ha estado observando, siento como sus manos comienzan acariciar mi rostro con el pulgar, luego como sus manos me liberan y siento sus nudillos limpiar una lagrima que acaba de caer uno de mis ojos, no puedo creerlo estoy llorando y no sé por qué, simplemente no puedo evitar que las lágrimas caigan de mis ojos... siento que se acerca más a mí, lo escucho suspirar.

—Asier... yo... lo siento... no debí haberte besado... es solo que... —hace una pausa y lo escucho decir más bajo aun— maldición... nena yo... mírame por favor — su voz es dulce, cálida y pausada.

Lentamente abro mis ojos, hay una pequeña sonrisa en sus labios, una sonrisa apenada, aún tengo sus manos en mi rostro por lo que me acerca un poco más a él y junta nuestras frentes...

—Nena no llores por mi culpa... no merezco ni una sola de esas lagrimas... merezco todas y cada una de las palabras, los gritos y las miradas de odio que me has dedicado... te bese, sin pensar en lo que tu podrías sentir, simplemente no pude evitarlo, soy así de impulsivo... es solo que tu... tu... derribas todas mis barreras con solo posar esos bellísimos ojos en mí, todas mis defensas Asier, todas y cada una de ellas, las eliminaste el Martes cuando me miraste cerca de la cafetería, en cuanto te vi... —hace una pausa y niega con la cabeza— yo... joder... que rayos estoy diciendo... lo siento si?... dame un momento por favor... iré por algo de beber y tomémonos unos minutos.

Se acerca a mi frente y me da un tierno y cálido beso en la frente que lo alarga un poco más de lo necesario inhalando profundamente, luego empuja mi silla, se levanta y sale apresuradamente del estudio dejándome hecha un mar de lágrimas y un manojo de nervios, más lagrimas siguen cayendo incontrolablemente, no tengo idea de porque estoy llorando y la verdad es que tampoco me importa, solo me importa lo último que dijo.

¿Yo derribo todas sus barreras yo elimino todas sus defensas? el martes, el martes él también me miro y sintió lo mismo que yo sentí cuando lo vi, pero... pero él no se vio para nada afectado... no entiendo nada... lo único que entiendo es que el Andrew que acabo de ver, es un hombre dulce, cálido, cariñoso, apasionado.

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