Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 19

Mis ojos se abren como platos y esta vez no estoy fingiendo la sorpresa, él se ríe y continúa.

—No pienso hacerte nada Asier, solo quiero que vayas conmigo a casa y pasar un momento juntos, ver una película cenar y luego te llevo a tu casa ¿qué dices? bueno a menos que quieras hacer algo más que devorarme, claro está —vuelve a reírse al decir el ultimo comentario y después de salir de mi estado de sorpresa, le pregunto.

—¿Que pretendes Matt, porque insistes en que pasemos tiempo juntos?

Matt me mira serio y da unos pocos pasos en mi dirección, para quedar más cerca de mí, se encoje de hombros y me dice.

—No pretendo nada nena, me gustas y creo que lo sabes desde el primer momento en que nos vimos, no me he molestado en ocultarlo, estoy siendo sincero contigo, pero no quiero obligarte a nada, solo quiero que nos conozcamos y la única manera que conozco para que eso ocurra es pasar tiempo juntos... ¿entonces, aceptas mi recompensa?

Lo miro, procesando lo que acaba de decirme. Matt acaba de declarar que le gusto como si estuviera diciendo la hora o hablando de lo genial que esta el clima. Este hombre se tiene una confianza y una seguridad impactante, no puedo negarme después de todo lo que ha hecho Matt por mí hoy, además tampoco quiero negarme, así que le sonrió

—Hecho —le sonrió, le saco la lengua y grito.

—¡Ya! —y me hecho a nadar, escucho a Matt reír a carcajadas detrás de mí y gritarme

—Eres una grandísima tramposa.

Estoy nadando tan rápido como puedo, no quiero perder, estamos hablando de 2 días de comida gratis así que me esfuerzo muchísimo, pero venga Matt es mucho más grande que yo, también más rápido y cada brazada de él son como 3 mías, así que sabemos cómo terminara estoy verdad? en un momento siento que algo me toma de mi pie derecho y tira de mi hacia abajo, me hundo y por la sorpresa dejo de nadar por lo que sé que estoy perdiendo preciados segundos.

Cuando salgo a la superficie ve a Matt unas 3 brazadas por delante de mí, por lo que grito de frustración y comienzo a nadar nuevamente, el muy tonto me ha hundido apropósito para poder ganar ventaja sobre mí, pero venga no puedo enojarme yo hice lo mismo, así que simplemente trato de esforzarme el doble, cuando por fin llego a la orilla Matt está sentado en ella con una enorme sonrisa en la cara y me grita para animarme.

—¿Sabías que eres como una tortuga andando en tierra? tengo horas esperando por ti.

Comienza a reír y me tiene su mano para ayudarme, estoy súper cansada, así que me tiendo junto a él y le digo en tono bajo y entrecortado por el cansancio.

—Te odio —jadeo— eres... un tramposo —el ríe negando con la cabeza.

—No más que tú, la verdad.

en ese momento toma el borde de la franela y la saca por sobre su cabeza y mi mandíbula llega hasta la arena, ya puedo quitarle el título de semi dios, Matt es un maldito Dios con todas las letras en mayúsculas, esta tan bueno como Andrew, solo que Matt no se ve para nada intimidante, se ve natural, relajado e increíblemente sexy, los tatuajes de los brazos son increíbles, todos son de color negro, es un enorme mosaico japonés, que va desde la parte de arriba de sus manos rodeando por completo sus brazos y hombros, logro ver desde aquí que hay más tatuajes en su espalda.

Su abdomen su abdomen parece una tableta de chocolate, una calculadora, parecen cincelados en la piel, pintados... son perfectos, su pecho está mucho más marcado que el de Andrew, por lo que puedo suponer que Matt pasa más tiempo entrenando y los resultado se notan, cuando llego a su cara tiene esa expresión divertida y picara.

—¿Disfrutando de las vistas?

Comienzo a reírme y apoyo mi frente en la arena, levanto la cara otra vez y me tropiezo son sus ojos grises, llenos de ese brillo divertido que tanto lo caracteriza, veo como sus ojos pasan de mi cara a mi espalda y continua recorriendo mi cuerpo mojado tendido sobre la arena, el vestido está pegado a mi cuerpo, por lo que sé que mis curvas se resaltan, se detiene en mi espalda, no estoy segura si está contemplando mi espalda o mi culo pero no puedo evitar volver a reírme y le digo usando el mismo tono que uso conmigo

—¿Disfrutando de las vistas?

Vuelve a mirarme, a los ojos y con una amplia sonrisa pícara responde.

—Mucho —responde con honestidad y picardía.

Siento como mis mejilla se calientan, debo parecer un puto tomate, el empieza a reír a carcajadas, y yo hundo otra vez la cabeza en la arena como un avestruz por lo que el ríe aun mas fuerte, siento como se mueve a mi lado y cuando subo nuevamente mi cara esta de pie a mi lado, tendiéndome sus manos para ayudarme a ponerme de pie, las tomo y tira de mi, al hacerlo quedamos ligeramente cerca, hay cabello en casi toda mi cara, así que comienza apartarlo con cuidado, con una sonrisa en la cara, Matt casi siempre está riendo y me encanta, porque tiene una hermosa sonrisa, me acaricia la mejilla con sus nudillos y me susurra

—Te ves malditamente sexy con ese vestido empapado.

Luego desciende sus manos hasta mis hombros y hecha mi cabello atrás, despejando todo el frente de mi cuerpo, estoy lela mirando su rostro, es hermoso, sexy, dulce, atento y cariñoso, en sus labios se dibuja una sonrisa y siento como toca un punto entre mi cuello y mi pecho y dice

—Lindo lunar, me gusta.

Miro a mí alrededor, este lugar de humilde no tiene nada, el garaje es del tamaño de nuestro apartamento, por lo que le doy un ligero empujón en el hombro y le digo riéndome.

—Descarado —el comienza a reírse y me dice.

—Bueno, bueno está bien, no me maltrates.

Me quito el casco y me bajo de la moto, el hace lo mismo y me toma de la mano, caminamos en dirección a una puerta, el la abre y pasa a través de ella en seguida da un fuerte silbido que se resuena en toda la casa y grita.

—Ya estoy en casa.

A lo lejos se oyen ladridos y carreras, se gira hacia mí y son una sonrisa de oreja a orejas me dice, ya veras, en seguida por una esquina aparecen 2 enormes perros negros, bellísimos, que se lanzan contra nosotros agitando sus colas y saltando, Matt está riendo tratando de controlarlos y yo riéndome de lo alborotados que están los perros a mí al rededor y de lo gracioso de verlo a él tratando de quitármelos de encima, luego de un momento Matt vuelve a silbar y los perros automáticamente se calman y se quedan mirándolo, Matt tiene un dedo levantado mirándolos, luego les dice

—Sentados.

Ambos perros obedecen inmediatamente, son dos hermosos pastor retrivers, enormes, gordos y juguetones, pero por lo que se ve muy bien entrenados, Matt pasa por su lado y me hace señas para que me coloque junto a él, luego comienza

—Ellos son Chelsea y London, los bebes de la casa.

Antes de que pueda seguir explicando una voz suena a nuestras espaldas

—Sí, y tus bebes han estado haciendo desastre desde que te fuiste Matty, los dejaste dentro del estudio, ¿qué fue lo que paso que saliste como alma que lleva el diablo hijo?

En ese momento Matt se gira y sonríe ampliamente, hacia nosotros está caminando una mujer de unos sesenta y tantos quizás, con una amplia sonrisa, al verme se detiene y ve a Matt con curiosidad, este se acerca a ella la rodea en un fuerte abrazo y la empuja hacia a mí.

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