Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 21

Ya sola en la habitación, me dispuse a quitarme la ropa, tengo que escribirle a Dani, así que busco mi móvil en mi bolso, tengo 6 llamadas perdidas, 5 mensajes de texto, 2 mensajes de voz y 11 WhatsApp, las llamadas son de Dani, esta histérica lo sabía, seguro los mensajes de voz son de ella también, los mensajes de texto, 3 de Dani y 2 de mama, los WhatsApp son del grupo de Blue, un par de Kev, 3 de Susi, 5 de Dani y 2 de Matt, primero revisare los de Dani, sé que debe estar preocupada son las 6:30, no sabe nada de mí, desde esta mañana seguro habrá llamado a mi mama para preguntarle si sabía de mí, es tan histérica, abro los mensajes, el primero.

Dani:

Hola nena cómo vas? cuéntame el "rey de los idiotas" como se está portando? a qué hora terminas, hable con los chicos dicen que quieren ir a Tequila hoy, que dices?

El segundo dice más o menos lo mismo, y el tercero es un ataque histérico de los que le dan a Dani cuando no respondo los sms, WhatsApp o llamadas.

Dani:

Asier Alejandra Scott donde rayos estas? me tienes con el culo en dos manos, ya no sé a quién preguntarle por ti, hace horas que no se de ti, llame a Blue Oceans para que me dieran el número de Andrew y me dijeron que no podrían dármelo, te he llamado unas mil veces, por favor nena dime donde estas y si estás bien.

Comienzo a reír por lo bajo así que en vez de responder el sms le marco, es mejor hablar con ella, suena un par de veces y lo que escucho es un fuerte grito en cuanto contesta.

—¡Ya había armado al equipo de búsqueda!, pensé que el loco de Andrew te había asesinado y estaba haciéndote picadillo en su casa, nena no vuelvas hacerme esto ¿sí? —La escucho gritar— Kev es ella… —luego la voz de mi mejor amigo al fondo responderle.

—Dile que si Andrew no la descuartizo yo la haré puré y le daré de comer a los cerdos con ella —son tan dulces mis mejores amigos.

—¿Nena cómo nos haces esto?, tenemos horas sin saber de ti, sabes cómo me pongo y lo nerviosa que soy, ¿estás bien? —yo continuo riendo y le contesto.

—Dile a Kev que hierba mala nunca muere y si Dani estoy bien, no me ha pasado nada, bueno si pasó pero no fue nada tan malo como estaban pensando justo ahora estoy en casa de Matt…

Dani me interrumpe con un grito de sorpresa por lo que retiro el móvil de mi oreja y comienzo a negar con la cabeza.

—¿Puedes dejar la histeria por cinco minutos y escucharme sin interrumpirme y dejarme sorda en el proceso? por amor de Dios Dani eres irritante cuando te pones así —mi mejor amiga suspira tratando de controlarse.

—Dame un momento ¿sí? —La escucho respirar profundamente unos segundos y luego me dice con su tono de voz firme y calmado— listo, continua —yo suspiro y empiezo.

—El trabajo está listo, logramos hacerlo todo estuvo medianamente bien hasta que el —aguarde unos instante recordando lo que paso y nuevamente el pesar me cubrió, continúe en un susurro bajo— hasta que Andrew me beso —hice una pausa y continúe— bueno nos besamos y fue increíble fue... —guarde silencio reviviendo el beso y una sonrisa tonta se dibujó en mis labios.

—Él fue dulce, tierno, cuidadoso... alguien totalmente diferente del Andrew que había visto hasta ese momento, luego se fue y yo me quede llorando como una tonta, cuando volvió el intento explicarme lo que había pasado y no se lo permití, así que volvió a ser el maldito hijo de puta frio y sin corazón que conocemos... —me tense recordando todas las cosas que ocurrieron luego.

Cuando estábamos por terminar llamo a una chica que en cuanto llego se lanzó sobre él y lo beso, el muy imbécil le devolvió el beso y comenzó a juguetear con ella delante de mí, burlándose en mi cara y de lo que había pasado... —hice una pausa reviviendo la ira que sentí— lo abofetee y me largue, luego me di cuenta que no tenía el coche conmigo, por lo que llame a Matt que se había ofrecido a ayudarme si todo salía mal, fue por mí y estoy con él desde entonces...

Matt es, él es... lo máximo la verdad es un gran amigo. Me dijo que le gustaba y pues no se... —hice una pausa mordiendo mi labio y continúe antes que mi mejor amiga fuera a interrumpirme— en fin estoy en su casa, voy a ducharme Dani, aún tengo agua de la playa, a donde fuimos después que paso por mí a casa de Andrew y vamos a preparar la cena, luego el me llevara a casa ¿vale? —a Dani respirar al otro lado de la línea y solo me susurro.

—Está bien nena, ¿aun quieres que salgamos esta noche? —medite un poco antes de responder.

—Sí, si quiero... —ambas suspiramos.

—Vale, le avisare a los muchachos, si quieres invita a Matt, quizás se anime a ir con nosotros.

Sonreí porque sé que solo quiere que no piense en Andrew y sabe que si estoy con Matt quizás no lo haga y creo que tiene razón, desde que fue a buscarme solo he pensado en lo que paso cuando lo han mencionado, así que quizás lo invite, luego de un momento de silencio Dani continua.

—Nena, ¿segura que estas bien? —suspiro y trato que mi voz suene más animada.

—Sí, todo en orden luego te cuento lo de Matt —rio por lo que mi mejor amiga comenta con curiosidad.

—¿Lo de Matt, de que me perdí nena? —vuelvo a reír pícaramente.

—De bastante, te cuento luego ¿sí? voy a ducharme, Matt fue a hacer lo mismo y seguro que está por terminar y yo aún aquí, un beso dile a Kev que lo quiero ricote hoy —en ese momento Dani le grita a Kev.

—Kev, Asier dice que te quiere rico hoy —escucho unas risas y mi mejor amigo contestar.

—Dile que no soy una marica para estar rico pero me pondré muy guapo para que tenga que espantarme chicas como moscas —vuelvo a reír por su respuesta y cuelgo.

Comienzo a quitarme la ropa debo darme prisa. Entro en el cuarto de baño y me miro en el espejo de cuerpo completo que está allí estoy hecha un desastre de verdad, entro en la ducha y dejo que el agua caliente cubra mi cuerpo, me quedo así por un rato luego busco el shampoo y lavo mi cabello, aplico algo de acondicionador y me aclaro el cabello, enjuago mi cuerpo y salgo de la ducha.

Me envuelvo en una enorme y mullida toalla, salgo a la habitación, la ropa que Matt me trajo seguro que me quedara gigantesca, busco mi sujetador y me lo pongo, luego tomo el bóxer que Matt me trajo y sonrió, creo que si entro en él, así que sin pensarlo mucho me lo pongo.

No es lo más sexy que usado en la vida pero funcionara por el momento, luego me coloco el pantalón de chándal y la franela, lista. Regreso al baño y busco entre las gavetas un peine, consigo uno de dientes grandes, genial de esta forma no me quitare toneladas de cabello, comienzo la ardua labor de desenredar mis rizos, finalmente me miro en el espejo una vez más y pues no estoy tan mal.

Salgo de la ducha y recojo el desastre que deje tras de mí, doblo mi ropa y la dejo sobre la cama, ya luego le pediré una bolsa a Matt para guardarla, apago las luces y salgo de la habitación. Matt me ha dicho que al final de pasillo esta la sala, iré a ver un poco de tv mientras espero por él.

En cuanto llego al final del pasillo me consigo con dos puertas, él dijo que una de esas habitaciones también era la suya, pero ¿cuál dijo que era? bueno me encojo de hombros y abro la de la derecha, en cuanto la abro un rico aroma a perfume masculino llena mis fosas nasales, es una habitación grande, el piso es de color negro, las paredes blancas y una de ellas tiene cuadros blancos y negros como si una tabla de ajedrez se tratara.

En medio de cada cuadro hay un cajón del color opuesto, doy unos paso dentro de la habitación y veo una pared repleta de libros, un par de cuadros en blanco y negro y cuando me giro hacia el otro lado veo a Matt saliendo del cuarto de baño, está secando su cabello con una toalla y solo lleva un bóxer blanco. Wow su torso aún está cubierto de gotas de agua, que se escurren por sus abdominales y humedecen el borde del bóxer.

Sus piernas bien formadas, grandes y gruesas son mucho más de lo que esperaba, su abdomen, sus brazos tensándose mientras continua moviendo la toalla sobre su cabello, cuando contemplo a su rostro tiene esa sonrisa pícara en la cara, sus ojos brillan con picardía y diversión, se ha rebajado el candado por lo que ahora sus labios se ven un poco más, son de un rosado intenso, carnosos y están ligeramente húmedos.

Al notar que estoy mirando sus labios, estos se ensanchan en una sonrisa más amplia, luego de unos segundos de mirarlo como si nunca en mi vida hubiese visto a un hombre en bóxer, lanza la toalla sobre su cama y pasa una de sus manos por su cabello, ese gesto que acabo de notar hace siempre como por costumbre, peina su cabello, deja caer su mano a un costado, mira mi cuerpo dentro de su ropa y sonríe aún más, de manera que sus ojos se achican y se ve divino con esa expresión de pícaro, al cabo de otros momentos comenta divertido

—Supongo que supere las expectativas y eso de devorarme quedo en el pasado, esta mirada que tienes ahorita no sé exactamente como describirla pero estoy seguro que justo ahora estas follándome con la miranda —hace una pausa y humedece sus labios con su lengua— cosa que no me molesta en lo más mínimo eh —suelto una risa nerviosa sin apartar mis ojos de su cuerpo.

Por lo que el comienza andar en dirección a una puerta que está cerca del baño, se pone de espaldas a mí y otro golpe me noquea, la espalda de Matt esta tan definida y llena de músculos como imagine que estaría al recostarme de el en la moto, lo que me sorprende es que no hay un espacio de su espalda que no esté cubierto por tinta, toda su espalda está cubierta de tatuajes, es un enorme lienzo lleno de hermosos e intrincados diseños que me desconcentran de mi labor de comérmelo con los ojos.

Hay partes donde se ven cosas escritas, doy un paso hacia él, me intriga saber qué cosas hay sobre su piel, luego de mover sus brazos veo como sus músculos se mueven y se tensan, él se gira hacia mi aun sonriendo y pasa sobre su cabeza una sudadera negra, privándome así no solo de sus tatuajes si no de la exquisitez de su cuerpo desnudo.

Parpadeo un poco aun aturdida por lo bueno que esta, luego toma de una silla que está cerca de el un pantalón de chándal gris y comienza a ponérselo todo bajo mi atenta mirada, se endereza, me mira y comienza a reír a carcajadas, luego se acerca a mí, toma mi mentón entre su dedo índice y su pulgar me da un ligero tirón para que lo vea, sin dejar de sonreír, coloca sus manos sobre mi mandíbula y con sus pulgares comienza a acuciar mi rostro, este se desvía hasta mis labios, y los acaricia lentamente.

—Eres hermosa Asier, despiertas tantas cosas en mi deseo, lujuria, pasión, cariño, admiración, curiosidad, fascinación —enumera todo esto sin apartar sus ojos de mis labios.

Siento como mi respiración comienza a agitarse, estamos demasiado cerca, en un cuarto solos, básicamente dejando que las cosas fluyan. Sé que debería sentirme incomoda, debería sentir que esto está mal, pero por alguna extraña razón siento que no es la primera vez que estoy así de cerca de Matt, siento como si tuviésemos una conexión muy profunda.

Acerca mis manos a las suyas y con un lento movimiento, giro mi cara y beso las palmas de sus manos, cariñosa y cálidamente, vuelvo a mirar sus hermosos ojos grises que me ven con ternura.

—Seré franco contigo nena, estoy muriéndome por besarte, tus labios me están volviendo loco, pero no quiero hacer nada que no quieras que haga —mi boca se abre ligeramente.

Sé que iba a decir algo pero no lo hago, solo puedo seguir mirándolo, su rostro es perfecto, sus ojos son increíblemente bellos, sus labios son carnosos, seductores, sugerentes, al notar que estoy viendo sus labios, pasa la lengua por ellos para humedecerlos y una ligera sonrisa se le escapa, vuelve a trazar caricias sobre mis labios y nos quedamos así unos segundos contemplándonos, nada más admirándonos.

—Nena, necesito que digas algo.

Sus palabras me hacen sonreír, sé que debí decir algo en el momento en que entre a la habitación y lo conseguí casi desnudo, debí discúlpame hace mucho la verdad, pero no siento que deba hacerlo, así que solo me acerco un poco más a él, algo está tirando de mí, Matt tiene un poder magnético que me está empujando.

Sé que quiere besarme, pero está haciendo que lo desee, que desee que me bese, sus labios se mueven, no sale ningún sonido de ellos pero alcanzo a leer eres hermosa vuelvo a sonreír y Matt acerca un poco más su rostro hacia mi estamos a unos escasos centímetros, siento su respiración golpear mi rostro.

Huele a menta.

Sin poder contenerlo de mis labios sale una pregunta

—¿Matt... a que estamos jugando?

Me mira un poco sorprendido por mi pregunta y sin dejar de acariciar mis labios responde en un susurro ronco.

—¿Y quién dice que estamos jugando?

Muerdo mi labio inferior, sin dejar de mirarlo y el vuelve a sonreír pícaramente, se acerca más a mí, está muy, muy cerca de mi labios, pero se desliza hasta mi oreja y susurra muy pagado a mi cuello.

—¿Sabes? te lo he dicho ya, pero lo repetiré para que lo tengas claro, te ves endemoniadamente sexy cuando muerdes tus labios.

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