Seducida por un extraño (COMPLETA) romance Capítulo 76

—Pero mujer, ¿qué estás loca o qué coño, no te ibas en tu coche pues? —Mi risa es aún más audible, negando con la cabeza le respondo.

—Justamente eso acaba de preguntarme Dani cuando le dije que saldría contigo... ahora te respondo a ti los mismo que le dije a ella, no estoy tan loca así que tranquilo, arranca y vamos a algún lugar tranquilo donde podamos hablar ¿qué dices?

El sin apartar sus bellos ojos de mi asintiendo y comienza a negar con la cabeza con expresión burlona en el rostro, se coloca el cinturón, enciende el coche y arranca, durante unos minutos ninguno de los dos dice nada, sé que ha volteado a mirarme confundido, pero aún no ha dicho nada, al cabo de un rato, reconozco la zona por la que me lleva y le pregunto

—¿A dónde vamos? —él sonríe con suficiencia.

—Me pediste que te llevara a un lugar tranquilo donde pudiéramos hablar, no hay lugar más tranquilo que mi casa, allí es a dónde vamos.

Mi mandíbula cae sobre mi pecho, hablaba de un lugar donde pudiéramos tomarnos algo y conversar animadamente pero claro, quien iba a decir que Andrew seguiría mis indicaciones, aunque claro que lo está haciendo solo que a su propia conveniencia sin evitarlo le pregunto.

—¿No suenan tan desastrosos sabes? —sonrió un poco más.

—Eso es por qué no los conoces en persona, mi familia es un completo caos —el vuelve a reír y me dice en un susurro.

—Debes sentirte afortunada, aun los tienes contigo y tienes un hermano cuando eres hijo único las cosas no siempre son tan divertidas, ni tan llevaderas o soportables, siempre he estado con Sophi, Anthony, Dom y Matt. Ellos eran mis hermanos y era genial cuando éramos como una familia, pero luego pasaron tantas cosas que simplemente nos fuimos alejando.

En ese momento hace una pausa y la aprovecho para hablar de ellos.

—Matt me contó que solían pelearse muchísimo cuando estaban en la prepa, dijo que tu sentías celos de el porque lo habían elegido capitán del equipo de fútbol y tu querías el puesto —de su boca se escapas una risa amarga y me ve con diversión.

—Sí, lo odie por eso. Matt no le gustaba el fútbol, solo jugaba por pasar el rato y por estar conmigo además que eso atraía a las chicas y por esa época todo en nuestras vidas se resumía a fiestas y chicas, después del campeonato me folle la chica que le gustaba y lo llame por teléfono para que nos viera.

Aunque ya sabía esa información me sorprende que sea el quien me la confirme, por lo que le pregunto indignada y sorprendida

—¿Cómo pudiste hacerlo eso? —Andrew comienza a reír.

—Matt sabia cuanto ansiaba el puesto, cuanto había trabajado para obtenerlo, pero todos en el equipo pensaron que era mejor dárselo al divertido y aparentemente amable de Matt, él pudo rechazarlo y decir que no lo quería porque ambos sabíamos que así era, pero no lo hizo y durante toda esa puta temporada no hizo más que quejarse porque detestaba tener que aparentar que estaba feliz con el puesto.

Entonces apareció esta chica, Matt cada vez que la veía se ponía imbécil, pero la chica no le daba bolas, estaba tras de mí, yo salía con una de las chicas más lindas de la escuela así que ella no era muy especial para mí, hasta que supe que Matt moría por estar con ella, no era que sentía algo por ella solo quería follársela, como con todas las demás chicas que según él le gustaban en buen plan.

Matt siempre ha sido un capullo, se follaba a cuanta chica le gustaba, las enamoraba hasta que terminaban en su cama y después que se aburría de ellas las desechaba como si fueran basura... todas caían por Matt antes de caer por mí, yo siempre he sido un imbécil y nunca me he molestado en ocultarlo, por eso yo siempre fui el malo.

Siempre fui el chico malo a donde quiera que íbamos Matt, Dom, Anthony y yo me perseguía ese estigma de chico malo, solo porque les decía a las chicas exactamente lo que pensaba y les dejaba claro que no esperaran nada de mi porque no les daría nada más que placer si ella querían, siempre he sido así... siempre fui así hasta que conocí a Leslie. Leslie cambio nuestras vidas, la de todos.

—Vas a comportarte como hasta ahora o ceras el imbécil con el que trabaje ese sábado en tu casa —se gira para verme aún más confundido y suelta

—¿Que te hace pensar que voy a volver a tratarte así? en serio no has creído ni una sola de las palabras que te he dicho ¿verdad?

Su voz suena dolida y está claramente reprochándome, luego continúa en un susurro casi inaudible

—Aunque hayas escogido a Matt, no pienso volver a tratarte de esa manera.

La comisura de mis labios amenaza con descubrir la sonrisa que estoy evitando soltar, si, es un hecho que cree que elegí a Matt, me siento conforme con lo que he hecho pero ya va siendo tiempo que el show termine y le diga la verdad.

—De acuerdo.

El resto del camino lo hacemos en silencio, su cuerpo se ve tenso, conforme avanzamos por el estacionamiento y sus nudillos sobre el volante se han tornado blanco con la fuerza con la que lo está apretando, finalmente suspira y aparca el coche y se baja, yo lo imagino y comino a su lado hasta el elevador, entramos.

Lo observo mientras introduce el código de seguridad y comenzamos ascender, cuando llegamos, su casa se encuentra en penumbras, por lo que él se adelanta un poco y enciende las luces, camina por el pasillo hasta la sala donde se deja caer sobre uno de los sofás y me hace señas para que me siente a su lado, suspiro y me acerco a él, me siento y le digo en tono bajo.

—No sé cómo explicarte esto Andrew… yo —Andrew me interrumpe y me suelta con brusquedad.

—Ya, Asier solo suéltalo ¿sí? me has tenido todo el puto día en esta maldita incertidumbre y quiero saber ya que demonios voy hacer a partir de ahora, así que ya escúpelo.

Lo veo sorprendida y justo ahora veo cuan ansioso esta, cuan preocupado y angustiado esta, me siento culpable, por lo que me acerco a él y tomo sus manos entre las mías, el ve el gesto y eleva una de sus cejas y espera.

—Nada de lo que diga o haga Matt actualmente me hará estar con el Andrew. No después de las cosas que nos gritamos esta mañana, no después de ver que hasta cierto punto tenías razón y nada de lo que me mostró esa primera semana es real, no después que sé que no ha hablado con Sophi. Si es capaz de hacerle algo así a alguien que según es tan importante para él, no puedo esperar que no me mienta a mí también.

Su expresión hasta cierto punto es de sorpresa, sus ojos brillan con emoción, abre su boca para decir algo pero vuelve a cerrarla y me dice en un susurro que suena más para sí mismo que para mí.

—Joder, pase todo el día pensando que elijarías a Matt no pensé que fueras tan sensata, pensé que te dejarías llevar por tus sentimientos y terminarías por elegirlo a él.

—¿Nada te aparta del océano? —el suspira con cansancio.

—Es complicado, el océano es salvación y perdición para mí. Cada vez que estoy por partir a un viaje a alta mar la ansiedad me vuelve loco, siempre tengo que pasar la tarde antes del viaje en el santuario tratando de equilibrarme. Después de la muerte de mis padres el océano se convirtió en una pesadilla pero al mismo tiempo en mi salvación.

Cuando decido irme no hay forma que regrese hasta que haya hecho lo que sea que iba a hacer. Dom sabe que esos escapes míos a alta mar son para buscar respuestas y que haya decidido regresar así de la nada lo sorprendió.

No me pasa desapercibida la ansiedad en su voz, definitivamente el océano causa muchísimas sensaciones en Andrew, sensaciones que no logro comprender, porque si mis padres hubiesen muerto en el mar, ni volvería a estar a 5 metros de él y más aún si también él estuvo a punto de morir, la ansiedad ante la sola idea de acercarme al mar me mataría, me lleno de valor y le pregunto algo que ha estado rondando mi cabeza desde que escuche el tema.

—¿Andrew que paso ese día?

La pregunta escapa de mis labios antes de que pueda detenerme, el parece perdido en sus pensamientos, lo veo abatido, pesaroso, tenso y triste, de pronto la tensión en el ambiente se puede cortar con un cuchillo y soy consciente que no debí haber preguntado, en seguida trato de enmendar mi error y susurro.

—Lo siento no debí preguntar, puedo saber ¿por qué sientes ansiedad antes de los viajes?

Su mandíbula se tensa aún más y veo que lo que hizo mi pregunta fue incomodarlo terriblemente, estiro una de mis manos y sostengo las suyas que están entrelazadas sobre la mesa, el mira nuestras manos.

—Después del accidente, sufro de ataques de pánico y ansiedad, el insomnio colabora a veces a esos ataques, el accidente en si es la causa del insomnio ambos se retroalimentan. La ansiedad por estar en alta mar y que se repita el suceso es algo que me aterra… yo —su voz es un susurro entrecortado, ronco y angustiado.

Llena de emociones que soy incapaz de comprender y me siento terrible por haber tocado el tema, presiono un poco más mis manos sobre las de él.

—Olvídalo, no tienes que hablar de ello si no quieres... así que tranquilo ¿sí?

El suspira relajando un poco sus hombros, claramente se siente más tranquilo por haberle pedido que no me hablara sobre eso, luego levanta sus ojos y me pregunta.

—Asier, háblame de tu familia.

La pregunta me saca de juego, por lo que pienso un poco en cómo responderle y le digo lo primero que me ha llegado a la cabeza al pensar sobre mi familia.

—Ellos son un desastre.

Ambos reímos y el me anima a continuar un gesto de su cabeza por lo que comienzo a hablarle sobre mis padres, sobre Josh y su rebeldía adolescente, le cuento sobre mi casa, sobre las cosas que solíamos hacer cuando vivía con ellos y de cuanto los echo de menos, cuando termino él tiene una cálida sonrisa en sus labios.

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