Narra Grace
Mis días se tornan difíciles, mas por tener que soportar al señor Jackson, siempre se la mantiene irritado, me discute por todo como si fuera mi culpa lo que ha pasado con la empresa de su padre, si él se hubiera quedado aquí cuando el señor Nicholas se lo pidió, él nunca hubiese contratado a Danilo y por ende nada de esto habría pasado.
Hoy en particular llegó mal humorado, como si ayer le hubiera pasado algo trágico, trato de ignorarlo porque no me faltan ganas para darle una bofetada, el día que menos crea voy a terminar aventándome por la ventana, lástima que soy más deuda que persona, el ser pobre no me deja irme ya mismo, para no tener que aguantar sus malas caras.
- Señorita Grace, por favor busque esta información para mí – dice el hombre desde uno de los sillones centrales de la oficina donde se toma su café
- Claro que sí señor – respondo recibiendo una hoja que solo tiene el nombre de mujeres
¿Qué mierda? ¿Qué se supone que busque? ¿Serán empresarias o algún tipo de inversionistas?
- Pero… que se supone que consulte, son solo nombres de mujeres, ¿Qué debo buscar?
- ¿Qué parte no entiende? Busque información, consulte todo de ellas, todo.
Afirmo con la cabeza y al darle la espalda le hago una mueca, ¿le cuesta mucho responder bien? Engreído, ya me tiene aburrida, es un imbécil; y perdóneme señor Nicholas, porque sé que puede saber lo que pienso, pero ahora usted es testigo de lo idiota que puede ser su hijo, perdóneme pero es la verdad.
Me siento en mi escritorio sin saber por dónde empezar, no me queda de otra que preguntarle a mi buen amigo Google, él tiene muchas respuestas, así que escribo el nombre de la primera de ellas en el buscador, Isabella Welch, entre los resultados encuentro muchos enlaces, tiene hasta una biografía en Wikipedia, ¡Vaya! A de ser una mujer muy importante, sigo mirando y encuentro fotos de ella en pasarela, ¡Es modelo! La chica de cuerpo apoteósico es una modelo estadounidense que reside actualmente en New York, ¡Wao! ¿Para qué quiere saber el jefe sobre ella? Copio algunos datos y voy preparando un informe con la información personal y laboral, más una fotografía, eso mismo hago con Jennifer Smith, Veronica Knicov, Nicole Tylor y unas cinco mujeres más.
Dos horas más tarde, imprimo el documento con la información de las nueve mujeres, me pongo de pie y le extiendo el paquete al jefe
- Señor Jackson, esta es la información que me pidió
El hombre sin mirarme responde
- Entrégueme solo la información de las mujeres solteras – menciona sin mas
- ¿Qué? – no comprendo que mierda quiere
- ¿No entiende? Entrégueme la información de las mujeres solteras, las casadas o con pareja no, ¿así o debo ser más claro?
Es un imbécil ¿Por qué mierda no me dijo desde el principio? Pude haber ahorrado tiempo; saco de mi paquete cuatro de las chicas y le extiendo la información de cinco de las mujeres de su puta lista.
Jackson toma las hojas y sin agradecer empieza a revisar, me voy a mi lugar de trabajo y de reojo observo lo que hace, lee detalladamente la información, mira la foto de las mujeres y de inmediato saca su móvil.
- ¿Hola, Jennifer?
- ¡Oh! que feliz me hace escucharte, soy Jackson Brown ¿me recuerdas?
- Eso es maravilloso, pensé que ya no te acordabas de mí, porque si, ese fue un viaje estupendo, como olvidarlo
¡Es el colmo! ¿Para eso me ha hecho buscar esa información? ¡Maldito! Fueron dos horas de trabajo
- Oye, quería saber si te gustaría venir a Londres, quizás podemos cenar o hacer algo juntos.
- Bien, en quince minutos paso por usted – menciona sin más
- ¿Qué? Pero si… -El hombre cuelga la llamada sin dar más razones ¡Mierda y más mierda! ¡ash! Abro la ducha a toda prisa para bañarme rápidamente ¿Quién se cree para disponer de mi tiempo de esa manera? Cuando no termino de enjuagar bien mi cuerpo escucho que tocan la puerta, ¿no dijo que quince minutos? - ¡Ya voy! – grito desde la ducha
Ese hijo de su ¡aish! Salgo del baño apretando el nudo de la toalla en mi pecho, camino con cuidado de nos resbalarme y abro la puerta; el hombre lleva una camisa negra y pantalón del mismo color, unos lentes de sol oscuros y su cabello perfectamente engominado.
- Pensé que ya estaba lista – dice con el descaro más grande de la vida
- No, apenas me estaba bañando, como hoy es sábado, mi día de DES – CAN – SO, no tenía pensado hacer nada hasta que usted llamó
- Bueno dese prisa que ya son casi las once
Por lo que veo le importa un comino disponer de mi tiempo, voy a la habitación y me visto con un traje blanco que me queda a la altura de las rodillas, es un poco holgado, me sirve para los lugares a los que iremos, llevo zapatos de taco mediano, un maquillaje ligero y mi cabellos suelto castaño claro suelto.
- Listo señor – menciono acomodando mi vestido y el hombre de inmediato se pone de pie, camina directo a la puerta para salir
- Señor, ¿Por qué debo ir con usted? Se supone que son sus citas – Pregunto porque no entiendo nada, con el nunca comprendo nada
- Necesito que esté cerca por si algo se presenta y necesito salir del lugar usted debe encargarse, ¿entendido?
Afirmo con la cabeza, pero aun no entiendo ¿Qué podría pasar?
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Si, acepto el contrato (COMPLETO)