Narra Grace
Todo el camino es silencio, el hombre con mucho estilo conduce con una sola mano, tiene un aroma interesante, se ha esforzado por verse impecable para las mujeres.
- ¿A dónde iremos primero? – cuestiona haciendo que arrugue mi cara, se supone que me hizo preparar todo un cronograma que ni si quiera ha memorizado, comprendo para que me trajo con el, baboso
- Iremos al restaurante White Diamond, verá a la señorita Isabella Welch - respondo notando que estamos muy cerca
- Bien, la voy a dejar una cuadra antes, quiero llegar solo, cuando usted llegue busque la mesa más cercana a la mía, si necesito cualquier cosa le voy a escribir a su móvil, así que no se despegue de él.
Asiento a todo lo que dice y bajo del auto, esa cuadra es casi eterna para mí, por lo que camino con rapidez; al entrar un hombre elegante me recibe y le pido que me dé una mesa que está a unos dos metros del jefe, ya el señor Jackson se encuentra con la dama que es muy bonita, se ve elegante y refinada; miro la carta y los precios son una locura, aprovecho la oportunidad para pedir una lasaña de pollo gourmet que sé que nunca podría pagar, pero Dios ha sido bueno conmigo hoy, por momentos veo al jefe y la chica parece agradable, es realmente hermosa, tiene una piel de porcelana, cuerpo perfecto y… ¿Qué le pasa? La chica comienza a reír produciendo un ruido extraño, parece un cerdo chillando, tapo mi boca para contener la risa ¿Qué carajo con esa mujer? El jefe me mira y se torna incomodo porque muchos observan extrañados a la dama que gruñe como marrano.
- Sáqueme de aquí – me escribe el jefe a mi móvil
¿Tan pronto? Miro mi lasaña y ya me queda poco, meto a mi boca los bocados que faltan con rapidez y voy hasta el baño.
- Lo voy a llamar, póngame en alta voz – respondo a su mensaje
Mastico rápido y trago para evacuar la comida embuchada en mi boca, escucho timbrar un par de veces y no he pensado en lo que voy a decir
- Hola
- Hola, ¿hijo dónde estás? Algo terrible ha pasado, ¡algo espantoso! – digo con voz de angustia
- ¿Mamá? ¿Qué ha pasado? Me preocupas – responde el jefe siguiéndome el juego
- Tienes que venir de inmediato a casa, porque el… el… el perro se ha desmayado
- es lo único que se me ocurre
- ¡Oh, Santo Dios! Firulais, ya voy para la casa, no te preocupes madre – dice el cortando así la llamada
Espero unos minutos en el baño, cuando salgo veo al jefe pagando las cuentas y acompañando a la dama a tomar un taxi que la lleve a su hotel.
- ¿A dónde vamos ahora? – pregunta con cara de pocos amigos
- Esa mujer se reía de una manera muy extraña – sin poder contenerme comienzo a reír, lo que a él no le parece agradable
- No me parece gracioso, dígame a donde vamos ahora – menciona con tono serio
- Vamos al café Rubby Coffe, verá a la señorita Jennifer Smith
El sube al auto y me pide que haga lo mismo, conduce con su cara de culo y antes de llegar al lugar hacemos la misma dinámica, me deja una cuadra antes y él llega solo.
Entrando al sitio me siento muy cerca de ellos y pido un café con vainilla delicioso, mientras traen mi pedido, observo al jefe hablar, pero hace unas caras de desagrado cuando la mujer responde, quiero concentrarme más pero no logro escuchar nada; cuando por fin traen mi café, los ignoro y me concentro en la delicia que esta ante mí, le doy el primer sorbo y siento la vibración de mi móvil
- ¡Nos vamos!
- ¿Tan pronto?
- Llámeme de nuevo, ¡nos vamos!
- ¿A dónde vamos? – pregunta ya desanimado
- Vamos al club VIP, verá a la señorita Nicole Tylor
Unos veinte minutos más tarde, con la luna brillando más que nunca, nos encontramos en el club VIP de la compañía, he pedido solo una copa de vino porque a veces no lo tolero, el jefe se ha tomado unas dos, pero su acompañante lleva siete con la que se está tomando ahora.
- Mi ex era un estúpido, era un bastardo – pronuncia la dama que acompaña a Jackson con algo de enojo, la escucho con claridad porque estoy justo al lado de ellos
- ¡El me dejo por otra! – grita de la nada la mujer haciéndome saltar del susto
El jefe intenta quitarle la copa de la mano pero esta se la lleva a la boca y bebe el contenido como si fuera agua, me sorprende su manera de tomar, ¡Dios! Si la lleva a la compañía se bebe todo, lo más loco fue cuando la chica comienza a llorar haciendo que hasta yo sienta vergüenza, esta vez el jefe no debe escribir, yo misma voy al baño y hago la llamada de emergencia.
A este punto ya estoy cansada, pero no me quejo porque he ido a muchos lugares gratis, esta vez ni pregunto, la chica daba pena ajena.
- ¿A dónde?
- Al cine, la última es Danna Rodriguez – respondo con algo de agotamiento
La verdad no sé cuál es la razón por la que el jefe hace esto, pero es una mierda total, que citas tan espantosas, espero que la última sea la vencida, ya quiero irme.
Llegando al cine, el hombre espera cerca de la entrada y yo del otro extremo, de repente aparece una mujer preciosa que capta las miradas, hasta yo la miraba de pies a cabeza, todo bien hasta que ella se abalanzó y le dio un beso en los labios, ¡auch! Ese choque de bocas debió doler, seguro le hizo una partidura. Antes de entrar a la sala, paso por mi boleta que la ha dejado el jefe en las taquillas, entramos y me siento justo detrás de ellos, al preciso momento de empezar la función la mujer vuelve a encimarse al jefe y lo besa como si estuvieran en el cuarto de un hotel, el intenta alejarla, toma su móvil pero la mujer se lo arrebata y lo guarda en su bolsa, me resulta algo incómodo pero no puedo hacer nada, así que veo mi película.
- ¡Ya basta! – grita el jefe poniéndose de pie y subiendo su cremallera, le arrebata a la mujer el móvil y sale de la sala de cine
- ¡Nos vamos!
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Si, acepto el contrato (COMPLETO)