Narra Jackson
Luego de un día bastante pesado, debo volver a casa, Grace regresó antes y yo me ocupé de otros asuntos, gracias a Dios, las cosas en la compañía han tomado su rumbo, me hace sentir bien que ya todo ha vuelto a la normalidad, no sé qué sería de nosotros sin el abuelo. Cuando abro la puerta un olor a comida llega hasta mis fosas nasales, parece que no le va tan mal a la chica en la cocina
- Señor, ¿quiere le sirva un poco de caldo? – menciona la chica al verme
- Oh, no, ya no tengo hambre – respondo sonriendo por dentro, ella me mira con cara de pocos amigos y muerde sus labios
- ¿Para eso me hizo salir de la oficina? ¿Se está burlando de mí? – cuestiona frunciendo su ceño
Yo subo las escaleras sin prestarle atención, por cada una que me haga se la voy a devolver al doble.
- Gracias por la dona – digo una vez llego al pasillo del segundo piso
- ¡Es un idiota! – grita con enojo y comienzo a reírme en mi cuarto
Al día siguiente nos preparamos para ir hasta los viñedos, voy con Grace y mi madre, ella tenía mucho de no ir y le emocionada la idea de regresar y recordar sus últimos tiempos allí con mi padre. Así que muy temprano en la mañana emprendemos nuestro viaje a las afueras de la ciudad, son un par de horas en el camino y tenemos que estar antes que el equipo de grabación llegue, necesito que todo sea perfecto. Durante el viaje mi madre nos contaba sus historias con mi padre, ya yo la he escuchado muchas veces pero parece que mi secretaria no, está tan concentrada escuchando que parece un tema de mucho interés, veo que a mi madre le agrada ella, me pregunto si sería igual con Chanel.
- ¡Oh! este lugar cada día es más hermoso – dice mi madre mirando el gran terreno que luce fresco y radiante con la luz del sol
- Vaya, esto es más grande de lo que imaginaba – menciona Grace saliendo del auto
- ¿Nicholas nunca te trajo al viñedo? – pregunta mi madre tomándola del brazo
- No, nunca tuve la oportunidad de venir
Los tres ingresamos y el encargado es el primero en recibirnos
- Bienvenidos, es muy agradable verlos de nuevo por aquí – dice Freddy, el hombre que ha estado a cargo por muchos años al funcionamiento general del viñedo
- Para nosotros también es muy agradable volverlo a ver Freddy
Le doy un abrazo al hombre que ya está bastante avanzado de edad
- Esta hermosa dama debe ser tu esposa – menciona el hombre refiriéndose a Grace
- Si, ella es mi esposa – digo sin darle la gran importancia.
Todos ingresamos a la casa donde solíamos quedarnos, es un estilo de cabaña acondicionada para los días que deseábamos quedarnos en este lugar, tuve los mejores momentos de mi infancia en este viñedo.
Una hora más tarde nos encontramos en las bodegas, quería inspeccionar como va todo con el nuevo producto, ya estamos acordando la fecha de su lanzamiento.
- Señor una vans desea ingresar, dice que es Danilo con el equipo de filmación – dice el encargado de la seguridad
- Dígales que pase – respondo para que puedan darle inicio a su documental
- Bien señor Jackson, voy a recibir a las personas que llegaron – menciona Freddy saliendo de la bodega
- Solo si me necesitan me llaman, de lo contrario hagan como si no estuviera
El hombre ríe por mi comentario y se va, quise venir para saber que harán unas buenas tomas, quiero que luego de que salga al aire hablen bien de la compañía de mi padre, no quiero ganar protagonismos por algo que no he construido, quiero que él se lleve todos los méritos de su propio trabajo.
Regreso a la cabaña donde se encuentra mi madre y Grace, allá mi madre me esperaba con un rico almuerzo, ya me hacía falta la comida de casa.
- La última vez que vine a este lugar, tu padre no quería irse, decía que le gustaba más estar aquí que en nuestra propia casa, incluso me dijo que en algún momento debíamos mudarnos pero le dije que no, de saber que todo esto pasaría, hubiera accedido.
Mi madre parece nostálgica, sin dudas este viaje le hace recodarlo
- No se ponga triste, señora Dilaila, no somos adivinos, hay situaciones difíciles que deben pasar por alguna razón divina, usted fue afortunada en tener en su vida a alguien como el señor Nicholas, entre tantas mujeres Dios la escogió a usted, y con usted compartió los mejores momento de su vida
Miro a Grace y me resulta muy hipócrita, quien diría que esa misma chica dulce fue la que me dijo hijo de perra.
Un par de horas más tarde, escucho la vans del equipo de Danilo, creo que han terminado.
- Bien, creo que ya es hora de volver – digo mirando mi reloj, ya está por anochecer
- Si, ya el sol se está ocultando
Mi madre y Grace toman sus cosas, ambas se disponen a salir, nos despedimos de Freddy y nos dirigimos hasta el auto, me pongo mi cinturón de seguridad y cuando enciendo el auto este no responde, hago varios intentos y no entiendo que sucede, estas máquinas no son mi fuerte, no entiendo que le pasa a esta mierda.
- ¿Todo bien? – dice Freddy corriendo hacia el auto
- No sé, no arranca
Salgo del auto y sin saber dónde mirar, dejo que Freddy lo chequee.
- Mi querido Jackson, yo soy de la vieja escuela, la tecnología de tu auto no la comprendo en lo más mínimo – dice Freddy rascando su cabeza
- Bien quizás deba llamar a la empresa para que manden un mecánico o alguien que arregle esta porquería.
Hago la llamada y veo a mi madre algo preocupada, me observa por la ventanilla del auto mientras puedo solucionar el inconveniente.
- ¿Qué te dicen? – pregunta mi madre cada dos segundos
- Creo que tendremos que quedarnos esta noche, una persona vendrá pero pueden enviarla mañana a primera hora
- No traje nada para quedarme aquí – dice Grace quien es la que parece más angustiada
- No te preocupes, tengo algo de ropa en la habitación que compartía con Nicholas
¡Mierda! No había caído en cuenta que solo hay dos habitaciones en la puta cabaña
- Es muy amable señora Dilaila - responde Grace con una sonrisa que se le borrará en cuestión de segundos
- Deje el drama, usted no es de mi tipo – menciono volteándome boca abajo y cerrando mis ojos
- Lo sé, una mujer decente como yo nunca será de su tipo; usted tampoco se crea la gran cosa
- Entonces ¿por qué reacciona de esa manera? ¿Se siente intimidada por compartir una cama con un hombre como yo? – cuestiono por su actitud
- ¿Quién lo dice?
La chica camina hasta la cama y se acuesta a mi lado
- Ve, no pasa nada, solo duerma y ya
Ambos nos ubicamos dándonos la espalda, de esa manera el sueño llega a nosotros, la noche fue tranquila, estuve al principio algo ansioso porque ella parece agresiva, pero creo que ambos amaneceremos vivos.
No sé qué hora es, olvidé poner mi alarma, pero un rayo de luz me incomoda en el rostro y me veo forzado a despertar, bostezo abriendo mi boca lo más que puedo, me remuevo un poco pero me resulta algo difícil, siento un peso en mi pecho que no me deja estirar bien mis brazos, cierro mis ojos con fuerza en varias ocasiones para aclarar mi vista, miro hacia mi pecho y casi muero del susto, había olvidado por un segundo que estaba en la cabaña; Grace está poyada en mi pecho, me tiene rodeado con su brazo y su pierna, parece muy cómoda luego de no querer dormir conmigo en la misma cama.
- Señorita Grace – menciono para despertarla – Señorita Grace – repito pero parece muerta, por lo que me veo en la obligación de estremecerla un poco
- ¿Qué sucede?
La chica levanta un poco su cabeza y salta espantada cuando me ve
- Lo siento señor, yo… yo estaba, estaba dormida, no sabía lo que hacia
La miro y niego con mi cabeza
- Tanto drama y termina encima de mí, la verdad no se ni que pensar de usted
Me pongo de pie y salgo de la habitación sintiéndome victorioso.
Al cabo de un rato el hombre de la compañía me trae otra camioneta mientras revisan la mía para saber lo que sucede, así que muy temprano volvemos porque no podemos faltar a la oficina dos días seguidos, así que apenas pisamos la ciudad nos organizamos y nos dirigimos al trabajo, durante ese tiempo Grace no comenta nada, parece que está avergonzada.
Antes de mediodía estamos en la oficina para darle continuidad al trabajo, ella está en su escritorio y no se ha quejado en todo el día, todo lo que le pido que haga lo hace sin protestar, sin duda fue lo mejor del mundo, de haberlo sabido antes dejo una sola habitación en la casa
- Buen día, lamento venir sin avisar – esa voz, levanto mi mirada y me encuentro con Chanel
La chica me sonríe de una manera algo diferente, no la esperaba en Londres
- Chanel, por favor entra, ¿Cómo estás? - Me pongo de pie de inmediato para recibirla
- Muy bien, sé que es algo repentino pero quiero hablar contigo, a solas – dice ella mirando a Grace que está en su escritorio
- Claro, ¿Grace podrías dejarnos un segundo a solas?
La secretaria nos mira extrañada y sin más sale de la oficina.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Si, acepto el contrato (COMPLETO)