Sin Darnos Cuenta romance Capítulo 37

Estamos en absoluto silencio mientras caminamos hacia el vehículo que nos ha venido a buscar, creo que ninguno de los dos estábamos preparados para esta noticia —¿Y ahora que haremos? — Me pregunta con un hilo de voz mientras sigue mirando sus pies.

—Supongo que regresar al plan original, ¿no? — Respondo mirándola con una tímida sonrisa.

—No quiero que me mal entiendas... me encanta saber que estoy embarazada de ti, solo que después de nuestra última conversación me había hecho a la idea que no ocurriría ahora...— Se explica y solo puedo detenerme en medio de la calle y acariciar su rostro.

—Dana, amor... mírame. — Le pido fijando mi mirada en la suya —Todo estará bien, sé lo que hemos hablado, pero también sé lo mucho que queríamos este bebé.— Explico y su sonrisa se hace presente mientras lleva una de sus manos sobre su abdomen.

—Un hijo tuyo. — Dice como si fuese una confesión.

—Nuestro. — Le corrijo y llevo una de mis manos sobre la de ella.

—¿Eres feliz?— Me pregunta mientras sus ojos se cristalizan.

Muero de amor al verla así, es tan dulce... —Muchísimo, tendré un hijo con la mujer que amo que, además, es mi mejor amiga ¿Qué más podría pedir?— Confieso y hay demasiada verdad en mis palabras.

—Te amo. — Murmura y lleva sus brazos por encima de mis hombros.

—Yo más a ti mi amor. — Replico y siento que podría detener el tiempo en este instante. Solo quisiera quedarme así con ella para siempre.

Sus labios se acercan a los míos y como si fuese un pacto, lo sellamos con un beso de esos que están llenos de palabras que no son necesarias decir.

[...]

Contemplo lo bella que se ve mientras se va quedando dormida a mi lado en esta cama y solo puedo sentirme el hombre con más suerte del mundo. Miles de veces se me había cruzado por la cabeza la idea de ser padre. He soñado infinitamente con un bebé, pero esto va más allá de mis sueños. Esta verdad es mucho más hermosa de lo que podría haber llegado a imaginar. Acaricio su cabello suavemente mientras se va quedando dormida, hasta que un golpe en la puerta de nuestra habitación rompe el silencio.

Me levanto rápidamente de la cama y voy a abrir la puerta para encontrarme con Esperanza, quien me mira expectante.

—¿Cómo se encuentra Jordana?— Me pregunta con preocupación y decido ocultar la noticia que nos ha dado el doctor, al menos eso es en lo que hemos quedado con Dana por ahora.

—Bien, está descansando. — Me limito a responder.

—Pero ¿Qué les ha dicho el doctor? — Presiona y respiro profundo para no fallar en mi actuación.

—Una baja de presión, nada grave. — Respondo.

—Vale, asegúrate que descanse bien para que mañana podamos viajar. — Me pide.

—Ya está durmiendo. —

—De acuerdo, nos encontramos mañana en el lobby a las 10 de la mañana. — Instruye y solo asiento antes de cerrar la puerta.

—No le digas nada aún. — Me interrumpe su voz entre dormida mientras regreso a la cama.

Me acuesto a su lado nuevamente y vuelvo a acariciar su cabello —No lo hare, y no porque no quiera. No le diré nada porque primero debemos ver a otro doctor y darle la noticia a la familia. — Le aclaro y ella se da la vuelta para abrazarse a mí.

—Serás el padre más sexy del mundo. — Bromea y solo puedo reírme de sus ocurrencias.

—Y tú la madre más hermosa, pero ahora necesito que descanses. No quiero que mañana estés como un zombi.— Bromeo.

—Buenas noches. — Dice firme.

—Buenas noches, amor, descansa. — Susurro

***

Al día siguiente: 27 de octubre

—Dana, por favor alcánzame esa maleta.— Le pide Amanda cuando bajamos de la furgoneta y antes de que ella lo haga, tomo la maleta y se la alcanzo.

—Aquí tienes. — Digo firme, ni loco que este le dejo hacer fuerza a ella.

—Gracias...— Me dice con dudas y prefiero ignorar su comentario y continuar caminando con Dana hacia el área de seguridad.

—Amor, no estoy invalida... además, si haces cosas así todos se darán cuenta. — Comenta bajito.

—Pues no me importa. Te voy a cuidar y esa es mi última palabra... además, créeme que cuando comience a notarse el embarazo no habrá como ocultarlo.— Explico con una enorme sonrisa en mi rostro y ella ríe.

—¿Me querrás cuando este como una ballena?— Me pregunta entre risas.

Aparto mi mirada de la revista y miro a mi hermana para simplemente asentir. —Es verdad, Dana está embarazada. — Respondo sin saber cómo dar la noticia ya que no me esperaba que las cosas fueran así.

No quiero ni pensar lo que me espera con la prensa y con mi equipo —¡No lo puedo creer, seré tía!— Exclama con gran entusiasmo y se acerca a mí para abrazarme con más fuerza de la que puedo resistir en estos momentos.

Tan solo puedo abrazar a mi hermana e intentar asimilar que ya todo el mundo está enterado de la noticia sin siquiera haber sido yo quien diese el anuncio —¿Ya se lo has dicho?—Nos interrumpe su voz y mi hermana me suelta para ir a abrazarla a ella.

—¡Cuñi, pero que hermosa noticia! Y pensar que ustedes se conocieron por mi...— Bromea mi hermana y solo puedo sonreír a pesar de todos los problemas que nos esperan.

—No puedo creer que seas tan bocaza.— Se queja ella y niego.

—Cariño, que no he sido yo...— Me defiendo y le doy la revista para que lea.

Su mirada al igual que la mía es de asombro y por supuesto que de algo de miedo. Nuestro plan era diferente... apenas estábamos intentando asimilar la noticia nosotros, pero ahora ya todos lo saben —Pero... ¿Cómo?— Es lo único que logra preguntar y yo lo único que puedo haces es encoger mis hombros.

—No tengo idea amor, si no es por Tammy yo ni enterado. — Explico mientras que ella se sienta en el sofá y me mira confundida.

—Esto es un gran problema.— Comenta preocupada y antes que pueda hacerlo yo, es mi hermana quien se sienta a su lado.

—Dana, mírame... tú no te preocupes por nada de todo esto. Tú solo preocúpate de que mi sobrinito o sobrinita este bien, ya verás que mi hermano se encargara que todo esté bien.— Le explica y agradezco mucho que la esté tranquilizando porque yo en estos momentos aún no sé ni cómo reaccionar.

—Sé que debo cuidarme, pero es que lo que se viene no es fácil.— Comenta asustada y ahora si que debo ser yo quien se arrodille frente a ella y lleve mis manos sobre su vientre.

—Amor, tranquila... todo estará bien y esto no nos afectará. Solo cuídate, ¿sí? Necesito que los dos estén bien.— Le pido y mi hermana me lanza una sonrisa en modo de aprobación.

—Lo hare, es que debimos haber esperado... somos unos inconscientes.— Se queja.

—¿Fue planeado?— Pregunta Tammy y muevo mi cabeza.

—Algo así... luego te explico. — Digo pícaramente y luego vuelvo mi mirada a Dana. —Amor, ya... despreocúpate, de todas formas, se te iba a notar en unos meses. — Bromeo para intentar de que ella se relaje.

—Si, eso lo sé... quizás debamos cambiarnos e ir a hablar con tus padres para decirles que si serán abuelos, no queremos que también se enteren por una revista.— Propone y en eso claro que lleva razón.

—Vale, vamos.— Digo firme y acordamos con Tamara de vernos en la casa en un rato. No era exactamente, así como imagine que anunciaría la noticia de que seré padre, pero supongo que la cosas se dan como deben darse y no como queremos...

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sin Darnos Cuenta