Sin Darnos Cuenta romance Capítulo 38

—Ya no tenemos mucho que decir. — Comenta mientras mi hermana abre la puerta de la casa y entramos los tres.

—Dana, mis padres amaran que ustedes confirmen la noticia, sé que hubiese sido más emocionante que fuese una sorpresa y tal, pero lamentablemente la prensa no tiene piedad ni siquiera de ese tipo de noticias. — Le anima Tammy.

—Lo sé, siempre supe la vida que llevaba Franchesco, es solo que ahora soy parte de esa vida y debo acostumbrarme. — Comenta mientras me mira.

Avanzamos por el salón hasta que mi madre sale de la cocina y al vernos sonríe —Por favor díganme que la noticia es cierta. — Nos dice con entusiasmo y Dana y yo solo nos podemos mirar como intentando ponernos de acuerdo y asentimos a la vez.

—Serás abuela.— Respondo finalmente y su enorme sonrisa me hace feliz.

—¡Mi hijo más pequeño me dará un nieto!— Exclama haciéndonos reír y se acerca a nosotros para abrazarnos a los dos a la vez. Amo que mi familia este tan feliz con la noticia; esto hace que el mal trago de la nota en la revista no sea tan amargo.

—Madre, siento mucho que te hayas enterado así. Nosotros apenas nos hemos enterado de la noticia hace muy poco y estábamos intentando hacernos a la idea.— Explico mientras que mi padre y mi hermano se unen a la improvisada reunión familiar que se ha dado en el salón.

—Vaya, ¿entonces es verdad?— Pregunta Dante.

—Sí, pero ni siquiera sabemos cuántas semanas tiene... como comprenderán no esperábamos que se filtrara la noticia. — Explico.

—Todo ira bien hijo, ya verás que esto no te afectara.— Comenta mi padre.

—Eso espero...—

Realmente aprecio demasiado todo el apoyo que nos da mi familia, definitivamente sin ellos esto no sería igual. Amo que se hayan reunido todos alrededor de la mesa en una cena improvisada para conversar del asunto y que mi madre, Tammy, y mi cuñada le den consejos a Dana para sobrellevar los síntomas del embarazo ya que ellas saben perfectamente que mi futura esposa no tiene familia y que se ha aferrado a todos nosotros como su única familia, y en conclusión ya lo somos...

[...]

Al día siguiente: octubre 29

Me hubiese encantado que viniese conmigo a la grabación de la publicidad, pero ella tenia razón; el hecho de que nos vean juntos solo empeorara la situación más y más... Al entrar al estudio, las miradas de todos se clavan sobre mí y si... mueren por preguntarme si la noticia es cierta, pero no se atreven.

Respiro profundo, tomo valor y voy... —Hola a todos, si la noticia es cierta seré padre. — Digo finalmente y la mayoría sonríe al verme feliz excepto Amanda y Mariela que prácticamente quieren asesinarme.

Los abrazos y las felicitaciones me hacen sentir mucho mejor, pero al llegar a ellas todo cambia —¿Puedes decirnos en que estabas pensando? ¿Cómo has dejado que una noticia así se filtrara?— Me reclama Mariela, quien es la encarga de toda la parte publicitaria.

—¿Tú crees que yo he elegido que una revista publicara la noticia sin yo podérselo decir a mi familia?— Respondo molesto. —Pues te cuento que no... Fuimos a un doctor porque mi novia estaba mal y nos hemos enterado de la noticia allí. Siento mucho si al mundo no le gusta que vaya a ser padre junto a la mujer que amo, pero mi vida personal no está en negociación...— Replico con rabia.

—Franchesco, tranquilízate. — Me pide Amanda.

—No Amnda, no me tranquilizare... Llevo años haciendo y diciendo lo que el mundo quiere oír y ver de mi, pero en esto no cederé. Ese hijo que viene en camino no es un error ni nada parecido, ella y yo queríamos ser padres y así será.—

—Franchesco...— Irrumpe Mariela.

—Franchesco nada, si tanto le gusta mi arte, la gente debera aceptarme con hijo, con novia, esposa... o lo que sea que yo decida hacer con mi vida; de otra manera querrá decir que realmente no les gustaba lo que hago, si no la imagen que doy y esto es completamente ridículo, yo soy artista, no un modelo… este hombre que está aquí es feliz con su futura paternidad.— Digo sin rodeos.

Estoy harto, no soporto más toda esta estúpida situación de pretender ser el hombre perfecto, el artista que no solo es bueno, sino que es “guapo” ... estoy cansado de vender una imagen... Es tanto mi cansancio de esta maldita situación que no resisto estar en este estudio. Sin dar ninguna explicación más, salgo del estudio y subo a mi auto lleno de rabia.

Conduzco por las calles de Málaga acelerando más y más mientras pienso que es la primera vez que estoy viviendo mi vida de verdad y al hacerlo me encuentro con todo este mundo ficticio que han creado a mi alrededor donde se suponía que debía ser el artista soltero más codiciado de España y con ello la palabra "familia" estaba prohibida para mi...

Sigo acelerando hasta que intento frenar, pero es tarde... todo es negro a mi alrededor... el tiempo parece haberse detenido aquí.

[…]

Días después: 17 de noviembre

—Es que hoy deberías estar en la inauguración de tu exhibición, y mírate aquí aun inconsciente. — Escucho la voz de esa mujer es dulce... tanto que quiero verla y saber quién es. Mis parpados pesan tanto que me cuesta demasiado abrir mis ojos...

Cuando finalmente consigo hacerlo me quedo deslumbrado ante su belleza. Su cabello castaño esta algo desordenado, sus ojos miel me miran sorprendidos y no entiendo porque ha estado llorando —¡Amor, has despertado!— Exclama y sin darme tiempo de reaccionar me abraza. No puedo evitar quejarme del dolor y es que me duele todo el cuerpo —Lo siento...— Dice bajito y me mira —¿Cómo te sientes?— Pregunta y tan solo puedo mirarla extrañado.

—Bien... supongo, pero... ¿Tú quién eres?— Me atrevo a preguntar y creo que no se esperaba que lo hiciera.

No sé quién es esta mujer, pero la manera que las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas me hace entender que me conoce. En realidad, ni se cómo me llamo...

La veo salir de esta habitación y al encontrarme solo miro a mi alrededor. Estoy conectado a maquinas que hacen diferentes sonidos, hay morados en todos mis brazos, y al tocar mi cabeza siento que me duele.

—Hola Franchesco, me han dicho que has despertado. — Dice un señor de cabello grisáceo con batín blanco al entrar al lugar.

—¿Me llamo Franchesco?— Pregunto con dificultad.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sin Darnos Cuenta