Sin Darnos Cuenta romance Capítulo 46

Siempre que termino de hablar de mis cuadros, no puedo evitar sentir lo mismo que sentí al momento que los estaba pintando y por ende esta adrenalina que me recorre por dentro. Lo que no había sentido nunca es esta hermosa sensación de saber que al salir del lugar, habría alguien esperándome y que ella significaría toda mi vida. Claramente, menos imagine que seria mi mejor amiga.

Salgo del estudio y prácticamente me echo a correr hacia ella para abrazarla tan pero tan fuerte que debe recordarme que le estoy apretando demasiado. —Discúlpame amor.— Le digo avergonzado y le miro a los ojos —¿Te hice o le hice daño a la bebé?— Pregunto preocupado y niega con una sonrisa en su rostro.

—Claro que no cariño, solo que no podía respirar. — Se explica y lleva una de sus manos a mi rostro para acaríciame suavemente. —Has estado increíble. — Comenta con orgullo y la felicidad que me hace sentir en estos instantes es indescriptible.

Quiero que siempre estemos así. No me imagino un momento importante de mi vida sin tenerla a mi lado. Sé que puedo sonar egoísta, pero realmente quiero que estemos juntos siempre —Dana, amor... sé que lo que te pediré es una locura.— Intento decir, pero ella lleva su mano sobre mis labios para callarme.

—¿Los conversamos en el hotel mejor?— Me propone y de inmediato asiento.

—Vale...—

[...]

Pocos fueron los minutos que tardamos en quitarnos la ropa al entrar a la habitación y meternos en la bañera tal como se lo he prometido esta mañana. La espuma cubre nuestros cuerpos y el tenerla así entre mis piernas es todo lo que está bien en este mundo.

Llevo mis manos a sus hombros y comienzo a hacerle masajes. —Estas muy tensa cariño.— Comento al sentir como están sus músculos.

—Es que todo lo sucedido me ha puesto muy nerviosa.— Se justifica.

Me inclino un poco a ella y dejo tiernos besos en su cuello —Todo estará bien. Solo necesitas cuidarte. — Afirmo y lentamente voy moviendo mis manos hacia su abdomen. —Las dos estarán bien, ya verás.— Le susurró al oído y sonríe.

—Amor, ¿Qué es lo que me ibas a pedir cuando has salido del estudio?— Me pregunta cambiando de tema completamente.

«Sé que lo hace para distraerme...»

—Entenderé si dices que no, pero es que me he dado cuenta de que el verte al terminar de hacer una entrevista es demasiado hermoso. Siento que nunca quiero separarme de ti o de nuestra hija... Sé que tú tienes una carrera, pero quizás por unos años hasta que sea momento de que la niña comience a asistir al jardín de niños o la escuela, podríamos viajar juntos a las exhibiciones y todo eso...— Le explico con algo de miedo a que me diga que no.

Sé que parece una locura, pero también he visto muchos pintores involucran a sus familias en lo que hacen y al menos esto hace que esta carrera sea menos sacrificada en ese aspecto. Odiaría perderme las sonrisas de nuestra hija, sus primeros pasos, sus primeras palabras... Odiaría que la distancia arruine la relación que Dana y yo hemos construido. Simplemente quiero conservar todo esto que tenemos de la mejor manera posible.

Se podría decir que el silencio en este lugar hace demasiado ruido. Me pone nervioso... ¿Seré capaz de aceptar un no? Si es así debería entenderlo... después de todo yo no puedo hacer que ella deje todo a un lado por mí.

De pronto, ella coloca sus manos sobre las mías encima de su abdomen y entrelaza nuestros dedos suavemente debajo del agua. —Me gusta mucho tu propuesta. Creo que podría funcionar...— Me dice finalmente y sonrió.

—¿Es un sí?— Pregunto con un hilo de voz.

—No quiero que esta familia este separada cuando debas ir a las exhibiciones o futuras promociones, y como dices tú, hasta que la niña deba ir a clases creo que podemos hacer que funcione. — Me dice con entusiasmo y siento que vuelvo a respirar con calma.

—¡¿De verdad aceptas?!— Pregunto con una enorme felicidad que prácticamente no me cabe en el pecho.

—Claro que si...— Expresa mientras se va acomodando dentro de la bañera hasta quedar de frente apoyando su espalda en el lado opuesto a mí.

Siento tanta felicidad...

Me arrodillo y lentamente me acerco a ella. —Te amo, gracias por ser así conmigo. Gracias por siempre caminar juntos en todo esto.— Le digo tomando su precioso rostro entre mis manos.

—Aunque aún no estemos casados, ya somos familia... Tú y tu familia han sido los que me han enseñado que la familia esta para apoyarse en todo momento. eso es justamente lo que quiero hacer.— Me dice mientras me sonríe de la manera más bonita del mundo.

—Llevas razón. — Replico con una enorme sonrisa —Ya somos familia.— Afirmo y sin poder controlar más este deseo por besarla y amarla, fundo mis labios con los suyos.

[…]

16 de diciembre

Hace dos días que ha actuado de manera muy extraña. Sé perfectamente que piensa que me he olvidado de su cumpleaños. Lo que llama mi atención, es que no me haya dicho nada ese mismo día. Supongo que todo el problema de salud que tuvo el mismo día de su cumpleaños, le ha impedido ponerse furiosa conmigo. Lo que ella no sabe, es que mi supuesto olvido tenia un objetivo.

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