Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA) romance Capítulo 19

Una semana después ya podemos llevarnos a Matty a casa. Todos los exámenes mostraron una mejoría de como mi hijo estaba antes del trasplante. No fue nada exagerado. Él sigue teniendo leucemia, pero el doctor nos dijo que tiene fe en que Matty podrá ponerse mejor.

A Jace y a mí el doctor nos da una pequeña charla de los cuidados que tiene que tener Matty ahora que vaya a casa. Sé que lo hace por protocolo porque yo me sé ese discurso de memoria de tantas veces que lo he escuchado este año. Jace en cambio está muy concentrado escuchando todo lo que el doctor tiene para decirnos. Asiente en los momentos adecuados y le hace algunas preguntas que el doctor responde con buena voluntad. Me siento maravillada por este hombre y el compromiso que tiene con los mellizos. Él quiere ser parte de su vida y de ahora en adelante lo estará.

Como se lo he dicho, es un buen padre

Es día sábado. Emma está cuidando de Mia en mi departamento mientras Jace y yo venimos a buscar a Matty. No trabajo hoy, obviamente el instituto no abre los sábados, pero Jace si comenzó a trabajar este día hace unas semanas. Su oficina de turismo va viento en popa. El otro día me confesó que no tenía mucha ilusión, que no pensaba que fuera a funcionar realmente su proyecto, pero todo a resultado de manera favorable para él. Me alegro, es su sueño hecho realidad.

Comenzamos a recoger algunas de las cosas de Matty que están repartidas a lo largo de la habitación. Son la una de la tarde. Estoy segura de que Jace debería estar trabajando en este momento.

-Tus empleados deben de estar de fiesta- digo en broma- Su jefe está llegando muy tarde.

Jace ríe. Últimamente nos llevamos mejor, aunque la mayor parte del tiempo estamos con gente. Ya sea nuestros hermanos o nuestros hijos. Nunca estamos solos. Ahora lo estamos o a medias. Matty duerme en su silla de auto que aún debe usar. Jace trajo su nuevo auto hoy.

-Me tomé el día libre- me dice mientras recoge uno de los juguetes de Matty del suelo- Dejé a cargo a uno de mis empleados de confianza.

- ¿En serio? ¿Quién?

-Mi hermano.

Frunzo el ceño. Josh está estudiando medicina al igual que Emma. Sé por ella que aún sigue en clases porque le falta aprobar algunos ramos. No creo que tenga tiempo de trabajar en la nueva oficina de su hermano y más cuando ésta tiene tanto éxito y trabajo.

-No es Josh- dice Jace como si leyera mis pensamientos- Es mi hermano mellizo, Joe.

Abro los ojos con sorpresa. Sabía de la existencia de ese chico, pero no lo conozco. Aunque claro la única persona de su familia que conozco es a Josh.

-Pensé que no te llevabas bien con él.

-Mia y Matty hicieron que abriera los ojos- dice él con el brillo en sus ojos que siempre tiene cuando habla de sus hijos- Ellos son cercanos. Muy cercanos. Tienen ese vínculo de mellizos que yo siempre he querido tener con Joe. Al ver a nuestros hijos me di cuenta de que yo también quiero a mi mellizo.

Sonrío. Este Jace no es el mismo chico sin preocupaciones que conocí en Alemania. El Jace de ahora es más real, más sabio, más maduro.

Lo malo es que cada faceta que voy conociendo de Jace me gusta. Es imposible olvidarme de él cuando todo en él me encanta.

-Me alegro por ti- digo con sinceridad- Es bueno saber que nuestros hijos han sido un buen impacto para ti.

- ¿Bromeas? Mia y Matty son como mi sueño hecho realidad.

-Pensé que tu sueño era administrar tu propia oficina de turismo.

-Yo también pensé que era eso, pero ahora que tengo a mis hijos me doy cuenta de que mi sueño siempre fue ser padre.

Aquello es como una patada en el estómago por dos razones. La primera porque me hace enamorarme de él cada vez más justo cuando pensé que eso no era posible. La segunda es que yo le quite su sueño por más de dos años. Casi tres. Todo lo que siempre quise de Jace es que cumpliera sus sueños. Cuando en verdad lo que estaba haciendo era evitar que pudiera vivir su sueño.

Le he hecho mucho daño y eso me hace daño a mí. Me mata cada día más...

...

-Llegamos a casa, pequeño- digo a Matty despertándolo.

Matty sigue estando cansado. El doctor dijo que ese sería uno de los últimos síntomas en desaparecer en caso de que él mejore del todo. Ha dormido toda la mañana y sigue con ganas de dormir.

Emma entra a la sala con una Mia muy despierta detrás de ella.

-Su hija tiene hambre- nos dice Emma con una sonrisa.

Mi hermana ha estado de un mejor humor desde que está con Josh, pero aun siento que hay algo que le molesta o preocupa. No sé qué puede ser. Ella no me lo cuenta.

- ¿Te quedas a comer? - pregunto a Emma.

-No, comeré con Josh- dice y al nombrar a Josh sus ojos brillan.

Emma toma su bolso y lo cuelga en su hombro. Le da un beso a un Matty adormilado y se va por la puerta.

- ¿Quieres pedir algo para comer o prefieres que cocine? - pregunto a Jace.

-Mejor pidamos comida. Ya es tarde y los chicos deben tener hambre.

Asiento y voy a buscar el teléfono de la casa. Cuando vuelvo veo la hermosa imagen de Matty jugando en el suelo con Mia. Están haciendo algún tipo de edificio con bloques que les compre para su cumpleaños de dos años. Hace tiempo que no veía a mis hijos jugar. Matty siempre estaba muy cansado e irritable para jugar con su hermana. Aún está cansado, puedo verlo en sus ojeras y lo lento que se mueve, pero aun así está jugando. Debe sentirse mejor si lo hace ¿verdad?

Parece que Jace piensa lo mismo que yo, porque ve con felicidad como nuestros hijos juegan. Tiene una gran sonrisa orgullosa y recuerdo que me dijo que este era su sueño. Sus hijos son su sueño.

Como me gustaría ser parte de ello, pero supongo que no me lo merezco.

- ¿Qué quieres pedir para comer? - pregunto a Jace sacándolo de su ensoñación.

-Comida china estaría bien.

- A la orden.

...

La comida llega en unos minutos y tardamos menos en comer. Estábamos muertos de hambre. Matty se comió más de la mitad de lo que le servimos. Hace tiempo que no lo veía comer tanto. Suelto unas lágrimas cuando me doy cuenta de ello. Parece mejor y más vivo. Antes era como un zombi, ahora parece mi bebé de nuevo.

Jace seca mis lágrimas pasando un dedo por mis mejillas. Sentir su tacto en mi piel de nuevo es increíble. Había olvidado ese fuego que él solía dejar cuando me tocaba hace un año. Cierro los ojos intentando guardar en mi memoria este momento. Estas sensaciones. Sé que es muy poco probable que Jace me vuelva a tocar de esta forma, casi íntimo.

Un segundo después ni mis lágrimas ni su mano está en mi cara. Tengo una sensación de vacío en mi interior que me trago a duras penas.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA)