Sorpresas de la vida (SDLV #1) (COMPLETA) romance Capítulo 20

Comienzo una de las ultimas clases de este año. Por fin podré tomarme un merecido descanso. Este año ha sido brutal. He tenido que trabajar día y noche para poder ser la buena profesora que siempre he querido ser, pero también soy mamá y quiero estar tiempo con mis hijos. Para que decir sobre Matty... al menos mi trabajo ha sido muy comprensivo al respecto. He faltado muchos días a lo largo del año y ellos no me han despedido ni descontado ese día en dinero. Cualquier otro lugar me habría echado muertos de la risa, pero aquí no lo hicieron. Les agradeceré siempre por eso. Es el mejor trabajo que podía obtener en el momento adecuado.

Me ofrecieron seguir trabajando para ellos el próximo año. Obviamente acepte. Me vendrá bien tener un trabajo estable nuevamente. Espero que las cosas el próximo año estén más tranquilas y así poder concentrarme en educar a estos chicos y hacer que le vean el lado bueno a la lectura. Que no lo vean sólo como algo aburrido que están obligados a hacer. La lectura puede ser más que agradable si encuentras el libro adecuado para ti.

Y así se los digo a los chicos de último año. Ellos comenzarán una nueva etapa muy pronto y estos días, los últimos que tienen en este establecimiento, son los últimos momentos para darles consejo.

-Cómo en la vida, en el mundo de los libros hay muchos géneros de los cuales ustedes pueden elegir- digo. Tengo toda su atención como es usual. Siempre se los agradezco- Ustedes se enfrentan a elecciones todos los días. Algunas más importante que otras. Este año se tuvieron que enfrentar a una de las elecciones más importante de sus vidas... tuvieron que escoger que hacer por el resto de su vida.

》Algunos habrán escogido ser médicos- continuo- esa fue la elección de mi hermana. Algunos ingenieros, otros veterinarios. Algunos querrán ser escritores o músicos. Artistas. Todos tuvieron que hacer esa elección y les aseguro que no fue fácil. Tenían toda una gama de profesiones y oficios para elegir. Así también son los libros. Tienen miles de ellos a su disposición, solo tienen que encontrar el correcto para ustedes. Tal y como lo hicieron con sus carreras.

- ¿Cómo supo que quería ser profesora señorita Tate? - pregunta Heith uno de los chicos problemáticos.

Sonrío. Parece que mis palabras llegaron, aunque sea a una persona.

-Siempre me gustó enseñar- respondo- Era la tutora de mi hermana pequeña porque mi madre no tenía tiempo para que ella le enseñará como lo hizo conmigo. Mis compañeros siempre pedían que les enseñará la materia antes de un examen. Yo siempre lo hacía con gusto.

Todos los chicos asienten. Tocan el timbre que anuncia el recreo. Los chicos se quedan en sus asientos con cara melancólica. Han estado así todo el mes. No quieren irse. Ni los que predicaban a principio de año que por fin iban a irse de esta cárcel lo hacen. No quieren irse, aunque creo que la verdadera razón es que tienen miedo. Tienen miedo del futuro. Que serán de ellos. Todos tienen miedo del futuro, aunque no lo digan.

Yo tuve miedo del futuro cuando quedé embarazada. Cuando le dije a Jace de los mellizos, bueno cuando lo descubrió. Cuando me dijeron que mi hijo tenía leucemia. Y ahora tengo miedo, porque no sé cómo será tener un futuro con Jace a mi lado, sin ser nada más que padres de los mismos niños. Pero algo que he aprendido es que el futuro nos tiene preparadas muchas cosas. Algunas no tan agradables.

Así son las sorpresas que nos tiene preparada esta vida.

- ¿En qué piensas? - siento una voz a mi lado

Salgo de mi estado de ensoñación y me concentró en Cam. Saca una silla de los chicos y se sienta en ella, a mi lado.

- Escuche que firmaste un contrato para trabajar al menos un año más aquí. Felicitaciones.

Sonrío. Parece menos resentido que antes. Me alegro de tener, aunque sea un poco de mí antiguo mejor amigo.

-Gracias- digo manteniendo mi sonrisa- ¿Ya firmaste tú el tuyo?

-No. He recibido varias ofertas de diferentes instituciones en todo el país. Algunas son demasiado Buenas como para no pensarlo.

Frunzo el ceño. No me gusta hacia dónde va está conversación.

- ¿En todo el país? - pregunto y él asiente- ¿Te das cuenta de que Lexie, tu hija, está aquí?

Asiente nuevamente. Pasa una mano por su cabello un gesto que me recuerda enormemente a Jace.

Basta Maddie, no es momento de pensar en Jace.

-No quería contarte esto, Maddie. Perdón. Estoy en juicio por la custodia de Lexie. Sarah... ella inventó cosas sobre mí que nunca hice. Creo que estoy perdiendo...

- ¿Por qué no me dijiste, Cameron? - digo molesta. Realmente molesta con él- Sabes que pude haber testificado por ti. Decir que Sarah deja a Lexie sola muchas veces y que yo la cuido. Pude haberte ayudado...

-Ya todo acabó, Maddie. Solo estoy esperando los resultados.

Parece derrotado. Muy derrotado. Me doy cuenta de que tiene unas grandes ojeras que demuestran que no ha dormido bien el último tiempo. Me siento mala amiga. No me di cuenta de lo mucho que mi amigo estaba sufriendo. Estaba atrapada en mis propios problemas como para ver los que él tenía.

-Si Sarah gana. Si no me dejan ver a Lexie... creo que me gustaría alejarme de este lugar.

- ¿No lucharías por ella?

-Lo he hecho. Todo este tiempo. Mis esfuerzos no fueron suficientes.

-No puedes rendirte así, Cam...

El sonido de mi celular interrumpe nuestra conversación. Lo saco de mi bolso y me doy cuenta de que es Emma. Ella tiene a los mellizos y nunca me llama en horario de clases.

-Emma- digo frunciendo el ceño.

- ¿Ella tiene a los chicos? - pregunta Cam.

Yo asiento mientras contesto y llevo mi celular a mi oreja.

- ¿Emma? - pregunto un poco recelosa.

Tengo un mal presentimiento sobre esto.

-Maddie, estoy en el hospital.

Mi sangre se congela y puedo asegurar que me pongo pálida porque Cameron rápidamente toma mi mano. Agradezco en este momento sentir su mano entre la mía, me hace concentrarme.

- ¿Qué pasó Emma?

-De un momento a otro Matty tenía mucha fiebre. No parecía para nada enfermo o resfriado. Intenté bajarla, pero nada funcionó.

- ¿Cuánto tiene?

Esa pregunta la hago mientras recojo todos los papeles que están en la mesa e intento meterlas a mi bolso. Es difícil teniendo en cuenta que debo hacerlo con una mano. Cam comienza a hacerlo por mí y le agradezco con la mirada.

- No sé en cuanto está ahora, Maddie. Pero tenía mucha. Tú sabes que no soy exagerada.

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