Soy la esposa del tío de mi ex romance Capítulo 105

Dos años despues.

Evana daba pecho a Natalia, Bennett había dejado el pecho unos días antes, y ahora solo quería tomar biberón, mientras las pequeñas niñas, aún tomaban su pecho.

Evana arrullaba a la niña, que, mirando sus ojos, iba quedándose dormida, hasta que, por fin, saciada, pudo recostarla en la cuna.

Eran tres cunas pegadas, ella puso la tenue luz, los miró, dormían con tanta paz, Evana sonrió, deseó que siempre durmieran así, toda la vida, pero supo que solo el destino y Dios podría decidirlo.

Ella volvió a la cama, su esposo estaba ahí, dormido.

Evana fue y se dio una ducha, cuando de pronto, sintió sus manos calientes, abrazarla.

—¿Estás muy cansada amor?

Ella sonrió al verlo, negó,

—Para tener ganas de amarte, nunca estoy cansada.

Él sonrió satisfecho, besó sus labios con pasión, el agua tibia corría por sus cuerpos, mientras el beso apremiaba, él la giró de espaldas, besó su cuello, sus hombros, y su espalda.

Sus manos acariciaron con toda suavidad sus pechos, porque sabía que podían estar adoloridos por alimentar a sus pequeños hijos, luego, su mano descendió hacia el monte de venus, esa zona de placer que quería estimular para que ella se sintiera satisfecha.

Sus dedos comenzaron un suave movimiento, escuchó como jadeo, disfrutando de su roce, poco a poco incrementó ese ritmo, hasta que los gemidos resonaron, cada vez más, ella pedía más.

Bajó su espalda, ella sostuvo sus manos de la pared, sintiendo como él se adentraba en su vag1na desde atrás. Marcus se movía rítmicamente, tenía todo el control, escuchando como ella jadeaba, gemía.

Además, sus manos se deslizaban a su sexo, haciéndola vibrar.

A veces no había tanto tiempo para amar, pero se las ingeniaban lo mejor posible.

Cuando llegaron al clima y sus cuerpos convulsionaron por el placer, se besaron, estaban exhaustos, se bañaron juntos.

Luego durmieron abrazados, enamorados.

Al día siguiente, Marcus salió temprano, debía arreglar unos pendientes en el trabajo, y volver antes de mediodía, pues saldrían de viaje, junto a Sabrina, Jonathan y Andresito, ya que irían a un viaje familiar.

Al llegar, vio todos los pendientes, se despidió, decidió ir a un lugar inesperado, nunca fue en tanto tiempo, excepto para enviar dinero, pero hoy, debía hacerlo.

Su madre, Fátima Ford fue enviada a ese lugar, un sanatorio en el norte de la ciudad.

Al llegar, la encontró en la sala de visitas, ella lo miró extrañada.

—¿Quién eres?

—¿Quién soy? Bueno, ¿Quién crees que soy?

—No lo sé, ¿tú quien crees que es, Andrés?

Marcus sintió un miedo en su corazón, se levantó y fue con el médico.

—SU madre ha ido desarrollando una demencia senil, hoy es un buen día para ella, la mayoría del tiempo es como si viviera una pesadilla constante, grita, llora, dice que ve un fantasma que la persigue, por eso casi siempre la pasa en su habitación, pero, hoy fue un mejor día. Comprendo la razón por la que no viene a verla, supe de su caso, es lo mejor para usted, y también para ella, como le dijo, sus días son terribles generalmente.

Marcus la miró de lejos, esa ya no era su madre, era solo la sombra de lo que fue. Salió de ahí.

Lejos de ahí, en la prisión, esa mujer esperaba que ese hombre apareciera.

Cuando Álvaro la vio, empequeñeció los ojos para reconocerla.

—¿Dónde te he visto?

—Soy la esposa de Joey Glenn, apenas supe que te encontraría aquí, vine, sé que tú sabes la verdad.

—¿Qué verdad?

—Mi esposo Joey fue asesinado junto a Hugh, él no merecía morir, ¡era inocente! ¿Quein lo mató? Dime, ¿Quién fue? Dicen que fue la policía en un fuego cruzado, pero no es cierto, sé que hay un asesino detrás.

Álvaro la miró con desdén.

—Dame dinero.

La mujer temblorosa, sacó un fajo de billetes, Álvaro lo tomó, ahora su cabello era largo, le habían salido canas, sin siquiera cumplir treinta, y encima tenía una barba oscura, hedía como si no hubiese tomado un baño en meses, no se bañaba, hasta ser obligado, solo así a veces, lograba evitar que los hombres poderosos no lo tocaran.

Capítulo ciento cinco: Lazo de amor inquebrantable 1

Capítulo ciento cinco: Lazo de amor inquebrantable 2

Capítulo ciento cinco: Lazo de amor inquebrantable 3

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