—La Sra. Leyla y Sr. Hughes eran bondadosos, ¿pero qué consiguieron? ¡La ambición y maldad de Emma!
—¡Lucy!
Alina no sabía qué decir sobre este asunto. Sus ojos estaban llenos de tristeza.
Lo que dijo Lucy también era lo más confuso por Alina.
Aunque sus padres estaban ocupados, la acompañaban caminando hacia la escuela casi todos los días. Hope y Emma también casi siempre estaban juntas con ella.
«¿Por qué se volvió así?»
Emma estaba acostada en la cama del hospital. El médico le quitó el termómetro y dijo:
—Todavía tienes fiebre. No vuelvas a mojarte de esa manera.
El médico salió después de decir algo más.
Emma y Caleb se quedaron en el cuarto. Caleb sostenía un cigarrillo encendido en la mano, pero no fumó.
Sus ojos estaban ensombrecidos.
En el pasado, Emma mostraba extremadamente su angustia para que Caleb cuidara de ella, pero esta vez no lo hizo.
Después de estar con Caleb durante tanto tiempo, conocía muy bien el significado de su gesto y entendía de cuánto mal humor estaba.
«¿Qué le pasó?»
Su plan era tan disimulado que no había posibilidad de ser descubierto por Caleb, así que, ¿por qué estaba en silencio?
A mediodía, Caleb empezó a hablar.
—¿Qué quieres?
La cara de Emma estaba pálida. Cuado escuchó la pregunta directa de Caleb, casi se asfixió.
¿Quería que se fuera Emma? ¿Ya estaba harto de verla?
Emma no sabía que Caleb estaba harto de lo que hizo durante este periodo.
Él casi ya no podía soportar su capricho.
—¿Qué quieres decir? —Emma respiró hondo y trató de suprimir sus emociones.
Caleb fumó, echó el cigarrillo ardiente al cenicero y miró a Emma con ira.
Emma se asustó por su mirada.
—Caleb.
En ese momento, la mirada de Caleb era tan aguda que Emma no le podía esconder nada.
Su corazón estaba palpitando gravemente y ella casi no podía respirar.
Ella sabía que le esperaba un mal resultado cuando vio tal mirada.
—¡Te metiste con los paparazzis! ¿Qué quisiste hacer?
Emma se quedó en blanco.
Caleb le preguntó con tranquilidad, pero Emma sintió que su cara real fue descubierta.
Su corazón seguía palpitando.
—Caleb, yo no lo hice —Emma dijo nerviosamente.
Sin embargo, la mirada de Caleb parecía más oscura que el abismo más hondo, como si Emma se cayera ahí y no se pudiera levantar.
Ella respiró hondo.
—Te había dicho que te daré lo que te quiero dar y no me pedirás lo que no tienes derecho a obtener.
Caleb dijo esto más de una vez.
—¡Sí, lo dijiste! Pero ahora no merezco lo que me puedes dar —las lágrimas cayeron de sus ojos.
Todo el mundo se emocionaría por su triste llanto.
Caleb la había ayudado mucho en su carrera y Jay era de los recursos más importantes que le había dado después de que entrara en la EF.
Pero su mano derecha ya no usarse y mucho menos podía sostener un bolígrafo. ¿Qué más podía hacer?
Por el contrario, Alina se hizo famosa en la competencia y gracias al éxito logrado en la exhibición, fundó su propia marca.
Ella lo tenía todo y nunca fue una perdedora. A pesar del fallecimiento de sus familiares, todavía era la estrella más brillante del cielo, y era envidiada por todo el mundo.
—No tengo nada más que tú, ¿lo sabes?
Ella solo podía querer a Caleb.
Como perdió la capacidad de mover sus dedos, no merecía lo que le dio Caleb.
Los ojos de Caleb estaban brillando.
Emma quería seguir canalizando su emoción pasiva, pero cuando vio los ojos de Caleb, no se atrevió a decir nada.
La mirada aguda de Caleb seguía disturbando los pensamientos de Emma.
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