Soy más rica que mi exmarido multimillonario romance Capítulo 145

En Brillante Estrella de Ingford, cuando entró Caleb, vio que Chester levantó la cabeza para beberse una copa de vino.

Caleb no sabía qué decir y frunció el ceño.

Era la primera vez que veía a Chester así porque estos años no habían vivido juntos. Y lo más importante era porque Chester siempre había sido un hombre muy indiferente. Él tenía una personalidad similar a la de Vanessa, cuyas emociones todas no se veían en la superficie.

Él era guapo e impasible, sin embargo, ¿por qué se mostraba así?

Justo cuando Chester iba a levantar la cabeza para tomar otra copa, sintió una fuerza en su muñeca y escuchó la voz de Caleb mezclada con el ruidoso fondo.

—No bebas.

Al notar que era Caleb, Chester se volvió más enojado y echó el vino en la cara de Caleb directamente.

Caleb se quedó sin palabras.

El olor frío y claro del alcohol lo hizo sentirse un poco perdido.

Al siguiente momento, Chester rompió directamente la cabeza de Caleb con la botella, por lo que la mente de Caleb se quedó en blanco.

Mientras tanto, los ojos de Chester eran tan rojos como la sangre.

En este momento, la escena se volvió caótica en un instante. Justo cuando Chester iba a levantar la botella nuevamente para golpear al aturdido Caleb, él agarró ágilmente su muñeca y le dijo con el enojo escondido en el tono:

—¿Qué estás haciendo?

Chester se quedó sin palabras.

—¿Estás loco?

En el sitio, los guardias de seguridad reaccionaron muy rápido y ya corrían hacia ellos, y al mismo tiempo, muchos invitados se asustaron bastante al ver la escena.

***

Alina y la niña durmieron tranquilas toda la noche.

Cuando dormía con su hija, Alina siempre podía descansar muy bien.

En la mesa, notó el camisón rosa de la niña que aún no había cambiado y le preguntó:

—¿Quieres que te alimente?

Cuando vio a la niña desayunando y quedándose pensativa, Alina sintió su expresión era muy linda. A pesar de todo, se veía muy mona porque era su hija.

La niña movió la cabeza y dijo:

—No, gracias. ¡Come lo tuyo!

Alina se quedó sin palabras. Después de notar el tono de la niña, ella sintió que se parecía más a Caleb.

Pero Alina se puso muy furiosa al pensar en ese cabrón.

—Anoche en Brillante Estrella, Chester golpeó a Caleb, y ahora Caleb está en el hospital.

—¿Qué? —Alina no entendió lo que pasó y miró a Andre con dudas.

Andre la miró fijamente y preguntó:

—¿Por qué crees que pelearon?

—¿Ah?

Alina todavía no comprendió por qué pelearon los dos hombres en un club nocturno y ahora se volvió más perdida por la pregunta de Andre.

—Ayer en la fiesta de cumpleaños de Penny, Chester se dio cuenta de que tú y yo tenemos una hija, así que golpeó a Caleb esa noche —Andre dijo.

—¿No son dos cosas totalmente diferentes?

—¿Crees que no están relacionadas?

Alina siempre tenía una impresión muy superficial sobre Chester, pero ahora, después de oír lo que dijo Andre, ella también estaba de acuerdo con la posibilidad de la vinculación de los dos asuntos.

Pero ella todavía sintió que era imposible, porque solo se reunió con Chester dos o tres veces.

—Creo que estás exagerando y Chester no es como lo que piensas.

Aunque tenía curiosidad sobre la situación entre Chester y Caleb, ella tenía que confesar que Caleb y ella habían sido marido y mujer, y además, parecía que Chester no tenía problemas con su personalidad, por lo que la reacción de Andre la confundió.

—¿Crees que estoy exagerando? —Andre preguntó.

Emma respiró profundamente varias veces, pero todavía no podía controlar la tristeza en su corazón.

Dio una respiración profunda de nuevo y dijo:

—Solo quiero acompañarte aquí, ¿por qué me rechazas?

Caleb le echó un vistazo con mirada muy complicada, haciendo que Emma se sintiera muy inquieta por un tiempo.

—Entonces me iré primero. Tomas, quédate aquí.

Luego ella giró la silla de ruedas y salió de la sala.

La lamentable figura hacía que cualquiera se sintiera angustiado, pero Caleb continuó mirando la ventana.

Desde que llegó Emma, él no le prestó ninguna atención, lo que presentó obviamente que él había perdido la paciencia en ella.

En el pasado, él estaba muy atento a ella y esa noche él casi hacía todo lo que podía para ella, pero ella terminó engañándolo. Lo que más odiaba Caleb era que los otros lo engañaran, porque a su parecer, eso era igual a la traición, así que Emma simplemente había cometido un tabú que a todos los hombres les disgustaba.

Emma se marchó.

¿Vamos a abandonar el hospital? —Tomas preguntó.

—¡Llámala!

Tomas no sabía qué decir, dudaba si a la que debía llamar era Alina o no.

Entonces, la intención del borracho no estaba en el vino, sino en otros fines, ¿verdad?

Realmente su herida no era grave y podría ser dado de alta la noche anterior, pero él insistió en quedarse en el lugar lleno de olor a desinfectante solo por ese motivo.

En aquel entonces, Tomas comprendió por qué hace poco Caleb quería ahuyentar a Emma. No había venido la que debería haber venido y llegó la otra que no debería aparecer. No sabía de dónde consiguió la noticia la otra.

—Bueno.

Tomas se fue inmediatamente para llamar a Alina.

Cuando Caleb era el único que quedaba en la sala, su mirada se volvió complicada, y recordó los ojos de Chester.

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