Su versátil esposa misteriosa romance Capítulo 5

Muchas personas se habían reunido a las ocho de la tarde en el circuito Vuelo Nocturno. En ese mismo día, la carrera fue organizada por Daniel y Jaime; los dos hombres adinerados habían estado en desacuerdo en Adesa por bastante tiempo. Alexánder se encontraba sentado a la entrada de la casa club. Venía vestido de manera casual, pero el aura distante y elegante que salía de él lo hacía no encajar muy bien entre el círculo de amigos de Daniel. Al ver el reloj en su muñeca, preguntó con el ceño fruncido:

—¿Dónde estará?

Daniel le contestó de manera servicial al momento:

-Se supone que llegará pronto, Alexánder.

«Solo Dios sabe cuánto esfuerzo me costó traer a un adicto al trabajo como Alexánder a este lugar. ¡Ese mocoso de Jaime va a sufrir una derrota aplastadora!»

Daniel sonrió al ver el auto de Jaime llegar.

Jaime salió primero del asiento del conductor, para que luego se abriera la puerta del pasajero. Una señorita vestida con prendas casuales y grises empezó a caminar lentamente hacia los dos hombres, acompañada de Jaime; su cabello largo y ondulado colgaba con toda libertad detrás de su cuello.

Fue en ese momento que todos pudieron ver el rostro de esa mujer; su piel blanca era impecable, mientras que sus ojos almendrados se veían tan deslumbrantes y hermosos bajo la luz que parecían capaces de hechizar a alguien. Esa señorita era todo un deleite, pero Daniel no había olvidado la razón por la cual se encontraban allí.

—¿En dónde se encuentra el corredor profesional que ibas a traer, Jaime? Yo traje a mi hermano el día de hoy; con él, la derrota te espera, mocoso.

Jaime se rio un poco y tocó el hombro de Elizabeth.

-Pues, yo no estaría muy seguro de eso. Esta señorita aquí es mi jefa, ella será quien competirá con tu hermano esta noche.

Tan pronto como Jaime terminó de hablar, Daniel se quedó viendo a Elizabeth con incredulidad: -¿Te refieres a ella? ¿Dices que es tu jefa? ¡Debes estar bromeando, Jaime! Yo traje a Alexánder el día de hoy, ¿cómo te atreves a menospreciarnos de esta manera?

Incluso a los amigos de Jaime les pareció ridículo debido a que, después de todo, Elizabeth parecía una joven señorita, delicada y frágil, a primera vista. ¡Esto iba a ser una carrera de autos de deportivos, no una de autos de juguete! Además, hay que agregar que el circuito Vuelo Nocturno era famoso por lo difícil que era correr en él; ¡un solo y minúsculo error le podría cobrar la vida a un corredor!

A Jaime no le importó lo que decían los demás.

«A fin de cuentas, todos ellos quedarán con la cara de tontos al final».

Elizabeth alzó la mirada y miró a Daniel, para luego dirigirla hacia Alexánder; ella bajó su tono de voz y dijo:

-Hay que empezar la carrera.

Después de amarrar su largo cabello con una liga, ella recogió su casco de la mesa y se lo puso con movimientos rápidos y firmes. Al ver que Alexánder aún no se movía de su lugar, ella preguntó con una sonrisa:

-¿Qué ocurre? ¿Me está menospreciando, joven amo Alexánder?

No cabía duda de que Alexánder no estaba dispuesto a competir contra una pequeña niña porque ya podía predeterminar los resultados; no obstante, Daniel tiró de su camisa y le susurró al oído:

Pasó cerca de medio minuto después para que el auto de Alexánder llegara a un alto en el circuito; Daniel no podía creer lo que acababa de ocurrir.

«¡Nunca me hubiera imaginado que Alexánder perdería la carrera!»

Pensó el joven Daniel.

Elizabeth salió del asiento del conductor al mismo tiempo que Alexánder lo hizo. Ella se quitó el casco y dijo con una

sonrisa en su rostro:

-Perdió.

Ella tuvo que admitir que derrotar a Alexánder fue bastante emocionante; Alexánder, por el otro lado, no parecía muy contento. Le echó una mirada a la mujer ante él y dijo:

—Tengamos otra carrera.

Él nunca había sido derrotado en una carrera en auto; no solo fue la primera vez que perdió, sino que también fue contra una mujer.

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