Te Quiero Como Eres romance Capítulo 202

Micaela se sintió desanimada. Pensó que ella debería leer el almanaque a saber si hoy no era adecuado para besarse.

Carlos la abrazó con una sonrisa mientras contestó la llamada.

Era Héctor.

—No voy a culpar de lo ocurrido esta vez. Pero espero que no suceda otra vez —sabiendo qué quería decir Héctor, Carlos dijo antes de que él hablara.

Al terminar de hablar, Carlos colgó la llamada.

Héctor se alivió.

Antes Carlos era el que no se debía ofender más en Teladia. ¡Pero ahora tampoco se podía molestar a su muer!

Por haber publicado noticias sobre Carlos, Entretenimiento X desapareció de la noche a la mañana en Teladia. Justamente ahora, al grupo Atenas también pasó lo mismo que a Entretenimiento X…

Por Internet, no existía ninguna noticia sobre la desaparición repentina del próspero grupo Atenas, de lo que todo el mundo se asustó.

Solo una persona demasiado poderosa podía conseguirlo.

Originalmente Micaela quería regresar a Brillantella para buscar a Eric. Pero Carlos no la permitió, diciendo que sus pies necesitaban descanso...

Probablemente era la primera modelo que tenía que descansar por el pretendido accidente laboral después de haber utilizado zapatos apretados…

Por eso, Carlos la llevó a la empresa para que tradujera algo otra vez…

Al atardecer, el móvil de Carlos sonó. Le echó un vistazo. Era de Leonardo.

Sabiendo por qué lo llamó, Carlos se puso un poco preocupado y contestó la llamada.

—Carlos, he reservado una sala grande en Celotierra. Vamos a cenar juntos.

Carlos dijo que sí y pensó que sería bueno aclarar todo cara a cara.

Después de colgar la llamada, se le ocurrió algo a Carlos.

—Chiquita, llama a Alba y cenamos juntos esta noche —Carlos miró a Micaela, quien estaba traduciendo del francés al chino.

***

Celotierra era el único hotel de siete estrellas en Teladia. ¡Tenía decoración de lujo y los chefs eran extraordinarios!

Aunque Alba no procedía de una familia de clase baja, era la primera vez que cenaba en un hotel tan lujoso. Mirando la puerta de Celotierra, se quedó con boca abierta…

Probablemente los pobres no podrían cenar en este lugar en toda su vida.

Cuando Micaela le invitó a cenar, Alba se sintió perdida. Sabía que simplemente como era buena amiga de Micaela, la invitó a cenar.

Pero todavía esperaba esta cena.

Mientras ella se odiaba a sí misma porque no debería esperar tanto…

Cuando les tomó foto a Carlos y Micaela en la fuente de la nación Mangzarent, ella de pronto sintió que estaba enamorada.

En aquel momento no lo tomó en serio. Pero al enviar la foto a Micaela, lo dudó. Quería coleccionarla en secreto…

Y lo hizo.

Después de regresar a Anlandana Micaela y Carlos, ella siempre se distraía y pensaba en Carlos, por lo que se odiaba más. Carlos era novio de Micaela, ¡y Micaela era su mejor amiga!

«¿Estoy loca?»

Ella dudaba de sí misma una y otra vez. Todo eso no era cierto. No podía enamorarse del novio de Micaela y la obsesión con él solo era debido a su apariencia…

Cuando Micaela le envió mensaje diciendo que Carlos tuvo fiebre alta al volver a Anlandana, ella se sintió nerviosa, preocupada e inquieta...

***

Salvo Tomás, todos ya estaban presentes en la sala. Eran los mismos invitados que antes.

Leonardo se mostró preocupado por algo. Y Ernesto ya no se notó tan animado como antes. Como generalmente Carlos no hablaba mucho, el ambiente estaba un poco tenso.

—Micaela, ¿has observado que Ernesto se ve un poco raro? —sentada entre Leonardo y Micaela, Olivia movió el brazo de Micaela suavemente y dijo en voz baja.

Micaela estaba enviando mensaje a Alba para preguntarle dónde estaba. Al escucharla, miró a su alrededor.

En efecto, Ernesto no solo estaba en silencio, sino que también permanecía la cabeza inclinada a la derecha, como si estuviera escondiendo algo…

Micaela no lo vio bien.

De repente Ernesto giró la cabeza un poco, las dos vieron todo claramente.

¡Había una huella palmar hinchada en la cara de Ernesto!

Las dos se miraron sorprendidas. Cuando querían decir algo, Carlos, quien estaba sentado al lado de Ernesto, habló.

—Ernesto, ¿qué te pasa en la cara?

Ernesto se asombró y contó la verdad ya que lo había descubierto.

—Ayer me encontré con un marimacho en el aeropuerto. ¡Era muy fuerte! Solo lo besó, ¡y me dio un bofetón! —Ernesto ya no quiso ocultarlo y se enojó.

Olivia y Leonardo empezaron a reírse. Pero Micaela se quedó atónica y recordó que esta mañana Alba le había dicho que ella lo había visto en el aeropuerto anoche…

Pensando, sonó el móvil y vio que Alba le respondió que llegaría enseguida.

Entonces, la puerta fue abierta desde fuera...

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