—Alonso, ¿estás seguro de que no tienes problemas psicológicos? ¿Dices que la quieres mucho, mientras quieres matarla? ¿No estás loco? —asombrada, Alba se mostró enfadada.
Este hombre no solo trató de matar a Micaela, ¡a Alba también!
—¡La quiero! ¡Pero el amor se ha convertido en odio! ¡Es ella quien me obliga a hacer esto! —Alonso ya no podía esconder nada más.
—¡Todo es tu culpa! ¡No nos dejas vivir! Iván nos quitó todo el depósito y fuimos detenidos. Cuando salimos del centro de detención, todo se había cambiado. Ya no podemos trabajar en diseño y la gente habla mal de nosotros. Aunque aguantemos la detracción, las empresas nos despiden en pocos días. ¿Quieres que muramos? —Josefina miró a Micaela con enemistad.
—Pregunté a un jefe sobre la razón por la que me despidió. Me dijo que había recibido correos electrónicos diciendo que soy una persona mala. Si no me despidiera, sería malo para la empresa. Por eso, he sido despedido una y otra vez. Ya no puedo soportar más, ¡te voy a matar! —Alonso dijo enloquecido.
—Además, ¡he encontrado que es tú quien difunde por Internet que Alonso y yo hemos robado el diseño de los demás! ¿Por qué tienes que hacer eso? ¿Por qué no nos dejas vivir? —Josefina siguió diciendo.
Con tanta rabia, Alonso y Josefina se aparecían a demonios.
Micaela sintió miedo y se escondió en los brazos de Carlos…
Ella no quería tratarles de esta forma…
No sabía que, de hecho, no había hecho esas cosas ella misma...
—Tonta, deberías decirles en voz alta que no lo has hecho —abrazándola, Carlos dijo en voz baja.
—Si ella no lo hizo, ¡pues tú lo has hecho! —Alonso escuchó lo que dijo Carlos.
—¡Él tampoco! —Micaela de pronto miró a Alonso y le replicó en voz alta.
Se escondió sin decir nada por las palabras agresivas contra ella. Pero cuando Alonso dijo que Carlos lo hizo, ella se opuso en voz alta, por lo cual Carlos se sintió conmovido.
—Absolutamente, no lo hizo Carlos. Os habéis confundido —Micaela dijo en serio.
Alba también se conmovió por Micaela. El coraje de Micaela provenía de Carlos…
—No he publicado nada de tu plagio en Internet. Raras veces navego en la red y hasta ahora no he descargado Facebook. Ni he enviado correos electrónicos a tus jefes, ni tengo idea de que dónde trabajasteis…
—¿Por qué te creemos? —Alonso la interrumpió y miró a Carlos— He preguntado a las personas que me despidieron. Una me dijo que las presionaba alguien superior. Salvo tú, ¿quién puede ser?
Aunque no podía hacer nada con Carlos, tenía medios de tratar a Micaela…
—¿No sabes que otra persona está aprovechándose de vosotros? ¿Os despertaréis hasta que muráis? —Carlos se rio fríamente.
¿Aprovechar?
Alonso y Josefina se miraron y no lo creían. No podían equivocarse porque tenían pruebas fehacientes.
—Tengo pruebas en mi casa, ¡indicando que Micaela lo hizo todo! —Alonso dijo en voz alta.
—Señor Carlos, cuando registramos su casa, encontramos estas cosas. Y las hemos traído aquí —un policía entró y dijo respetuosamente.
—Muéstramelas —Carlos frunció las cejas.
El policía trajo una caja.
Josefina se echó a la caja. Pero no podía moverse tanto por las esposas.
Sin embargo, ayer Amelia no estaba en Teladia. Además, parecía que no conocía a Alonso ni a Josefina…
Pues sería Adriana.
Ella odiaba a Micaela desde la infancia. Sin embargo, no la odiaba tanto que incluso la quería matar…
Micaela se quedó desorientada.
—No tengo que hacer tantas cosas para entramparos —Carlos dijo en un tono empedernido.
¡Tenía razón!
—Supongo que sabéis quién es el novio de Micaela. Tiene mucho poder. No sería nada difícil si quisiera haceros daño. No tendría que hacer tanto para que fallarais. Habéis recibido el castigo que os merece. ¿Qué beneficios tendría él si no os dejara vivir? —a Alba le pareció ridículo lo que pensaban Alonso y Josefina.
Después de escucharla, Alonso y Josefina se pusieron suspendidos…
¿Por qué creían tan fácilmente que Micaela lo hizo?
—¿Por qué llamáis mi atención? —Carlos miró a Alonso.
Alonso y Josefina sintieron miedo.
—Pero lo habéis conseguido de la manera más extrema.
Los dos finalmente entendió. Micaela era la novia de Carlos, pero habían intentado matarla…
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