THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN romance Capítulo 21

—¿Qué carajos ha pasado aquí?

Esa voz, Liam sabía que esa voz ahí era problemas.

Los tres se levantaron del suelo para ver a Alan de brazos cruzados notablemente irritado.

Se elevaron en el aire y Alan se acercó a observarlos a pesar de los gritos.

—Ninguno de ustedes tres parecen a punto de morir —cayeron violentamente en el suelo menos Estefan, este voló directamente a las manos de su tío.

Alan lo revisó a profundidad, buscando alguna herida mortal.

—Te sentí —Alan parecía algo fuera de control mientras apretaba el rostro de Estefan revisando a su sobrino—, parecías que estabas muriendo, estaba aún en la manada japonesa y fui donde Joon, estuve a punto de realizar un hechizo vinculante para que no se muriera, pero revivió de la nada. Está medio traumado, lo llevé al Reino y vine hacia aquí. ¿Realmente eres mi sobrino o un maldito impostor?

Estefan volvió a respirar con tranquilidad al saber que Joon estaba en el Reino.

—Tío Alan déjanos explicarle —Liam se acercó a su tío tomándolo del brazo—, tenemos mucho que contarle.

Bael se mantuvo rezagado, podía sentir el aura maligna de su padre. Sentir que perdía a Estefan lo sacudió lo suficiente para estallar su poder de manera potente, su padre debía haber experimentado mucho más que eso, ya que él considera a Estefan su hijo. Su desbordante enojo en ese momento era palpable.

“Abrázalo” Bael habló por conexión mental con Liam.

Este no respondió e hizo rápidamente lo que Bael le indico. Estefan salió del poder de telequinesis de Alan que lo tenía inmóvil. Liam abrazó más fuerte a Alan hasta que al fin su cuerpo logró soltarse.

—Tío estamos bien —Liam apretaba muy fuerte a su tío—, Estefan tuvo dificultades, pero lo sane a tiempo.

Escucho el suspiro de Alan y sus brazos respondieron a su abrazo. Bael y Estefan volvieron a respirar de nuevo, estaban lo suficientemente cansados para lidiar con Alan desquiciado por creer que ellos eran farsantes.

Aunque de nuevo se vieron atraídos por el poder de Alan, pero esta vez para un abrazo de grupo. Alan los estrujaba con fuerza.

—Mis cachorros —dijo con cariño olfateándolos—, creí… por la estúpida diosa, creí que los había perdido, estaba desquiciado.

—Papá estoy destrozado, tu abrazo es doloroso en vez de confortante —se quejó Bael—, estamos bien.

Alan los soltó y miró a todos lados.

—¿Por qué parece que pasó una guerra aquí? —Alan observó los monstruos invocados muertos—. ¡¿Hechiceros oscuros aquí?!

—Papá tenemos que explicarte que…

—Se supone que estaban aquí para una misión de exploración —Alan volvió a mirarlo con la vena del cuello latiendo—, ¡Debieron volver al palacio inmediatamente cuando supieron que había un peligro de esta magnitud!

Taylor y Theo llegaron, al igual que Cameron, Kenai y Roman se acercaron.

Alan inmediatamente hizo a los tres extraños elevarse.

—¡¿Quiénes son estos tres bastardos?! —Alan empezó a asfixiarlos.

—¡Tío son alfas de las tierras libres! —Liam sacudía a su tío—, ¡Suéltelos!

Después de que Alan soltara a los tres y le explicaran la situación muy superficialmente. Alan parecía calmarse.

Clark y Bruce también se acercaron.

—Mierda —Clark se paró en medio del camino—, ahora sí estamos jodidos.

—¿Quién es él? —preguntó Bruce—, se parece mucho a los príncipes demonios.

—Ese es Alan Hoffman —Clark trago saliva—, todos en el Reino lo llaman el anticristo, la mayor arma de la corona y el verdugo del Rey. Lo admiran, pero sobre todo le temen demasiado. Bael y Estefan son gatitos tiernos a su lado, además de mucho más razonables. Una mala mirada de nuestra parte y nos matara sin miramientos. Tenemos que actuar con sumo cuidado a su alrededor.

Bruce se acercó con más cuidado. Noto que Kenai, Cameron y Roman se levantaban. Alan se acercaba al cuerpo destrozado de Orión.

—¿Era este? —Alan miraba con disgusto—, no parece la gran cosa.

Prendió fuego al cuerpo y este se incendió de inmediato. Las cenizas cayeron a la nieve.

Liam miró a los demás, miró a Bruce y negó con la cabeza. Indicándole que no hablara antes de que su tío Alan.

—¿Dónde está Liana? —Alan se dio la vuelta mirando a sus sobrinos—, no detectó su presencia alrededor.

—Está en el Reino —dijo Bael rápidamente—, la dejamos escondida por si algo salía mal.

—Al menos no están tan descerebrados para exponer a Liana a esta masacre —Alan miró con indiferencia a los alfas presentes—, este lugar no lo vale.

—Estos son los alfas Cameron y Roman —Liam los presento intentando cambiar de tema—, Kenai es el beta de Roman y Bruce beta del alfa local. Ya has escuchado de Clark.

—El idiota que puso en peligro a Leia —Alan miraba con malicia a Clark—, y quien los trajo aquí.

—Príncipe Alan es un honor tenerlo aquí —Clark hizo una reverencia ignorando el insulto.

Alan no contestó, soltó un suspiro mirando a sus sobrinos.

—No detecto peligro alrededor, así que creo que hicieron algo bien —Alan miró a Taylor—, llevaré a la muchacha a que el zoquete de Dylan le cure las heridas que pueda sentir. Ustedes ayuden a limpiar toda esta m****a y quiero que alisten a todos los alfas para llevarlos primera hora mañana mismo ante Oliver.

—¿Nosotros en el Reino? —Cameron habló por lo sorprendido que estaba.

—No estoy preguntando —Alan no se dignó a mirar a Cameron, sino que miró a su hijo—, si surge algo más, ven directamente a mí. Estoy volviendo ahora mismo porque deje a Gabriela al borde de un ataque de ansiedad, ella también sintió a Estefan y debe estar muerta de angustia como los demás.

Los tres miraron a Liam.

—Los hombres lobos dorados tienen la facultad de quitar y dar vida —susurro Theo—, eso fue lo que dijo Bastian que le dijeron en África.

—Usaste otro poder conmigo —hablo Estefan—, no era curación, tal vez por eso no se vio ni se sintió igual. Además, ¿antes lo has intentado?

—¿Revivir a alguien? —Liam negó con la cabeza—, ni siquiera me acordaba de lo que hablo Bastian y mi tío Luke.

—No has podido explorar tu poder porque no tienes alguna referencia de cómo hacerlo —dijo Bael—, eres un lobo dorado con el poder de la diosa luna adentro, debes hacer mucho más que solo curar heridas.

Liam miró a Gunnar nuevamente.

—Siento que debo hacerlo —tomó la mano fría de Gunnar—, él se sacrificó por nosotros, creo que le debo al menos intentarlo.

—¿Y si te estas sobre esforzando? —Estefan parecía reacio a la idea—, tal vez agotaste tu poder conmigo.

—Estefan —Theo miró molesto a su amigo—, él se sacrificó para salvarte.

—No hubiera tenido que sacrificarse si en primer lugar el loco de su mate no le hubiera chupado los poderes, si Taylor no le hubiera dado un arma mata demonios a alguien que quería matarnos y si ese imbécil de Kenai no hubiera arrastrado a Liam al campo de batalla arriesgando su vida —replicó Estefan a la defensiva—, no sabemos nada sobre los poderes de Liam porque es el primero en su especie después de siglos, estamos jugando con fuerzas que no entendemos. ¿Qué tal si está intercambiando algo? ¿Qué tal si da su vida a cambio de la otra?

—Quiero intentarlo Estefan —Liam estaba decidido—, sé que debajo de todas esas palabras solo hay temor por perderme. A pesar de tus insultos sé que te aterra que salga lastimado, pero debo hacerlo, puedo sentirlo dentro de mí.

Estefan buscó la mirada de Bael para que lo apoyara, pero Bael parecía inmerso en sus pensamientos.

—¡Está bien entonces! —explotó Estefan—, ¡Arriesga tu vida y salva a ese mequetrefe!, solo te diré que, si no sales vivo de esto, lo habrás salvado por nada porque lo mataré si eso sucede, ¡Y quemaré toda esta m*****a manada de campesinos!

Estefan se fue molesto rumiando cosas como “me sacrifiqué por nada” “idiota blando” “debí quedarme con Joon en vez de venir con estos imbéciles que nunca me hacen caso” “si se muere por esto, yo mismo lo reviviré para matarlo de nuevo por zopenco”, se fue al árbol más cercano para apoyarse en este, cruzarse de brazos y mirar con el ceño fruncido hacia otro lado.

Liam suspiró pesadamente y negó con la cabeza. Después miró en dirección de Theo y Bael.

—Retrocedan, empezare ahora mismo —Liam puso sus manos sobre el pecho de Gunnar—, no hay tiempo que perder.

Bael y Theo retrocedieron dejando que Liam se concentrara.

Este intento recordar qué pensó cuando trajo de nuevo a Estefan, el miedo y terror al sentir que perdía a una de las personas que más amaba. No amaba de esa forma a Gunnar, apenas conocía al tipo, pero la parte que tenía de la diosa luna dentro de él. Le hacía sentir que todos eran parte de él, que cada ser vivo tenía una conexión con él.

Se sujetó a ese sentimiento y explotó todo en su interior.

Bael dio varios pasos atrás mientras veían como nuevamente el sol salía en medio de ese pálido cielo, como Liam brillaba como si estuviera hecho del mismo oro y un rayo caía del cielo.

Cuando todo terminó, Gunnar abrió los ojos después respiró como si estuviera ahogando y necesitará aire desesperadamente.

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