—Una parte de mi se siente herida de que no confiaras lo suficiente en mi persona para contarme que la encontraste —Jaime entro a su despacho seguido por Bael, sentándose en un lado de su mesa de ajedrez—, otra parte está orgullosa de que seas lo suficientemente precavido para mantenerlos a raya, lo que me sorprende es que no te los llevaste lejos a penas los viste.
—Hubiera hecho eso si todos no estuvieran presentes —Bael se sentó enfrente de su tío Jaime observando como su tío ordenara las piezas para empezar un juego—, ocultarlos parece la solución ahora, están demasiado inestables para lo que sigue.
—¿De verdad perdió la memoria? —cuestiono Jaime revisando que todas las piezas estén perfectamente alineadas, nunca podía empezar a jugar si el tablero no estaba perfectamente puesto—, porque parece una idea realmente buena disimular demencia para ser perdonada, mueve tu primero.
Bael miró el tablero, su tío siempre prefería las piezas negras. Movió su primera pieza.
—Es lo primero que se me pasó por la cabeza —replicó Bael—, no sería la primera vez que nos miente. La reviso Liam y yo también hablé con ella, no veo a Jessy ahí. Es como si fuera otra persona.
Jaime se quedó callado por un momento, sin levantar la vista del tablero.
—Esa conclusión no será tocada sólo por nosotros —Jaime movió su propia pieza—, muchas la acusaran de lo mismo.
—Se que querrán su sangre —Bael movía los ojos de un lado a otro, viendo las posibles jugadas que haría su tío por cada pieza que él movería—, pero no podrán tocarla sin pasar por mi primero.
Era una amenaza implícita, Bael jamás había sido tan directo con su tío Jaime. Tampoco lo amenazo antes, no era tan tonto de amenazar a su parecer, el hombre más peligroso del Reino. No obstante, tenía que ser claro, no iba a aceptar maquinaciones o iba a dejarse ser manipulado en esto.
No le importaba como, pero era Jessy o nada.
—¿Liam ya te dio su perdón?
En un movimiento rápido, su tío se comió dos de sus piezas.
—Todo mi escuadrón está de mi parte.
Bael contrataco arrebatándole una pieza.
—¿Incluso Gabriela?
El semidemonio no respondió.
—Creo que más peligroso que las manadas o la corte del Reino, es nuestra familia —hablo Jaime—, el odio a su madre está arraigado en cada uno del escuadrón mayor. Las cosas que nos hizo esa mujer fueron terribles, ciertamente tu mate no tiene la culpa en su gran mayoría. A mi parecer, es una víctima más de su horrenda madre, pero no todos son tan prácticos como nosotros. El resentimiento y el odio pueden más que la razón.
—Soy muy consciente a lo que me tengo que enfrentar —Bael miró a Jaime a los ojos—, y sé que, si alguien pudiera mover a todos de una forma que terminen apoyándome, es con su ayuda. Pero para eso, usted tendría que estar de mi parte.
Jaime también levantó la vista.
—Necesito saber si está de mi lado o está en contra de mi en esto —dijo el semidemonio firme—, es usted mi maestro y soy su alumno, los dos nos conocemos demasiado bien para jugar a estrategias o manipulaciones entre nosotros. Necesito que sea claro.
Jaime desvío su vista nuevamente al tablero e hizo un rápido movimiento.
—Jaque mate —habló Jaime.
Bael suspira.
—Si fuera en contra de ti, pondría en mi contra al único que puede sustituirme en el escuadrón del príncipe —habló Jaime—, los dos somos conscientes que Liana es muy lista y estratégica, pero no tiene lo necesario para hacer el trabajo sucio, para eso vas a estar tu.
—Me necesitas —Bael bufo—, y por eso me apoyaras.
—Te necesito —asintió Jaime—, y te estimo demasiado como para hacerte algún daño, ¿Crees que haría algo para separarte de tu propio hijo?
Bael levantó la vista, miró a su tío, buscando algún rastro de falsedad. Sin embargo, Jaime parecía melancólico.
—Cuando nos enteramos de que Lucy estaba embarazada, Dylan y yo pasamos horas tras horas leyendo y buscando todo tipo de información sobre embarazos demoníacos para averiguar la forma que tú y tu hermana nacieran sin complicaciones, estuve ahí en tu nacimiento, fue el primero del escuadrón que te cargo. Alan te trajo entre sus brazos como si fueran el tesoro más grande del mundo y te entrego orgulloso —Jaime sonrió un poco—, te he visto crecer, he estado en cada paso que has dado y te tome bajo mis alas cuando me pediste que sea tu maestro. Creo que entre nuestra familia no hay nadie que me entienda mejor que tú.
Bael se estremecía con cada palabra, sabía muy bien que los dos tenían una conexión especial.
—Siempre voy a estar de tu lado muchacho tonto —Jaime sonrió un poco—, lo he estado desde que entraste por mi ventana como si no hubiera puerta y me pediste que te enseñara a ser como yo.
Bael también sonrió, tenía ganas de abrazar a su tío, pero sabía que este no era de los que le gustara las muestras físicas de afecto.
Así que volvió a ver el tablero y movió la pieza, empezando un nuevo juego.
—¿Cómo es él?
Bael supo de inmediato que estaba preguntando por Dantalian.
—Es el nieto que mi padre siempre soñó —Bael puso un gesto afligido—, es como ver a Gabriela de niña otra vez.
—Oh diosa santa.
—Me lanzó un candelabro en la cabeza ayer en la noche.
—Todo un Hoffman.
—¿Cuál táctica?
—Marcala —Jaime dijo con simpleza—, si la marcas, será intocable por todos lados. La familia no podrá tocarla por miedo a hacerte daño, las leyes estrictas sobre parejas vinculadas la protegerán contra cualquier juicio o reclamo. Además, tienes que registrar a Dantalian ahora mismo como tu heredero. Nadie puede tocar a un futuro miembro del escuadrón real y mucho menos a un príncipe. Ella como tu mate vinculada y él niño como tu total heredero estarán más protegidos que cualquier cosa, los títulos, el poder y la herencia ancestral de los Hoffman más tu línea real de los Moore, es tu mejor arma en este momento.
Bael empezó a recordar todos las leyes que lo amparaban gracias a sus títulos.
—Junto a un perdón explícito de parte de Liam y el apoyo de todos tus amigos alfas está todo cantado —Jaime mostró otra vez su sonrisa, pero esta parecía más inquietante—, la Ley de mujeres alfas de Liam no está redactada explícitamente para que afecte la línea de sucesión de la corona.
Bael abrió los ojos sorprendido.
—Oh bueno , no dije nada para que los demás no notarán ese detalle —Jaime se encogió de hombros.
—Eso significa…
—Sigues siendo el segundo en carrera hasta que nazca el heredero de Liam —asintió Jaime—, eres más intocable de lo que piensas. Haz lo que te digo y las otras manadas prácticamente tendrán que declararle la guerra al Reino para poder tocar a tu mate. Lo cual no harán porque saben que Alan se lanzará contra ellos como una bomba atómica.
Bael miró el tablero aun nublado por todos los pensamientos que tenía en ese momento. Poniendo todos los ejemplos de su tío y cómo manejarlos.
—Entonces…solo tengo que morderla y firmar a Dantalian como mi heredero—Bael coincidió.
—Si y no —Jaime tomó a la reina del tablero para observarla—, el señor Angel le cedió a Alan el mandato de los Hoffman hace años. Básicamente él es quien puede nombrar a Dantalian un Hoffman.
—Muerdo a Jessy primero y después le presento a mi papá a su nieto para que le de los títulos que le corresponden —se rectifica Bael.
—Jaque mate —Jaime hizo su jugada final—, otra vez.
—Tendré que moverme ahora mismo —Bael se levantó —, no tengo tiempo que perder.
—Lo he pensado muy bien y estoy seguro de que funcionara —Jaime empezó a ordenar el tablero de nuevo —, y en caso de que no, lo que dudo mucho, usa la táctica de los Hoffman.
Bael alzó una ceja.
—Quémalos a todos —explicó Jaime.
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