THE RISE OF THE KINGDOM OF THE SUN romance Capítulo 27

Los días pasaron algo rápido para todos después de la misión del escuadrón menor en las tierras libres. Liam quien estaba mucho más al pendiente de las nuevas manadas aliadas. Informo a todos que el beta Bruce era padre de nuevo y Clark le había mandado muchas fotos de su nuevo sobrino.

Liana por su parte estuvo muy ocupada entre sus deberes como miembro de escuadrón y el trabajo que hacía junto a su mate Auguste. Estaba muy contenta, pero realmente atareada.

Había dos cosas que le molestaban mucho. Su relación muy tensa con su padre y la falta de comunicación entre ella y su trío favorito. No es que quisiera que las cosas siguieran así, extrañaba a su padre, pero seguía sin superar el miedo que le causaba.

Por otro lado, seguía muy avergonzada con Junior, no quería dañarlo más y se sentía muy culpable de que su relación con Auguste avanzara a pasos agigantados mientras su amigo aún seguía enamorado de ella.

Lamentablemente si no hablaba con Junior, no podía hablar con Belial o Angel. Los tres estaban pegados por la cadera. Eran tres cabezas que pensaban juntas o eso era lo que creía.

—¿Cuándo te vas a dignar a hablarnos? —Belial la interceptó cuando salía de una clase—. ¿O ya no somos dignos de tu compañía y ahora nos ignoraras porque eres parte del escuadrón y tienes un mate?

—Por supuesto que no —Liana vio que sus compañeros que salían junto a ella escuchaban la conversación y murmuraban cosas al escuchar a Belial—, vamos a otro lado.

Los dos se acercaron al casillero de Liana, está escribió su contraseña y puso su rostro para reconocimiento facial. Belial se apoyaba a su lado.

—Yo jamás les dejaría de hablar por todo eso —se defendió Liana.

—¿Enserio? —Belial se cruzó de brazos mirándola acusadoramente—, porque es exactamente lo que piensan Junior y Angel.

—Ha estado pasando demasiadas cosas —Liana empezó a meter sus libros a su casillero—, todo ha estado de cabeza desde la misión en las tierras libres. Yo no he sabido cómo enfrentar las cosas. No quiero dañar los sentimientos de Junior más de lo que ya he hecho. Ahora estoy en una relación con mi mate y no quiero restregárselo en la cara.

—¡Sabía que era por eso! —Belial alzó un puño en señal de victoria—, pero conoces a Junior lo suficiente para saber que ya está trabajando en superarse. Hasta empezó a salir con la hermana menor del alfa de Reino Unido.

—¿Enserio? —Liana respiro aliviada—, después de que Auguste casi lo mata, temía que se resintiera conmigo por aceptarlo tan rápido.

—¿Ahora es Auguste? —Belial sonrió con picardía—, ¿Ya no es alfa Auguste?

Liana le lanzó un libro en la cabeza.

—Somos novios.

—¿Novios? —Belial la miró extrañado mientras se masajeaba la cabeza por el golpe—, pero son mates, ¿No deberían ser más formales?

—Yo aun no acabo la escuela, no me transformo y trabajo para él —se explicó Liana—, vamos a ir más lento. Apenas se ha vuelto Alfa, si me anuncia como su pareja de manera formal, su manada esperará que nos casemos.

—Tiene sentido —Belial asintió—. ¿Cómo se lo está tomando tu papá? ¿Está muy celoso?

Liana se entristeció y Belial lo notó en el acto.

—¿Qué pasó?

—Yo… no hablo con mi papá mucho, nosotros…pasaron muchas cosas —Liana suspiro cerrando su casillero.

Belial sacó inmediatamente su celular y empezó a escribir como loco.

—¿Qué haces? —pregunto Liana frunciendo el ceño.

—Angel, Junior y nosotros no entraremos en la siguiente clase —le dijo Belial—, han pasado cosas también de nuestro lado, es hora de ponernos al día.

Después de unas cuantas protestas débiles de parte de Liana y un incómodo encuentro. Los cuatro se encontraron cómodamente sentados en la tribuna de la cancha de fútbol de la escuela.

—Están en pleno entrenamiento —Liana señaló al equipo de fútbol de la escuela—, ¿El entrenador no nos dirá nada?

—Siempre venimos —Junior se encogió de hombros—, le tienen tanto miedo a nuestros padres que hacen de la vista gorda, creo que mi tío Alan una vez molió a golpes al entrenador cuando los dos iban en la escuela o eso rumorean.

Liana se acomodó los lentes algo frustrada y se disculpó.

—De verdad lo siento mucho —Liana miro a Angel y a Junior—, no fue mi intención alejarme de ustedes, solo estaba muy abrumada.

Angel asintió algo distanciado, en cambio Junior sonrió notablemente feliz de volver a hablar con Liana.

—¡Ya todo está olvidado! —dijo Junior, al cual Angel y Belial miraron contrariados e irritados porque se había pasado quejándose de Liana por dos semanas sin dar tregua—, me alegra que volvamos a estar juntos como siempre.

Liana contó desde su perspectiva todo lo que pasó en la misión en las tierras libres, ellos habían escuchado una historia más resumida y corta de parte de sus hermanos. Estaban impresionados por cómo hallaron a Dantalian y como se dio el encuentro entre Bael y su mate.

Fueron preguntando cosas y cuando Liana llegó a la parte donde regresó y se escondió en la casa de Auguste junto a Dantalian y Jessy. Se quejaron un poco.

—Debiste llamarnos —Angel fue el primero en intervenir—, yo hubiera apoyado a proteger a mi sobrino.

—Debía mantener en secreto todo —se explicó Liana—, además mi padre me encontró antes.

Escucharon intrigados como Jaime la encontró y todo lo que hablaron. Ninguno se atrevió a interrumpirla en ese momento. Liana se desahogó totalmente sin contenerse esta vez. Contó todos los detalles, sus miedos, sus sentimientos y su relación rota con el hombre a quien más amaba y admiraba.

—Para de hablar —Junior se levantó casi tropezando—, espera un momento…

Liana lo miró algo ofendida, pero cuando Junior volvió a hablar, la ofensa se transformó en sorpresa.

Liana se estremeció cuando este soltó un gruñido y después la empujó.

—¡Suéltenme! —rugió Angel con la voz gruesa.

—Mierda, no otra vez —Junior se interpuso entre Angel y Liana.

Belial usó su fuerza para empujar a Angel que quería arremeter contra la chica.

—¡¿Es un semidemonio?! —Liana no podía procesar sus pensamientos al ver los ojos rojos de Angel.

—Es lo que te íbamos a contar —Junior la puso detrás de si—, no te alejes.

—Angel cálmate —Belial miró a su hermano—. Estás en la escuela, tienes que controlarte.

—¡¿Qué está pasando ahí?! —escucharon gritar al entrenador.

Angel tomó la pelota y se la lanzó con fuerza. El entrenador logró esquivarla y la pelota explotó contra el suelo haciendo un agujero. Todos los del equipo de fútbol empezaron a correr al darse cuenta de que era una pelea de semidemonios.

—¡Angel ya basta! —exclamó Belial.

Su hermano, descontrolado por su demonio intentó arremeter contra él, Belial no tuvo otra opción que usar su poder y lanzar a Angel lejos.

—Llama a mi papá usando tu brazalete —exclamó Belial para Junior, elevándose para ir donde Angel—, está demasiado descontrolado para que nosotros lo detengamos.

Belial aterrizó junto a Angel listo para intentar noquearlo, pero Angel reaccionó expulsándolo con una patada. Belial se dio cuenta que tenía mucha más fuerza esta vez y estaba emanando esencia demoníaca.

Todas las cañerías se rompieron, el agua empezó a brotar de todos lados. Angel se levantó y el agua empezó a flotar a su alrededor suspendida en el aire.

El nuevo semidemonio empezó a formar una especie de cuchilla de agua en el aire mirando como Belial se levantaba. Cuando este se dio cuenta que su hermano tenía la facultad de usar el agua fue muy tarde. Angel le lanzó la cuchilla de agua para cortar el cuerpo de Belial por la mitad.

En ese momento una pared de fuego evitó una muerte segura para Belial. El demonio se dio la vuelta para ver a su papá enojado detrás de él.

La pared de fuego se esfumó y Alan quedó consternado al ver los ojos rojos de Angel y la esencia demoníaca saliendo de su cuerpo.

—¡¿Qué carajos está sucediendo aquí?! —exclamo Alan.

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