Tu no me mandas romance Capítulo 41

Raisa

Jane es una mujer muy loca y justo hoy me lo ha demostrado por milésima vez.

-Ya deja de quejarte, ya te pedí perdón- dice cuando me quejo de nuevo por lo que ha hecho hace un rato.

-Ahora ya no tengo ganas de comer- ella se bufa.

-Después de comer tanto me imagino porque- niego, Jane nunca va a cambiar, aun cuando sea una viejita va a hacer una vieja cascarrabias que vivirá la vida al máximo, claro si es que llega porque con estas acciones no creo ni llegar yo.

-Ya casi llegamos toma la ruta de la derecha- me dice viendo mi el GPS, gracias a dios traje mi celular porque si no seguramente nos perdiéramos y sin comunicación, estamos literalmente en medio de la nada a ver no se que y casi no hay señal, la perdimos hace unas horas, cuando me doy a la ruta derecha veo porque es que venimos acá, cuando me dice que aparque el coche, haciendo que Jane habrá la puerta saliendo.

Me quedo deslumbrada por la hermosa vista que tengo desde aquí, me bajo  del carro sin despegar la vista ni por un segundo, es uno de los mejores paisajes que he visto en mi vida viniendo de Grecia, los maravillosos colores del atardecer anaranjado con tonos rosados contrasta con la tierra alta y virgen encima del hermoso mar donde se refleja el atardecer, este sin duda es un lugar relajante que podría apreciar por horas, llegó junto a Jane poniéndome a un lado de ella mientras las dos en silencio apreciamos la hermosa vista  la hermosa vista juntas, cierro los ojos por un momento inhalando hondo llenando mis pulmones del aire más puro que he sentido, los abro sonriendo mirando el atardecer, me quedo viendo minutos apreciándolo hipnotizada por su gran belleza hasta que me interrumpe esa voz.

-¿Ya nos vamos?- me dice haciendo que la voltee a mirar.

-Manejamos por más de tres horas para que en un minuto te quieras ir- ella asiente.

-Si- negue.

-Además lo importante era el viaje en carretera, este es como el premio- dejó de verla para ver de nuevo al frente.

-Quedémonos otro rato- ella niega.

-Si nos quedamos más tiempo se hará más tarde y no creo que quieras manejar tan noche donde podemos tener un accidente o atropellar a un ciervo o peor un lindo conejito- la volteo a ver rendida aunque se que eso es como una excusa porque a ella es la que menos le importa atropellar a quien sea, pero tiene razón, veo por última vez el paisaje para caminar al auto, viendo que Jane se adelanta.

-O no, yo manejo, recuerda lo prometiste- le enseñó las llaves que cuelgan en mi mano, ella se encoge de hombros metiéndose en el copiloto, me subo al auto prendiendolo y  asegurando que todo esté bien, prendo las luces ya que ya está anocheciendo y emprendo camino a casa lo cual serán otras dos horas como mínimo.

-¿Cómo supiste de este lugar?- le pregunto.

-No lo sabía, simplemente manejaba por la deriva pero cuando me pase de copiloto se me ocurrió la idea de buscar un lindo lugar en el mapa donde sea la recompensa de este viaje nuestro destino- asiento.

-Qué te parece que este sea nuestro nuevo lugar, cuando una de las dos tenga un problema sin importar que tan grave sea nos lo diremos y viajaremos hasta aquí pero eso sí nos quedaremos por más tiempo- ella asiente.

-Eso es lo que te iba a proponer pero espero que nunca lo necesitemos- sonrió.

-Siempre lo necesitaremos, ya que una vida no puede ser puro ganar todo a veces tenemos que caer solo espero que no caigamos muy duro eso es el destino-  digo mientras ella tiene la mirada en la ventanilla, sonrió aun mas eso lo he oído en otra parte.

-A la mierda el destino, yo no creo en eso, nadie mas que yo va a decidir que hago con mi vida ni como la viviré, el destino solo te da una opción de qué hacer con ella pero uno lo puede distorsionar a su forma sabiendo si mandarlo al carajo o seguirlo y créeme que yo lo mande al carajo ya hace tiempo-  dice alzando la voz asiento,  tiene razón

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