—Alex, amor suéltalo lo vas a matar.
—Eso es lo que quiero.
—Alexis hermano, —Ethan era alto y fuerte, por lo que decidió intervenir, de una vez por todas, ya había dejado que lo golpeara bastante. — basta ya — dijo en tono duro y se giró a Yael, que ni siquiera podía ponerse de pie. — lárgate y la próxima no lo detengo y dejó que te mate, ya vi lo que pretendes imbécil, y yo me voy a encargar de que no lo consigas — Yael los miro con odio a todos, pero se levantó y se fue.
Sophie se acercó a Alexis y lo abrazó, pero éste la soltó de inmediato.
—Hasta aquí acaba nuestro tratado de paz Sophie — su voz sonó tan fría que le partió el corazón, ella empezó a llorar y a negar con la cabeza.
—Alexis, amigo, no puedes hablar en serio, ¿acaso no viste que él la tenía agarrada por la fuerza? — la Alex lo miró lleno de rabia.
—No, lo que yo vi fue a esta maldita zorra, besando al hombre con que se acostó anoche, eres una cualquiera… — Ethan le pegó un derechazo que cayó al suelo, para que dejara de hablar estupideces. —Eres un idiota, un imbécil, no ves lo que realmente sucede, vas a salir perdiéndola y será tu culpa. — dio media vuelta y se fue dejando a su amigo con su esposa, quien lloraba a mares.
—Todo esto es tu culpa.
—Alexis déjame hablar, por favor, de que te explique cómo pasaron las cosas en realidad — dijo en medio de sollozos.
—No, no voy a escucharte, iba dejar de lado todas las humillaciones, por ti iba a dejar en el pasado, donde pertenece en el pasado. Pero ahora no lo haré. En diez minutos nos vamos, así que espero estés listas, y prepárate Sophie, porque ahora es que haré de tu vida un infierno. — Sophie soltó un grito de dolor y desesperación, otra vez lo estaba perdiendo, y no podía, no quería, maldito fuera Yael, y maldita Keyla, sabía que ella tenía que ver en esto, él no había podido entrar así como así.
—Algún día me voy a cobrar una a una. — dijo en medio de lágrimas.
…
Alexis buscó a Oliver entre los invitados, que al parecer se habían dado cuenta de lo que había ocurrido adentro.
—Oliver — dijo llegando a él y Fiorella. — Me llevó a Sophie ahora mismo.
—¿Qué ocurrió?
—No lo hará cariño, ese hombre te adora, estoy segura que él sabe que Yael tiene la culpa de todo.
—Eso espero mamá, aunque no sólo Yael tiene la culpa — Fiorella sabía que hablaba de su otra hija, por lo que suspiró con pesadez.
—Lo sé cariño, ya arreglaremos cuentas con ellas, ahora vamos a prepararte para que te veas más hermosa para tu marido.
—¿Cree que le guste lo que hemos comprado?
—Es hombre cariño, le encantará — dijo Fiorella divertida.
Al otro lado de la puerta Alexis sentía su corazón a mil, ¿en verdad lo amaba? ¿O sólo fingía? No sabía qué hacer, tenía tanto miedo de equivocarse, pero sabía que celoso se cegaba, se volvía loco, sabía que la culpa de eso era la tenía ella, desde que lo rechazó tan cruelmente se volvió violento, celoso, y agresivo, su autoestima bajó hasta el suelo, odiaba ser así y era culpa de la mujer que tanto amaba.
Suspiró derrotado, y se fue a esperarla al auto, estaba ya confundido y dolido, sabía que no la llevaría a ningún lado de luna de miel, que tenía mucho trabajo, pero que además había dicho que Sophie no se lo merecía. Por eso no quitaba que quería darle una gran boda y una excelente noche de bodas, pero después de lo de Yael se había arrepentido, había buscado desquitarse, y nadie lo haría cambiar de opinión, sabía que estaba mal, que iba a romper sus votos, pero en ese momento no le importaba, ser bueno, no servía de nada, y él ya lo había comprobado, por eso estaba decidido en destruir ese amor que se sentía por ella, no podía dejarse dominar, ni engañar, está noche lo iba a empezar a respetar, y pensar dos hasta tres veces antes de volver hacerle infiel.
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