UN ACUERDO romance Capítulo 37

—¿Sigues molesta? — preguntó de camino a la casa de sus suegros.

—Yo no estaba molesta — Alexis la miró divertido, pero solo por un momento porque estaba conduciendo.

—¿No? Ah bueno, entonces no quiero saber qué hubiera pasado si te hubieras enojado — Sophie le golpeó el hombro, al ver la sonrisa de él —

—No es gracioso ver como coquetean con tu hombre.

—Para nada cariño, pero te juro que solo me importas tú, y que mis ojos sólo te ven a ti. — Sophie sonrió al oírlo ¿quién se iba a imaginar que podía ser tan cariñoso? Claro cuando eran jóvenes lo era mucho, siempre la sorprendía con algún detalle hermoso, pero había dejar de presenciar esos detalles después que había sido tan cruel con él, no podía evitar sentir dolor en su pecho.

—¿Qué pasa? ¿Por qué te has puesto triste? — Sophie lo miró con nostalgia en sus ojos.

—Si no te hubiera rechazado desde un principio nuestra historia sería diferente. — Alexis se detuvo frente a la casa de los padres de Sophie y de inmediato se giró a ella.

—Ya no podemos saber qué hubiera pasado, de hecho el hubiera no existe, pero aquí lo importante es que al final de todo estamos juntos.

—Sí, tienes razón — Alexis sonrió y la besó, antes de bajar del auto.

—¿Cómo crees que reaccione tu papá? — dijo preocupado, recordando la discusión y el golpe que tuvo cuando le contó la verdad.

—No lo sé, — dijo viendo con el ceño fruncido el auto que estaba ahí.

—¿Qué pasa?

—Ese auto es el de Yael — Alexis se tensó de inmediato al oírla. — Ven terminemos con esto para irnos a casa. — él nada más asintió.

En cuanto entraron escucharon los gritos de Oliver.

—Creo que no vinimos en un buen momento — dijo Alexis incómodo.

—¡Papá no sigas! — gritó Keyla histérica.

—¿De qué? Bueno, yo a Sophie me le declaré muchas veces, hace ya muchos años, pero ella siempre me rechazó por Keyla, porque ella le dijo que solo conmigo podría ser feliz — dijo irritado y poniendo los ojos en blanco — luego, Yael se metió en medio más al saber que vivía enamorado de Sophie, además un día antes de la boda, su amada oveja negra — dijo señalando a Keyla — le dio de beber a Sophie, alcohol con droga, hasta dejarla inconsciente, la desnudo, o eso espero que haya sido ella — dijo mirando con odio tanto a Yael como Keyla — y luego Yael se metió en la cama, mientras Keyla les tomó fotos para luego enviármelas y hacerme creer que Sophie me había sido infiel, cosa que creí — eso último lo dijo avergonzado — Oliver la otra vez fui sincero con respecto a mis sentimientos con Sophie, pero no con respecto hacerla feliz, esta vez si es así, yo quiero hacerla muy feliz a ella y nuestro bello hijo, voy hacer el hombre, padre y esposo que ambos necesitan, hemos decidido volvernos a casar, pero va hacer algo íntimo, sin chusma — dijo mirando a su alrededor — y por civil.

—¿Bello hijo? — preguntó Fiorella, ella sabía que hoy se darían cuenta de que sería.

—Sí mamá — dijo Sophie feliz de ver cómo Alexis le daba su lugar y confiaba en ella. — nuestro bebé es un niño.

Tanto Oliver como Fiorella se emocionaron, los que no lo hicieron fueron Yael y Keyla, que se sentían llenos de odio y de frustración, uno porque había perdido a la mujer que realmente quería, y otra porque estaba cansada de perder todo en manos de su hermana.

—Felicidades, me alegro por ambos. Luego iré hablar con ustedes con más calma — dijo Oliver —¿Dónde se están quedando?

—En mi casa papá, bueno, ahora la casa de ambos, la otra donde vivía Alexis, no es mucho de mi agrado — dijo recordando los malos momentos que pasó ahí. — Ahora será mejor irnos, para que papá pueda seguir arreglando los problemas de ellos — dijo mirando a su hermana y a Yael.

—Yo no tengo más nada que decir, Keyla no será a vivir con este tipo. — Sophie miró a Yael sorprendida, no le importaba que se fueran a vivir juntos, sino ¿que tanto que había dicho amarla y se iba metía con su propia hermana, y además se iban juntos?, ¿Qué persona en su sano juicio hace esas cosas?

—¡Vaya! Eso sí me sorprende — no pudo evitar quedarse callada y se ganó la mirada de todos, porque su voz se oyó como triste, cosa que no era, Alexis la miró con el ceño fruncido, antes de negar con la cabeza y salir de ahí. — mierda— dijo para ella misma y se fue detrás de él.

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