Un contrato de amor romance Capítulo 83

Ya ha pasado un mes desde el regreso de nuestra luna de miel.

Mis intentos de contactarme con el hombre que dice ser mi padre biológico han sido fallidas. Busqué mil maneras, incluso revisé noticias sobre el en la web, hay cosas, y nunca nombran a una hija. Indagué más sobre el y sobre Drake, ver posibles alternativas para saber cómo puedo hablar con él por celular y no verlo en persona.

Si las cosas siguen así, y Drake no ve a su hija, me tocará verlo frente a frente, y es lo que más temo.

Conduzco hacia la casa de Agnes, aquella me iba a dar una noticia super importante, Drake llegaría allá en unos minutos, pues estaba en la empresa y demoraría más que yo.

Llegué ansiosa a casa de Agnes.

Bajé y corro hasta la puerta, la mamá de Agnes me recibe con unas tarjetas en las manos mientras me da un abrazo de oso.

- ¿Agnes? - pregunté mirando dentro de la casa.

- Está dentro, con Hugo.

Paso mirando como en una mesa hay cosas de boda, eran blancas y otras plateadas.

- ¿Es...? - pregunté con una gran sonrisa en mi rostro.

Me volteo y veo a Agnes con Hugo agarrados de las manos.

- ¿Se van a casar? - el aire me hacia falta.

- Si - responde Agnes más emocionada que yo.

Me llevo ambas manos a la boca.

La abrazo de inmediato.

- No sabes lo emocionada que me siento por ti - mi corazón saltaba de felicidad.

- Gracias, estaba asustada por tu reacción... ¿Y Drake? - pregunta después de separarnos - tu esposo...

Ambas reímos.

- Ya viene en camino - Hugo estaba parado detrás de Agnes.

- Ey, ven - abrí los brazos a él.

Después de ponernos al día, de su pedida de matrimonio, me di cuenta que era la segunda en saber. Pues su pedida de matrimonio fue reciente, y la mamá de Agnes ya sabía, ellos se querían casar lo más pronto posible, así que la madre de Agnes estaba organizando ya unas cosas, y hoy, tocaban las invitaciones, dentro de pocas semanas se casan.

Agnes contaba a Hugo como nos habíamos conocido.

Me rasqué la nuca mientras pensaba en Drake, me puse inquieta, no había llegado, se suponía que hace rato tenía que estar aquí festejando esta noticia, pero no está... Y eso me asusta.

- Helka, Hugo llamará a Drake - Agnes pone mi mano sobre la mía para intentar calmarme pero solo logra alterarme un poco más.

- Es que ya lo llame, yo sabía que no era buena idea venirnos por separado - me quedé mirando el sillón de la sala intentando pensar en algo - ¡Aisha!

Marco de inmediato a Aisha, pero tampoco contesta, en tanto de insistir, a la sexta llamada me contestó.

- Hola Helka - se escuchaba agitada.

- Hola, ¿Esta Drake contigo?...

Se escucha solo el silencio en ambas partes. Me levanto y comienzo a caminar por el comedor de la cocina.

- Aún no lo han encontrado.

- Qué diablos - le cuelgo.

- ¿Qué ocurre? - Agnes y Hugo aparecen detrás de mi.

- Hugo,... Préstame tu moto, por favor.

No tenía más opción, estaba segura que el tenía a Sarahí y a Drake.

El viento daba brusco a mi cabello, haciéndolo enredar.

Mientras conducía, dudo un poco sobre el camino, parte de mi regresado lo hice con los ojos cerrados.

Hasta que llegué a la entrada, donde había un árbol de flores amarillas que había reconocido, entonces supe que nunca olvidé el camino, gracias memoria...

Me adentré hasta donde pude, pronto ya pude ver carros negros, todos polarizados.

Apagué la moto y la dejé mientras entraba como si fuera mi casa.

Varios hombres ya me vieron, alzan su arma hacia mi.

- Díganle a mi padre que necesito hablar con él... De aquí no me voy hasta verlo - dije mientras apoyaba todo mi peso una pierna y los miraba sin miedo.

Uno de ellos se adentra hasta pocos segundos después, mi padre... Sale con su gran sonrisa de vencedor..

- Hola cariño, sabia que volverías - sonríe de lado muy cínico - por eso te deje ir - abre los brazos hacia mí.

- No vine a darte abrazos y ser cariñosa... Necesito hablar contigo enserio - dije sin quitar mi semblante.

- Señores, pueden retirarse - este alza la mano hacia su lado derecho y los hombres de él se retiran minuciosos, mirándome de pies a cabeza, su vista parecía láser, examinandome para ver si no traía algún peligro para su jefe.

Me acerqué unos pasos más, guardé una distancia razonable entre él y yo como para no abalanzarme y matarlo a golpes.

- ¿Dónde están? 

Preguntó, pero este solo inclina un poco la cabeza hacia delante y me mira provocando que mi piel se enchine.

- Te pregunté, ¿Dónde están? - esta vez, apreté los dientes.

- No es necesario que vuelvas a usar la violencia verbal, Helka... Cederé a que los veas, es más, que sean libres, pero quédate conmigo... Y tu madre también.

- Mi madre jamás vendrá y no me quedaré contigo.

Este ladea su cabeza.

- No hemos tenido una presentación formal, me llamó Rogelio.

- Ya sabes mi nombre, ahora solo libera a Drake y a su hija - le grité furiosa.

- No,... No lo haré, a menos que quieras formar una familia conmigo y tu madre... Que por cierto, ya viene en camino.

- ¿Mi mamá?, ahora que haces, ¿Por qué no traes a toda la familia de Drake también?... Que tal! Hagamos una fiesta - dije con rabia.

- Entonces... ¿Te quedas? - me muestra su celular y veo en la pantalla un video de Drake amarrado en una silla atado las manos y pies, vendado los ojos, y su hija, una preciosa criatura sentada y amarrada, sus ojitos se veían hinchados, miraba con desesperación a su padre mientras intentaba gritar.

- ¡Dejalos!, porqué te tienes que meter con ellos - me acerqué, el me sostuvo del brazo.

Apreté mis manos haciéndolas puño.

- Decide, te quedas o te vas - lanzo el celular al suelo partiendo la pantalla en añicos - se responsable del futuro... Solo quedará en tu sucia conciencia - su mirada se volvió fría y malévola.

-... Quiero ver como liberas a Drake y a su hija - le dije cerca de la cara.

- Buena elección, vas a ver como pronto estaremos de viaje recordando tiempos con tu madre... y haciendo nuevos recuerdos.

Me solté de su agarre casi lanzándome al suelo.

Mi decisión fue quedarme, salvar a Drake y a Sarahí.

Su precio, el único pase de salida para esas personas importante en mi vida.

Ahora solo debía averiguar mas cosas sobre esto, sobre Rogelio, y que pronto traerá a madre. Solo debemos idear un plan de escapatoria, ambas debemos salir con vida de este lugar.

Suspiré mientras nos encaminábamos dentro de la casa de esta hacienda, observando minuciosa cada detalle, una forma de escapatoria y defensa.

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