—Y ella es la horrorosa de Noely. –dice Jared sonriente.
—Mucho gusto, supe que vas a ser abuela.
—Sí, ¿no es emocionante eso?
–cuestiona con una enorme sonrisa.
—Lo es.
—Siéntete como en casa nena, eres bienvenida.
Noely besa mi mejilla y me da un breve abrazo y se despide de nosotros.
—Creí que sería familiar.
—¿Bromeas? ¡Es pura familia! –asegura Jared.
—¡Mientes, es imposible!
—No miento, esas dos de allá son las trillizas, bueno falta una claramente, cada una con sus respectivos hijos, que en total son dos de Amber, dos de Kathy, cuatro de Valery y dos de Noely, Paula mi hermana tiene uno, y Anabell tres. Entonces si sacas cuentas son dieciséis sin contar a mis padres, los de Noely, las abuelas y claro, los novios de mis sobrinas.
—Es una familia enorme.
—Lo es.
—Me hubiese gustado tener una familia así de grande y sobre todo unida como la tuya.
—Tienes a tu mamá.
—Pero es mi única familia Jared, mi padre esta perdido en no sé donde, mamá trabaja todo el día y yo... bueno ya sabes sobre eso.
—Ahora es diferente, mi familia es tu familia si así lo deseas.
Estoy a nada de abrir la boca pero me detengo al ver una figura femenina caminar hacia nosotros, Jared parece notarlo y se gira.
—Hola mamá.
—Hola hijo. Creí que no vendrías, tu secretaria me dijo que no fuiste a trabajar.
—Tuve cosas que hacer y me tomé el día.
—Es la primera vez que lo haces, ¿está todo bien?
Jared toma mi mano y sonríe.
—Mamá, ella es Dafne, mi novia.
La mujer me mira con los ojos como platos, siento náusea y mis manos comienzan a sudar.
—¿Tu novia? –cuestiona sorprendida.
—Sí, mi novia mamá. –responde cauteloso.
Ella me mira fijamente sin decir una palabra, mis manos comienzan a sudar.
—Jane Payne. –me extiende su mano.
—Dafne Marín.
—¿Ustedes...desde cuando?
Miro a Jared quien sonríe despreocupado.
—Mamá...
—Lo siento es sólo que... me tomó por sorpresa, es la séptima chica que traes a casa en menos de un mes, ¿se conocieron en Facebook? –me pregunta directamente a mi.
—¿Facebook? ¡No! Él y yo... bueno.
–suspiro frustrada–. ¿Séptima chica? ¿Soy tu séptima chica? –cuestiono con un tono más alto del que pretendía–. ¿Por eso no querías traerme a tu casa? Ya decía yo que eras demasiado bueno para ser tan fiel, sabía que tenías algún defecto, no puedo creer que consigas chicas en Facebook.
La madre de Jared palidece y habla apresuradamente.
—Oh no cariño es broma, lo lamento, no creí que esto fuera a ponerse intenso. Puedo asegurarte que Jared no ha traído a nadie más a casa y...
Empiezo a reír sin poder evitarlo, la madre de Jared esta realmente apenada y confundida ahora.
—Lo lamento de verdad señora, Jared me obligó a hacerlo, dijo que sería gracioso.
—Oh por el cielo, Jared Krause si pudiera en este momento te jalaba de esas orejas tuyas para que aprendieras la lección.
—Sabía que lo harías madre, hiciste lo mismo con mis hermanas, Dafne estaba realmente nerviosa con todo esto así que no me quedó más que hacerlo.
Ella niega con la cabeza y sonríe.
—Es un gusto conocerte niña, y bienvenida a la familia, será bueno ver a mi príncipe feliz contigo.
—Muchas gracias señora, no sabe lo bien que se siente no ser rechazada.
—Tonterías, eres más que bien recibida, pero eso ya lo comprobarás, y si este hijo mío se porta mal no dudes en decírmelo y se las verá conmigo. –agrega dulcemente.
—Claro que sí señora.
—Nada de señora, dime Jane.
—Muy bien, Jane.
—Le llamaré a tu padre, estará feliz de verte.
La señora Jane me abraza y besa mi mejilla, besa a Jared y camina lejos de nosotros perdiéndose entre la familia, suspiro aliviada.
—Una mujer genial ¿no?
—Puedes volver cuando quieras Dafne, será un placer tenerte aquí de nuevo.
—Muchas gracias Jane, estaré encantada.
—Maneja con cuidado.
—Claro madre, hasta luego.
Subimos al coche en el que llegamos hasta aquí, Dafne me mira sonriente como siempre, son las dos de la mañana y siento más energía que nunca a diferencia de Dafne.
—¿Estás cansada?
—Sólo un poco, normalmente aguanto más tiempo despierta pero hoy no sé porque no puedo mantener mis ojos abiertos.
—¿Te sientes bien?
—Si Jared, estoy bien sólo tengo sueño.
—Llegando a casa podrás dormir todo lo que quieras.
Se acerca a mi cuerpo y la acuno con mis brazos.
—Tengo hambre Jared.
—¿Y qué se te antoja?
—Fideos con pollo y mucho brócoli, verduras al vapor, sushi y té helado de cereza.
—Vaya que tienes hambre, pero no sé si pueda conseguir eso a esta hora.
—Siempre puedes cocinar. –susurra.
—No lo había pensado.
—Lo sé, pude notarlo. –bosteza.
—Descansa y cuando ya no tengas sueño comeremos rico.
—Lo prometes.
—Lo prometo.
—Sólo no te vayas a la guerra Jared.
—¿A la guerra? –cuestiono sorprendido.
—No lo entenderías. –dice antes de quedar profundamente dormida.
¿A qué se refiere con eso? Por supuesto que no me iré a la guerra ni a ningún lado si no es con esta chica que me ha vuelto un loco enamorado.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Una Chica Diferente (COMPLETA)