Una humana para el rey romance Capítulo 1

Aleckey, que significaba "Valentía", el nombre que poseía el rey.

El rey con apenas 28 lunas, poseía un gran régimen, su pueblo lo adoraba y lo aclamaba, todos celebraban su gobierno.

Él tenía una obsesión por las flores, su jardín poseía unos grandes rosales y eran los más grandes tesoros del rey.

Su castillo poseía 60 habitaciones, y solo 8 eran habitados, obviamente el más grande era para él.

Pero él se sentía solo, aquella soledad lo atormentaba, lo enloquecía y lo reprimía de su felicidad.

Vivía atormentado y desolado, cualquiera pensaría que él tenía todo, pero se equivocaban él buscaba durante años algo.

Amor.

Aquella dulce palabra que todos desean, aquel sentimiento de paz, tranquilidad y felicidad que todo ser de este planeta ha anhelado.

Él deseaba eso, poder amar, tener a su lado a una doncella que lo enloqueciera, que lo amará, que lo hiciera sonreír.

Escucha que sentir amor era algo tan hermoso, tan único.

Amor es inspiración, a veces hasta sufrimiento, todos quieren vivirlo, la mayoría lo han sentido alguna vez, pero nuestra cuenta pendiente sigue siendo poder explicarlo.

"Donde hay amor hay vida"

Su madre se lo recalcaba siempre, él veía a sus padres regocijar de amor sentía envidia, mucha envidia.

Muchos pueblerinos venían a las tierras del Rey dando ofrendas, muchas de esas ofrendas eran jóvenes hermosas, ofrecían a sus hijas a cambio de tener un hogar dentro de las tierras que muchos llamaban sagradas.

Él las rechazaba, odiaba ver como daban la vida de sus hijas a cambio de su propia felicidad. ¿Y sus hijas?, ¿ellas no merecían ser felices?

Cada chica que venía como ofrenda era hermosa, delicada, pero ninguna le movía el corazón.

¡Sentimientos tan estúpidos!

Pensaba su hermana quien veía a su hermano contemplar los rosales y perderse entre sus pensamientos.

Él reflejaba tristeza, ella deseaba verlo feliz.

Así que decidió adelantar la Moon red, una fiesta en donde cada pueblerino vestía su mejor atuendo y bailaba alrededor de la fuente sagrada, frente a la familia real, frente al rey.

Ya todos preparaban el palacio de ceremonias, la gente murmuraba con alegría aquella noche.

Esa noche sería especial para el rey, según la princesa Darkuk, ella deseaba conseguirle una esposa, si era posible a la fuerza.

(…)

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