Una humana para el rey romance Capítulo 24

Abrió sus ojos despacio.

Su cuerpo le dolía y sus mejillas pronto se mojaron.

Lágrimas escaparon de sus hermosos ojos.

Recordó todo lo que había pasado la noche anterior, cubrió su cuerpo con las sabanas y a paso lento se acercó al baño.

Cerró la puerta y abrió el grifo dejando correr el agua sobre su cuerpo, sollozo en silencio mientras con sus manos limpiaba su cuerpo.

Aleckey escuchaba a los pájaros cantar.

Espera el momento preciso para poder entrar a la alcoba y pedir perdón.

Sabía que un "lo siento" no arreglaría nada, pero su corazón dolía mucho, se sentía la persona más cruel del mundo, se sentía un asco.

Hasta que después de un buen rato entro a la alcoba.

Sus ojos recorrieron toda la habitación, y ahí la vio, Minesa yacía en la cama abrazando la almohada y suspirando de vez en cuando.

Se acercó a ella con cuidado.

Se sentó a su lado y acarició su mejilla.

Secas lágrimas cubrían sus mejillas quienes estaban rojas.

-Lo lamento mi amor, no me dejes. No me temas - susurro dejando caer por sus mejillas unas cuantas lágrimas.

(...)

5 de octubre del 2021 (3000 años antes)

La despedida fue rápida, ambos subieron al avión rumbo a México.

Llegarían en unas 3 horas a México, ya que estaba cerca de EEUU.

Yanet miraba la ventana, cuando pasaban por cielo despejado veía la tierra iluminada, las nubes pasar.

Se sentía en paz.

Pero tenía nervios.

Cerró sus ojos y se recostó sobre el hombro de Junior dejándose llevar por el sueño, hasta que despertó por una sacudida.

-Amor despierta ya llegamos - y como lo dijo habían llegado a México, sus ojos se iluminaron de felicidad y en sus labios se formó una gran sonrisa.

Se pasó todo el camino al departamento mirando con curiosidad, asombro y alegría cada cosa que veía.

Veía a la gente, los restaurantes decorados, las iglesias, etc.

Llegaron a un enorme edificio que daba la bienvenida con su hermosa bandera y su decoración tan pintoresca.

"El picantito mexicano" así se llamaba el edificio donde se hospedarían durante todo el mes de luna de miel.

La habitación era acogedora, un gran balcón, una cama de sábanas blancas y colchas de color marrón, y lo demás era indescriptible, todo hermoso.

La noche ya había caído, ambos miraban el horizonte, el sol se ocultaba lentamente.

-Sabes Yanet me encanta estar contigo aquí - beso su hombro, ella volteó y lo miro a los ojos

-Yo también te amo Junior - y unieron sus labios en un tierno beso

Las horas pasaron, la luna ilumino la noche y las estrellas brillaron.

Ambos irradiaban pasión, sus cuerpos pegados, sus caricias, sus besos, una noche de amor.

Y la luna fue cómplice de aquel amor.

Ambos se unieron, para siempre.

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