PDV Teresa
Mantenía mi mano en las pelotas de Tomas mientras este último me contaba todo lo que quería saber, me conto de forma resumida la historia que tenía con Clara y cómo fue que rompieron.
Escuche atentamente todo lo que me dijo, no sé si estaba siendo parcial en lo que estaba contando a o no, pero en base a lo que escuche, no parecía ser tal caso.
Obviamente la culpa la tenía Clara, no había ninguna excusa que pudiera decir lo contrario, tenían sus problemas antes de romper, pero eso no justificaba lo que hizo.
Ahora me sorprendía al igual que a Tomas que Vincent tratara de echarle la culpa a alguien más por lo que ella hizo, ¿En que estaba pensando?
— ¿Ahora ya entiendes todo Teresa? —me pregunto Tomas.
—Sí, más o menos, debiste dar más detalles.
—No quiero dar detalles de eso Teresa.
—Bien, bien, no importa, de todas formas gracias por contarme todo.
— ¿Ya puedes soltar “eso”? es incómodo tener tu agarre allí Teresa… contrario a lo que puedas pensar, esa parte no es para jugar.
—Mmmm.
Al oír eso ultimo me quede pensando, mientras hacía eso apoye mi rostro en el hombro de Tomas, apreté un poco el agarre con mis dedos mientras seguía así.
—Teresa, ¿Qué haces? Deja de apretar y suéltalo de una vez.
—Ya voy, ya voy.
Moví mis dedos y le di un apretón algo fuerte a Tomas, este último dio un gemido de dolor cuando hice eso, un instante después moví mis manos y tome su miembro.
Cuando lo toque pude darme cuenta de que estaba a medio despertar, no sé si fue porque a Tomas le gusto sentir mi cuerpo allí atrás de él o fue por el dolor que le provoque en sus pelotas.
Esperaba que fuera lo primero, lo 2 parecería como masoquista.
Solo pensé eso un instante antes de empezar a mover mi mano, no tomo mucho tiempo hacer que el miembro de Tomas se despertara por completo.
Eso me gusto, por lo menos el hecho de que no lo hubiéramos hecho estos días no fue porque ya no le atrajera.
—Teresa…
—No lo hemos hecho en días Tomas, ya déjate de evitarlo —le dije a este mientras me pegaba aún más a su cuerpo y le recostaba mi pecho en su espalda.
Hasta donde sabia… los hombres eran muy fáciles de convencer, solo se necesitaba el estímulo adecuado.
Eso lo pude comprobar cuando Tomas no opuso resistencia o hizo algo para evitar que moviera mis manos en su miembro, pude sentir como se ponía aún más duro mientras más me movía.
Fue más fácil de lo que esperaba, pude escuchar algunos gemidos silenciosos de Tomas, no muchos, pero empezaba a escucharlo, le gustaba, ya solo faltaba un poco más para que dejara llevar.
Quite mi rostro de su hombre y me separe de él.
Lleve mi mano libre y lo tome de sus mejillas, luego lo hice girar y le di un beso profundo en labios, nuestras lenguas bailaron allí adentro mientras continuaba frotando su miembro con mis manos.
Termine colocándome enfrente de él y use mis piernas para rodearlo allí abajo y apretarlo entre mis muslos, pude sentir como temblaba mientras lo rodeaba a ambos lados, me recosté junto a él y seguía besándolo mientras tanto.
No fue por mucho tiempo, un instante después me agache.
Acerque mi rostro a su miembro, lo mire unos momentos antes de tomarlo de nuevo con mis manos y llevármelo a la boca, al poco tiempo comencé a mover los labios, pude escuchar más gemidos provenientes de Tomas.
No hizo nada para evitarlo, ya le había ganado esta.
PDV Vincent.
—Hola Clara, ¿Qué haces? Cuéntame ¿Cómo te trata la vida? —le pregunte a esta última mientras tenía mi teléfono en la mano.
— ¡¿Qué quieres Vincent?! ¡¿No sé si es que eres tonto o es que eres muy caradura para llamarme después de lo que me hiciste hoy?! ¡¿Cuál es tu problema?! –me grito Clara.
Parecía muy enojada… no pude evitar reírme un poco…
—Pero Clarita, ¿Por qué me tratas así? ¿Qué no eh hecho todavía para merecer este trato?
— ¿En serio preguntas que has hecho? ¡¿En serio?!
— ¿Eh? Pues no, no me pregunte qué fue lo que hice Clarita, a ver, rebobina un poco sobre lo que dije.
— ¿Cómo?
Clara dejo de hablar un instante, pareció pensar en lo que le acabo de decir, eso me hizo sonreír.
— ¿Ya te diste cuenta? Parece que te acabo de joder Clarita.
— ¡Adiós Vincent!
—Espera, espera, cielos ¿Por qué no me tienes paciencia?
—Te tuve mucha paciencia el día de hoy, me tuviste sentada durante horas mientras hablabas hasta el cansancio solo para proteger a Teresa, ya tuve suficiente de tu voz el día de hoy, da gracias que no este allí contigo por que desearía patearte.
— ¿Por qué será que la gente me tiene que tratar así? Bueno, eso me pasa por ser tan buena gente, escucha Clara, ¿Puedes venir a mi casa?
— ¡¿Para qué?!
— ¿Cómo que para qué? Obvio que quiero que pasemos una noche de pasión juntos, solo tú y yo, ¿Te imaginas la expresión en la cara de Tomas cuando le digamos que dormimos en mi cama con nuestros cuerpos sudoroso pegados uno del otro? ¿Puedes imaginarte la cara que pondrá? Una oportunidad única en la vida.
Clara guardo silencio ante mi último comentario… quizás estaba considerando hacer esto realidad.
No estaba seguro de que fuese así, por lo que me decidí por continuar antes de ir a peor.
—Ya hablando en serio, solo quiero hablar contigo acerca de lo del juicio.
—Ya te dije que no voy a retirar los cargos Vincent.
—Lo sé.
— ¿Entonces qué quieres hablar?
—Solo quiero mostrarte algo nada más, ¿Puedes venir?
—Bien, iré, ¿A qué hora?
—Ven en la mañana, así tendremos tiempo para ver que hacemos el resto del día, y no Clara, antes de que tu cochina mente se imagine otra cosa, no me estoy refiriendo a hacer actos “XXX” ¿Entiendes?
Clara me colgó después de que me oyera decir eso último, volví a sonreír y me decidí esperarla para mañana.
El día se fue rápido, había despedido al padre de Teresa después de que me diera la información que quería, no sabía si había soltado todo, pero con la información que me dio me bastaba por ahora, el tipo era muy precavido como para soltarme todo así nada más.
Ojala siguiera teniendo herencia para ofrecerle una especie de trato, pero ni modo, había que usar lo que teníamos a la mano.
PDV Clara
Me levante temprano en la mañana, era mi día libre, uno de los pocos que tenía por los momentos, me hubiese levantar tarde de no ser por lo de Vincent.
Espero que lo que tenga que decirme ese tonto sea bueno, seguía enojada con él por lo que me hizo, seguía preguntándome porque le juez nunca le dijo que se callara.
Me arregle rápidamente y luego de eso Salí de mi casa, me monte en mi auto y fui a la casa de Vincent, no tarde mucho en llegar, este me recibió de forma entusiasmada, casi me dieron ganas de golpearlo allí mismo…
Me conforme con darle una cachetada apenas lo vi.
— ¿Qué te pasa loca?
—Tienes suerte de que eso sea lo único que te haga, dime rápido porque me llamaste.
Entre a su casa mientras decía eso, Vincent se me quedo mirando mientras cerraba la puerta.
— ¿Eso es todo? ¿No me preguntaras como amanecí o como estuvo mi día? ¿O cómo le paso ayer?
—No seas tan niña Vincent, y sé muy bien como la pasaste ayer, dime porque me llamaste.
—Bien, bien, ¿Y así quieres conservar la amistad? Cielos, ven conmigo.
—Tiene que ver conmigo Clara, ¿Ahora si lo puedes adivinar?
— ¿Desheredado?
— ¡Bingo! Tenemos un ganador.
—Sigo sin ver tu punto Vincent.
— ¿Quién es la que más gana si yo soy desheredado?
— ¡¿Mía?!
— ¡Bravo! ¡Lo lograste! ¡¿Qué quieres de premio?!
— ¿Insinúas que Mía hizo todo eso para que lograr ganarte sobre la herencia?
—Así es, pero no solo por eso, vamos, piensa, en el peor de los casos, ¿Qué pasaría si Teresa va a prisión por años? ¿Qué pasaría?
…
—No lo sé, no todos tenemos esa mente hiperactiva tuya.
—Cielos, si Teresa va a prisión ¿Quién quedara soltero y sin nadie a su lado?
— ¿Tomas?
— ¡Lo lograste otra vez!
—Entonces 2 pájaros por el precio de 1… pero ¿Teresa no es amiga de Mía? ¿De verdad la enviaría a prisión para… lograr eso?
—Déjame contestarte con otra pregunta… ¿Tú no eres amiga de mi hermana también?
… oh… ya entiendo.
—Ya te entendí Vincent, ya se tu punto.
—Bien, ¿Entonces…?
—¿Entonces que? Lo que dices es solo una suposición, no esta comprobado, no voy a retirar los cargos solo por una suposición Vincent.
—Vamos Clarita.
—No lo voy a hacer Vincent.
—¿Y si te lo pido por favor?
—No.
—Bueno, de todas formas no esperaba que me creyeras así de fácil ¿Qué te parece si lo comprobamos?
—¿Cómo?
—Llama a Mia, y programa una encuentro… solo ustedes 2, allí podrás hablar a solas y ver si confiesa.
—Como si fuera fácil a hacer que Mía suelte algo, ¿Pareciera que no la conoces?
—Lo hará si sabes moverte Clarita, vamos, llámala y después vemos que hacemos.
Mire con duda a Vincent unos momentos antes de finalmente sacar mi teléfono, de todas formas no perdía nada con hacer esto, al final incluso si Mía se enojara, no es que ella fuese mi confidente de más confianza o alguien indispensable en mi vida privada.
Mía no tardó mucho en contestar, nos saludamos rápidamente como de costumbre.
—Mia ¿Estas libre? Quisiera que nos reuniéramos.
—Claro, ¿Por qué?
—Quiero hablar cosas privadas contigo, ¿Algun lugar donde podamos vernos solo nosotras 2 únicamente?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO