PDV Teresa
Los labios de Vincent continuaron junto a los míos por un par de segundos,
el beso, me tomo por sorpresa y no pude reaccionar a tiempo, y mientras estaba
en esta situación, pude notar algunas cosas.
Vincent, a pesar de ser un hombre, tenía unos labios muy suaves, puede que
incluso fueran más suaves que los míos y termine involuntariamente por
compararlo con Tomas.
Tomas y Vincent eran los 2 hombres más atractivos que había conocido en mi
vida, debido a esto, no pude evitar hacer una comparación entre ambos, ya que a
fin de cuentas, los 2 eran muy parecidos en ciertos sentidos.
Ambos eran ricos, ambos era atractivos, y ambos poseían estatus similares,
la mayor diferencia que poseían era en sus caracteres.
Tomas se podían notar que era alguien más bien frio, controlador, y
dominante, la forma en que se comportó cuando estaba en la tienda de
comestibles esta mañana, fue una demostración de ello.
Vincent en cambio, tenía un comportamiento más alegre y juguetón que
Tomas, sin mencionar que se notaba que
era mucho más extrovertido que este, aunque a pesar de ese carácter alegre que tenía,
esto no significaba que era alguien manso o sumiso, la forma en que le dio una
paliza al viejo verde de mi jefe y a ese motociclista fue una prueba de ello.
Estos 2 hombres eran al mismo tiempo iguales y al mismo tiempo diferentes, normalmente alguien como yo no debió haber
entrado en contacto con personas como ellos en toda su vida, pero en solo 1 día
había terminado conociéndolos a ambos… y no de una forma convencional.
Cuando finalmente reaccione, coloque mis manos en el pecho de Vincent y
termine por empujarlo con toda la fuerza que tenía.
Vincent se separó de mí, y a pesar de que estaba viendo lo enojada que
estaba, este último solo me miro con esa endemoniada sonrisa suya.
—¡¿Por qué hiciste eso?! —le pregunte a Vincent mientras lo miraba enojada
—Perdón, perdón, me deje llevar —me dijo Vincent mientras sonreía.
—¡Me dijiste que solo me querías como una empleada nada más! —le grite a
Vincent.
—Y es cierto Teresa, solo te quiero como una empleada —me dijo Vincent, su
expresión cambio de repente, a una muy seria.
Era increíble cómo podía cambiar sus expresiones de forma tan fácil.
Este tipo tenia madera de actor, o más bien se podía decir que tenía el ser
actor en su sangre.
— ¡¿Entonces por qué me besaste?! —le grite a Vincent.
Anteriormente me dijo que solo me quería como una empleada, sin ningún
motivo oculto, pero después va y me besa solo segundos después.
¿Cuál es su juego? O más bien ¿Qué estaba pensando? Decía una cosa y
después hacia otra, este tipo es impredecible.
—Ya te lo dije Teresa, solo me deje llevar por el momento nada más, no fue
gran cosa —me dijo Vincent.
—¿No fue gran cosa? Me besaste y yo no quería —le dije a Vincent.
— ¿Y por qué no me apartaste enseguida? Y es más… ¿Por qué me respondiste
el beso? —me pregunto Vincent, mientras volvía a darme esa molesta sonrisa
suya.
Odio esa sonrisa… es muy molesta.
— ¡Adiós Vincent! —le dije a Vincent, mientras me giraba y empezaba a
caminar a paso rápido.
—Oye ¿A dónde vas? —me pregunto Vincent mientras me seguía.
—A mi casa, ya no es necesario que me acompañes —le dije a Vincent, sin
voltearme a verlo.
—Te dije que te iba a acompañar hasta tu casa Teresa, y soy un hombre de
palabra —me dijo Vincent mientras caminaba detrás de mí.
—¡No es necesario! Mi casa está en la siguiente cuadra, ya has cumplido con
tu palabra —le dije a Vincent mientras me giraba y le señalaba mi casa, la cual
estaba a unos 100 metros o un poco más de distancia de nosotros.
En todo este trayecto, habíamos caminado juntos y debido a la conversación
el tiempo paso volando y llegamos a mi casa rápido, de no ser porque nos
detuvimos a hablar, ya hubiéramos llegado.
—Así que esa es tu casa… —murmuro Vincent mientras miraba en dirección
hacia mi casa.
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