PDV Teresa
Tomas después de jalarme hacia él, continuo fulminándome con su mirada,
parecía querer darme a entender que no iba a aceptar una negativa, en otras
palabras no me estaba preguntando nada, me estaba ordenado lo que tenía que
hacer, y no iba a aceptar un no como respuesta.
Me estaba agarrando muy fuerte de mi mano, y podía sentir lo tenso que
estaba, de verdad que estaba molesto conmigo, no me atreví a contradecirlo, por
lo que Tomas solo me miro unos segundos antes de girarse y tratar de
arrastrarme con él.
Sin embargo, antes de que lograra hacerlo, uno de los amigos de Daisy lo
detuvo al tomarlo por los hombres, Tomas se giró para verlo enojado, y cuando
hicieron contacto visual, el amigo de Daisy abrió su boca para hablar.
— ¿A dónde crees que te la llevas? —pregunto el amigo de Daisy mientras
miraba a Tomas.
—Me la llevo conmigo ¿Tienes algo que decir? —le pregunto Tomas al amigo de
Daisy mientras lo miraba enojado.
— ¿Acaso no ves que estamos hablando entre nosotros? Esa chica está conmigo
no te la puedes llevar así como así, ¿Quién eres tú? ¿Te invitaron a la fiesta?
¿Te crees tan importante como para llevarte a mi pareja enfrente mío? —le
pregunto el amigo de Daisy a Tomas, él también parecía enfadado.
Cierto, debido a la tonta de Daisy, estos 2 chicos pensaban que yo vine a
esta fiesta a tener sexo con ellos en esta orgia que estaba sucediendo en la
casa, estos 2 pensaban que yo iba a ser “su chica” en esta fiesta, pero después
Tomas vino, me tomo de la mano y quería llevarme con él sin decir nada más.
— ¿Qué relación tienes con esa chica? Ella no parece querer irse contigo
—dijo el otro amigo de Daisy.
¿Cómo vas a saber lo que pienso o no? Ni siquiera nos conocemos realmente.
— ¡Soy su novio! ¿Eso te parece razón suficiente para que me lleve conmigo?
—le pregunto Tomas mientras miraba enojado a los amigos de Daisy.
¿Mi novio? ¿Cuándo fue que firmamos los papeles? Aun no había aceptado ser
su novia de alquiler.
Cuando los amigos de Daisy, escucharon las palabras de Tomas, ambos
empezaron a reírse a carcajadas, las palabras de Tomas le causaron mucha gracia
por alguna razón.
— ¡Tenemos a un cornudo amigos! —grito el amigo de Daisy a todos los
presentes en la fiesta.
— ¡Vaya forma de enterarse de las aventuras de su novia! —dijo el otro
amigo de Daisy mientras se reía y gritaba estas palabras para que todos los
presentes lo oyeran.
¡Mierda! Tomas dijo que yo era su novia, y yo estaba en medio de una orgia,
para los demás Tomas debió ser el novio cornudo que se enteró de que su novia
lo estaba engañando y que asistió a una orgia sin decirle nada…
Todos los presentes empezaron a burlarse de Tomas, riéndose de él, eso me
hizo sentir mal, gire mi mirada para ver la expresión de Tomas y pude ver que
esta se había vuelto muy oscura, parecía estar a punto de estallar.
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