PDV Daisy
Cuando Tomas llego a la fiesta, dentro de mi sentí bastante satisfacción ya
que había podido comprobar todo lo que necesitaba, finalmente había logrado
sacar a Tomas fuera de su zona de control.
Anteriormente cuando hable con él en el restaurante, no había podido
sacarle nada de información a este hombre, no importa como lo hiciera, este
tipo sabia como mantenerse en control de la situación y eso para mí fue algo
frustrante.
Tomas era mucho más cerrado que Saint, y eso me dificultaba poder saber
algo acerca de él.
Si quería sacarlo fuera de su zona de confort y fuera de su zona de control
iba a tener que recurrir a medidas extremas, y al fina a aproveche esta pequeña
orgia para poder saber cómo iban a actuar los 2 enamorados de Teresa.
Pensaba que ambos iban a llegar, pero al final resulta que solo Tomas vino,
al parecer el interés de Saint por Teresa no era tan grande de otro modo se
hubiera apresurado aquí al igual que Tomas.
Quizás me equivoque con Saint, quizás, pero no me equivoque con Tomas, tal
y como pensaba, ese hombre se apresuró para poder llevarse a Teresa de las
garras de mis amigos, y lo hizo de un modo muy enojado, parece que el deseo que
sentía por Teresa era mucho más grande del que pensé en un principio.
Literalmente parecía que iba a explotar en cualquier momento, y cuando vi
que mis amigos se empezaban a burlar de él, supo al instante que nada bueno iba
a pasar, y tuve razón ya que Tomas le dio tremenda paliza a mis 2 amigos, los
cuales a pesar de ser 2 contra 1, no pudieron hacer nada, y terminaron en el
suelo con moretones y contusiones.
Todos los demás solo pudimos ver como Tomas se llevaba a Teresa con él a la
fuerza.
Sentí un poco de lastima por mi amiga, quizás me había pasado de la raya,
no esperaba que el enojo de Tomas fuera tan fuerte, y su reacción ciertamente
me sorprendió, parece que tendría que disculparme con Teresa mañana, a menos
claro que no sobreviviera a Tomas.
Continúe viendo un rato la puerta de entrada de la casa donde tenía lugar
la orgia, a pesar de la interrupción, todos los presentes continuaron
rápidamente con lo suyo, algo como esto no iba a evitar que continuaran la
diversión que estaban teniendo en estos momentos.
Vi como mis 2 amigos se levantaban con dificultad después de la paliza que
Tomas le dio, me sentí culpable con ellos, pero no tanto, después de todo ellos
no debieron burlarse de Tomas de esa forma, pero aun así fui a disculparme con
ellos por todo lo ocurrido.
Los engañe a ambos y les hice pensar que Teresa y yo tendríamos sexo con
ambos en esta orgia, le mentí, al menos les debía un disculpa por usarlos como
conejillos de indias.
Mientras me disculpaba con mis 2 amigos, pude escuchar una voz que reconocí
muy bien, gire mi mirada en dirección hacia esa voz, y pude ver… que Saint
había llegado a la fiesta, tan solo 2 o 3 minutos después de que Tomas y Teresa
se hubieran ido.
todas partes, habían, tríos, cuartetos, quintetos, sextetos, había de todo
aquí.
Esta imagen me sorprendió, por solo por uno segundos, y rápidamente empecé
a buscar a mi Teresa, la cual debía estar por aquí.
La llame por su nombre varias veces con el fin de poder encontrarla,
esperaba que no fuera demasiado tarde.
— ¿Vincent? —me dijo una voz que reconocí muy bien.
Cuando escuche esta voz, me alegre al instante, ya que sabía de quien era.
Gire mi mirada en su dirección y pude ver que se trataba de Daisy, la amiga
de Teresa.
Ella debía saber dónde se encontraba mi linda chica de color de rosa en
estos momentos.
Sin ninguna demora, corrí hacia ella, y cuando estuvimos frente a frente,
no perdí tiempo en preguntarle donde estaba Teresa.
Sin embargo, las palabras que Daisy me dijo a continuación, fueron muy
desoladoras en todo sentido.
—Lo siento Vincent… pero Teresa ya se fue, no fue hace mucho, se fue hace
un par de minutos, si hubieras llegado antes te hubieras topado con ella —me
dijo Daisy mientras me miraba a los ojos.
Cuando esta noticia, llego a mis oídos, sufrí un gran golpe en mi interior…
Había tardado mucho en decidir y finalmente había escogido a Teresa… y al
final me di cuenta…
De que había elegido mal
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