PDV Teresa
Mi hermano y yo fuimos a la habitaciones de nuestra madre, cuando llegamos
pudimos ver a nuestra madre acostaba en su cama, estaba despierta mirando por
la ventana mientas tomaba un poco de agua.
Su nombre era María, ya estaba en la mediana edad y tenía más de 40 años,
pero no se veía tan vieja en realidad, aparentaba solo unos 30 años como mucho,
y eso era pesar del cáncer que padecía,
el doctor nos había dicho varias veces que nuestra madre tenía un cuerpo
bastante resistente, y por eso pudo llevar de forma tan optima su situación.
De no ser por nuestra falta de dinero, ya se hubiera curado de su
enfermedad teniendo en cuenta su buena salud.
Se parecía mucho a mí, ambas compartimos muchos rasgos similares, entre
nosotras, a diferencia de mi hermano que era una mezcla de mi madre y mi padre.
Yo era más bien una copia más joven y algo diferente de mi madre.
Después de llegar a la habitación, Richard y yo nos miramos por unos
instantes antes de ir con nuestra madre.
—Mama —dijimos ambos después de entrar a la habitación.
Cuando nuestra madre nos escuchó, se giró para vernos, ella sonrió y nos
recibió alegremente.
Después de que los 3 estuvimos juntos, empezamos a hablar entre nosotros,
nuestra madre nos preguntó muchas cosas con respecto a nuestras vidas y que
cuales eran las ultimas noticias que teníamos para darles.
Tanto Richard como yo empezamos a contarles todo lo que nos había pasado
recientemente, mi madre escucho atenta, mentimos en varias ocasiones para poder
evitar cualquier cosa que pudiera hacerla sentirse mal y terminamos por
inventar muchas cosas solo para poder hacerla reir con historias absurdas y
graciosas.
Estaba todo el dia en un hospital, por lo que no tenía que hacer, así que
su manera de saber que pasaba en el exterior era por medio de Richard y yo.
Mi madre era muy curiosa, y de hecho me empezó a preguntar cómo estaba mi
situación amorosa, más específicamente me pregunto si había podido conocer a
alguien interesante recientemente.
Cuando me hizo esta pregunta, me dieron ganas de contarle sobre Vincent y
Tomas, esos 2 sí que eran dos 2 tipos bastante peculiares, pero no tenía nada
con ningún de ellos… bueno, no con Vincent, con Tomas tenía una relación
bastante rara en estos momentos.
Quise contarle sobre ellos pero decidi que mejor no lo hacia, mi relación
con esos 2 era muy rara, y no necesitaba que mi madre se entera, y menos mi
hermano quien estaba a mi lado.
Por desgracia el tonto de Richard aprovecho el momento para poder contarle
a mi madre acerca de Vincent al cual había visto el otro día, e incluso le
conto como fue que Vincent se quedó en nuestra casa y termino por quejarse con
nuestra madre sobre mi… “comportamiento” reciente y sobre el como conocí a
Vincent.
Richard me apuñalo por la espalda y termino por decirlo todo, mi madre se
mostró sorprendida de que conociera a alguien como Vincent, y empezó a hacerme
preguntas con respecto a èl mientras Richard observaba.
Maldito traidor, yo no contaba sus cosas, pero èl si las mías…
Le dije a mi mama que Vincent era solo un hombre que me ofreció trabajo y
que nuestra relación solo iba a ser de un jefe y empleada, Richard intervino
muchas veces diciendo que no se creía esto para nada y que Saint debía tener
otros motivos.
Yo también lo creía, pero no quería darle la razón a Richard y menos frente
a nuestra madre, por lo que negué cualquier cosa que él dijera.
De todas formas mí me aconsejo tener cuidado y que pensara bien las cosas
que hiciera con Saint, era mejor tener cuidado con esos tipos ricos que
terminaban ofreciéndole cosas a chicas de clase medio como yo.
También me aconsejo lo mismo que Daisy y me dijo que dejara esa relación
laboral por escrito de esa forma no pasaría malos ratos en el futuro.
También me dijo que le hiciera más caso a Richard, a fin de cuentas él era
el único hombre en esa casa y debería escucharlo más, me dieron ganas de
golpear a Richard al ver la expresión complaciente que este me hizo cuando mi
madre nos dijo esto.
Después de que nuestra familia se pusiera al día, el doctor llego y mi
hermano y yo nos salimos de la habitación para poder hablar con él.
El doctor nos empezó a decir las últimas noticias y nos dijo que el estado
de salud de nuestra madre seguía siendo optimo, pero necesitaba el tratamiento,
nos mantuvimos tranquilos mientras escuchábamos… o al menos así fue hasta que
nos dijo que el precio del tratamiento había aumentado a 100.000 dólares.
Cuando escuchamos esto, tanto Richard como yo nos aturdimos y nos miramos
fijamente por unos momentos.
— ¿Es en serio? Hace solo 2 semanas atrás nos dijo que el tratamiento
seguía costando 50.000 dólares todavía —le dijo Richard al doctor.
—Si, pero las ultimas noticias que recibimos con respecto al estado de su
madre nos indicaron que necesita un tratamiento mas complicado y debido a eso
el precio aumento, ya que el procedimiento medico es mucho mas complicado y
costoso —nos dijo el medico mientras nos miraba de forma imperturbable.
—¡¿Acaso nos quieres joder maldito infeliz?! —grito Richard, antes de
abalanzarse contra el médico y tomarlo por el cuello de su ropa, parecía muy
enojado, histérico de hecho.
—¡Richard! ¡Suelta al doctor! —le grite a mi hermano mientras tomaba sus
brazos y trataba de que los separara del cuello del doctor.
Este último parecía asustado por el arrebato de Richard, este último era
más alto y era más joven, por lo que debió sentirse bastante intimidado.
— ¡¿Cómo va a hacer que el tratamiento vaya a duplicar su precio en menos
de 2 semanas cuando se mantuvo así por meses?! ¡No trates de joderme maldita
sea! ¡¿Por qué quieres explotarnos de esa manera?! ¡¿Sabes lo que nos está
costando solo reunir los 50.000 original?! ¡¿Cómo quieres que consigamos
100.000 dólares?! —le grito Richard al doctor mientras lo miraba histérico.
—Y-ya le dije que las ultimas noticias arrojaron nuevos datos y ahora
necesitamos usar otro procedimiento más complicado y eso aumento el precio del
tratamiento —le dijo el doctor a Richard estando muy nervioso.
— ¡No trates de joderme! —le grito Richard al doctor.
— ¡Richard! ¡Ya suéltalo! —le grite a Richard mientras usaba mis manos para
poder hacer que me mirara a los ojos.
No era conveniente que el doctor empezara a pensar mal de nosotros, podría
ser malo a futuro, y además este nos había tratado bien durante la estadía de
mi madre en el hospital, por lo que no se merecía este trato por parte de
Richard.
Mi hermano me miró fijamente por unos instantes antes de soltar al doctor,
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO