PDV Saint
El chofer condujo rápidamente, y gracias eso pude llegar rápidamente al aeropuerto
donde Clara, la esposa, o más bien antigua esposa de Tomas estaba.
Había tomado mi decisión y decidí ir con Clara, podría preguntarle a Tomas porque
estaba en ese lugar en ese momento, por lo que no era necesario tener que
averiguarlo allí mismo.
Después de que mi auto se estacionara, salí disparada para poder
encontrarme con Clara y con mi hermana, a las cuales logre encontrar
rápidamente, estaban saliendo del aeropuerto justo en estos momentos, estaban
hablando algo entre sí.
Al verlas, fui hacia ellas, cuando Mía me vio, hizo una expresión muy fea,
no parecía nada contenta de verme, eso era natural, en cambio Clara me dio una
sonrisa al verme y me saludo con mucho entusiasmo.
—Qué bueno que hayas podido venir Vincent —me dijo Clara mientras terminaba
de darme un abrazo.
—A mi también me alegra haber venido —le dije a Clara mientras la observaba
de forma involuntaria.
No pude evitar quedar algo maravillado por Clara, como siempre era una
mujer muy atractiva, su piel era muy hermosa al igual que su rostro, su cabello
el cual era brillante y sedoso, sus curvas y proporciones eran perfectas, y sus
pechos bastante amplios al igual que su trasero.
Hubo un tiempo en que me sentí algo envidioso de Tomas por conseguir
casarse con Clara, es una lástima que las cosas no hayan terminado bien entre
ellos.
— ¿Qué paso Vincent? ¿Por qué llegase tan tarde? ¿Acaso tenías mejores
cosas que hacer? —me pregunto Mía, sacándome de mis pensamientos.
—No Mía, es solo que algunos tenemos ocupaciones que nos retrasan, por eso
no pude llegar con tiempo de sobra como cierta persona sin nada que hacer —le dije
a Mía mientras giraba mi vista para mirarla.
— ¿Obligaciones? ¿Tú? Claro, si consideras gastar el dinero de nuestro
padre en tonterías, frivolidades y mujeres, es obvio que estas muy ocupado —me
dijo Mía mientras nos mirábamos.
—Ya paren los 2, me alegra que hayas llegado Vincent, tengo varias cosas
que hablar contigo —me dijo Clara, interviniendo entre Mía y yo.
—Bien, yo también tengo algunas cosas que hablar contigo —le dije a Clara
mientras esta me tomaba del brazo y empezábamos a caminar con Mía a mi otro
lado.
—Dime Vincent ¿Cómo esta él? —me pregunto Clara mientras caminábamos.
Sabía a quién se refería.
—Está muy bien, nada nuevo que comentar, sigue siendo él mismo de siempre
—le conteste a Clara.
—Ya veo, dime ¿Cómo fue que reacciono cuando se enteró de que yo iba a
venir aquí? ¿Hizo un escándalo? —me pregunto Clara con una sonrisa mientras
llegábamos auto.
—Él no sabe nada todavía Clara —le conteste.
—Vamos Vincent, no me mientas, sé que le contaste que yo iba a venir a la
ciudad —me dijo Clara.
— ¿Y cómo puedes saber eso? —le pregunte.
—Te conozco.
—Bueno, es cierto —le dije a Clara mientras los 3 entrabamos en mi auto.
Mía debía tener su propio vehículo, pero debió acompañarnos por qué no
quería dejar a Clara sola conmigo.
— ¿Y bien? ¿Hizo un escándalo? —me pregunto Clara.
—Bueno, no te voy a mentir, se alteró un poco, pero nada exagerado como
quizás pienses —le dije a Clara mientras el auto empezaba a avanzar.
—Ya veo, ¿Crees que acepte reunirse conmigo? —me pregunto Clara.
Cuando escuche esto, fruncí el ceño… honestamente no creía que Tomas de
verdad aceptara reunirse con Clara.
—No creo Clara —le dije siendo honesto con ella.
—Parece que sigue siendo muy rencoroso, el tonto orgulloso no perdona ni
olvida —me dijo Clara, parecía pensativa.
—Sí, te dije que seguía siendo igual que antes, nada ha cambiado —le respondí.
—Vincent, necesito que me hagas un favor —me dijo Clara mientras se giraba
para verme.
— ¿Un favor? ¿De qué tipo? —le pregunte con curiosidad.
Después de decir esto último, Clara empezó a decirme cual era ese “favor”
que quería que le hiciera, cuando escuche esto no me gustó nada, pero Clara fue
insistente y al final accedí.
Levante mi teléfono y con renuencia marque el número, después de un breve
tiempo, Tomas me contesto.
— ¿Qué sucede Vincent? —me pregunto Tomas a través del teléfono, si tono
era el mismo de siempre.
Al escuchar esto, suspire.
—Lo siento amigo, me ataron de manos —le dije a Tomas antes de pasarle el
teléfono a Clara.
—Hola cariño, ha pasado mucho tiempo —le dijo Clara a Tomas cuando tuvo el
teléfono en su mano.
Me iba a meter en muchos problemas por esto que hice.
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