Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 86

PDV Teresa

Después de salir

del baño de Tomas, me senté en un asiento de su cuarto y me decidí a esperarlo

allí, pero después pensé quizás no sería buena idea hacerlo, ya que Tomas podría

salir desnudo o algo, así que me salí del cuarto, y lo espere fuera de este.

No conocía esta

casa y no era mía, por lo que no podía irme a cualquier otro lugar así como así

y sin la criada a mi lado, tenía mis movimientos bastante restringidos, así que

solo podía quedarme cerca de Tomas.

Seguía enojada

con este, él seguía aprovechándose de mí, tengo que hacer algo para evitar que

eso vuelva a ocurrir, se supone que nuestra relación iba a durar 3 meses y no

iba a poder pasar esos 3 meses de esta forma, siempre temiendo cualquier

movimiento que Tomas pueda hacer contra mí.

El tiempo paso, y

después de unos 10 minutos finalmente Tomas salió de su cuarto, tenía puesto

unos pantalones negros algo ajustados junto con una camisa roja de botones que

dejaba ver un poco su cuerpo, me sentí atraído cuando lo vi, pero rápidamente sacudí

la cabeza para poder quitarme esos pensamientos.

Tomas podía ser

incluso un poco más atractivo que Vincent y cualquier gesto suyo tenía su

encanto, y era difícil permanecer indiferente en su presencia y más cuando me

atacaba, como cuando lo hizo en el baño.

—Que linda eres Teresa,

¿Esperaste allí solo por mí? —me pregunto Tomas mientras me miraba.

—No, no tenía ningún

otro lugar a donde ir, tuve que quedarme aquí —le dije a Tomas.

—Pudiste haber esperado

en el cuarto ¿Lo sabias?

—No, no quería

darte la oportunidad de mostrarte otra vez frente desnudo a mí por “accidente”

—le dije a Tomas, mientras lo miraba enojada.

—Teresa, no me

mires así, ven, vamos a la sala para poder hablar —me dijo Tomas, antes de

empezar a caminar, siendo seguido poco después por mí

Tomas y yo

caminamos juntos en silencio, en el camino empecé a observar los alrededores.

Mientras caminaba con la criada de Tomas no pude observarlos bien, pero ahora

que un poco más relajada, pude ver todo lo que casa de Tomas tenia para

ofrecer.

Este adema de

grande, también era muy lujoso, tenía todo tipo de cosas, pude ver incluso algunos

cuadros pintados que debían ser de algún pintor famoso, teniendo en cuenta el cómo

fueron hecho y como estaban firmados, cada uno de esos cuadros de seguro deben

valer más que mi casa.

Tomas noto mi

interés por los cuadros y empezó a hablarme un poco sobre ellos y quienes los

hicieron, en efecto eran famosos ya que los reconocí, me gustaba un poco la

pintura y estaba bien informada, y como supuse, cada cuadro valía mas que toda

mi casa, era increíble como una pintura puede valer tanto.

Tomas acabo por

llevarme a la cocina de su casa, al igual que todo lo demás, esta era enorme y tenía

muchas cosas, todos los artilugios que había en ella se veían muy costosos.

—Bien Teresa,

vamos a comenzar —me dijo Tomas mientras se sentaba en la mesa de su cocina.

—Bien, ¿Qué vamos

a hacer? ¿Cómo vamos a practicar? —le pregunte.

—Es muy sencillo,

vamos  decirnos algunas cosas generales

que cualquier pareja debería saber, nuestras edades, apellidos, segundos

nombres, nuestra familia, como se llaman nuestros parientes más cercanos, donde

trabajamos, y ese tipo de cosas, debemos decirnos todo esto si queremos pasar

por una pareja que lleva mucho tiempo —me dijo Tomas.

—Ya veo… son

muchas cosas —conteste algo incomoda.

en el acuerdo decía que ningún de los 2 podría compartir nada de lo que

dijéramos en estos momentos y si lo hacíamos podríamos arriesgarnos  a sufrir alguna pena.

Firme el acuerdo,

y se lo di a Tomas,  y después de eso

finalmente estábamos listos para poder “abrirnos” entre nosotros.

—Teresa, sabes,

aun no eh desayunado todavía, ¿Qué tal si mientras hablábamos me preparas algo?

—me pregunto Tomas mientras estábamos sentados en la mesa.

¿Qué quiere que

le cocine?

Eso hizo que

terminara por recordar mi situación con Vincent cuando llego a mi casa.

— ¿Por qué tengo

que cocinar yo? ¿Por qué no lo haces tú? Y además ¿No tienes una empleada que

haga estas cosas? —le pregunte.

—Vamos Teresa,

ahora eres mi novia, ¿Qué clase de novia eres que no puedes prepararle el

desayuno a tu novio? Vamos, quiero probar el cómo cocinas —me dijo Tomas.

—Está bien, está

bien, te estas aprovechando mucho de eso ¿Lo sabias? —le dije mientras me

levantaba.

— ¿Aprovechando?

Creo que entre los 2 la que más ha sacado beneficio eres tú, creo que con todo

lo que eh hecho por ti, merezco un desayuno Teresa.

No respondí a

estas palabras de Tomas, no tenía como, el me había dado ya 180.000 dólares, y tenía

razón que en comparación con eso, el prepararle el desayuno no era nada.

Empezaba a notar

alguna semejanzas entre Tomas y Vincent… ambos sabían cómo extorsionarme, tome

algunos utensilios y empecé a cocinar, mientras Tomas y yo empezábamos a hablar

sobre nosotros, contándonos todo lo que necesitábamos saber para nuestra salida

con esa mujer.

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