PDV Teresa
Después de salir
del baño de Tomas, me senté en un asiento de su cuarto y me decidí a esperarlo
allí, pero después pensé quizás no sería buena idea hacerlo, ya que Tomas podría
salir desnudo o algo, así que me salí del cuarto, y lo espere fuera de este.
No conocía esta
casa y no era mía, por lo que no podía irme a cualquier otro lugar así como así
y sin la criada a mi lado, tenía mis movimientos bastante restringidos, así que
solo podía quedarme cerca de Tomas.
Seguía enojada
con este, él seguía aprovechándose de mí, tengo que hacer algo para evitar que
eso vuelva a ocurrir, se supone que nuestra relación iba a durar 3 meses y no
iba a poder pasar esos 3 meses de esta forma, siempre temiendo cualquier
movimiento que Tomas pueda hacer contra mí.
El tiempo paso, y
después de unos 10 minutos finalmente Tomas salió de su cuarto, tenía puesto
unos pantalones negros algo ajustados junto con una camisa roja de botones que
dejaba ver un poco su cuerpo, me sentí atraído cuando lo vi, pero rápidamente sacudí
la cabeza para poder quitarme esos pensamientos.
Tomas podía ser
incluso un poco más atractivo que Vincent y cualquier gesto suyo tenía su
encanto, y era difícil permanecer indiferente en su presencia y más cuando me
atacaba, como cuando lo hizo en el baño.
—Que linda eres Teresa,
¿Esperaste allí solo por mí? —me pregunto Tomas mientras me miraba.
—No, no tenía ningún
otro lugar a donde ir, tuve que quedarme aquí —le dije a Tomas.
—Pudiste haber esperado
en el cuarto ¿Lo sabias?
—No, no quería
darte la oportunidad de mostrarte otra vez frente desnudo a mí por “accidente”
—le dije a Tomas, mientras lo miraba enojada.
—Teresa, no me
mires así, ven, vamos a la sala para poder hablar —me dijo Tomas, antes de
empezar a caminar, siendo seguido poco después por mí
Tomas y yo
caminamos juntos en silencio, en el camino empecé a observar los alrededores.
Mientras caminaba con la criada de Tomas no pude observarlos bien, pero ahora
que un poco más relajada, pude ver todo lo que casa de Tomas tenia para
ofrecer.
Este adema de
grande, también era muy lujoso, tenía todo tipo de cosas, pude ver incluso algunos
cuadros pintados que debían ser de algún pintor famoso, teniendo en cuenta el cómo
fueron hecho y como estaban firmados, cada uno de esos cuadros de seguro deben
valer más que mi casa.
Tomas noto mi
interés por los cuadros y empezó a hablarme un poco sobre ellos y quienes los
hicieron, en efecto eran famosos ya que los reconocí, me gustaba un poco la
pintura y estaba bien informada, y como supuse, cada cuadro valía mas que toda
mi casa, era increíble como una pintura puede valer tanto.
Tomas acabo por
llevarme a la cocina de su casa, al igual que todo lo demás, esta era enorme y tenía
muchas cosas, todos los artilugios que había en ella se veían muy costosos.
—Bien Teresa,
vamos a comenzar —me dijo Tomas mientras se sentaba en la mesa de su cocina.
—Bien, ¿Qué vamos
a hacer? ¿Cómo vamos a practicar? —le pregunte.
—Es muy sencillo,
vamos decirnos algunas cosas generales
que cualquier pareja debería saber, nuestras edades, apellidos, segundos
nombres, nuestra familia, como se llaman nuestros parientes más cercanos, donde
trabajamos, y ese tipo de cosas, debemos decirnos todo esto si queremos pasar
por una pareja que lleva mucho tiempo —me dijo Tomas.
—Ya veo… son
muchas cosas —conteste algo incomoda.
en el acuerdo decía que ningún de los 2 podría compartir nada de lo que
dijéramos en estos momentos y si lo hacíamos podríamos arriesgarnos a sufrir alguna pena.
Firme el acuerdo,
y se lo di a Tomas, y después de eso
finalmente estábamos listos para poder “abrirnos” entre nosotros.
—Teresa, sabes,
aun no eh desayunado todavía, ¿Qué tal si mientras hablábamos me preparas algo?
—me pregunto Tomas mientras estábamos sentados en la mesa.
¿Qué quiere que
le cocine?
Eso hizo que
terminara por recordar mi situación con Vincent cuando llego a mi casa.
— ¿Por qué tengo
que cocinar yo? ¿Por qué no lo haces tú? Y además ¿No tienes una empleada que
haga estas cosas? —le pregunte.
—Vamos Teresa,
ahora eres mi novia, ¿Qué clase de novia eres que no puedes prepararle el
desayuno a tu novio? Vamos, quiero probar el cómo cocinas —me dijo Tomas.
—Está bien, está
bien, te estas aprovechando mucho de eso ¿Lo sabias? —le dije mientras me
levantaba.
— ¿Aprovechando?
Creo que entre los 2 la que más ha sacado beneficio eres tú, creo que con todo
lo que eh hecho por ti, merezco un desayuno Teresa.
No respondí a
estas palabras de Tomas, no tenía como, el me había dado ya 180.000 dólares, y tenía
razón que en comparación con eso, el prepararle el desayuno no era nada.
Empezaba a notar
alguna semejanzas entre Tomas y Vincent… ambos sabían cómo extorsionarme, tome
algunos utensilios y empecé a cocinar, mientras Tomas y yo empezábamos a hablar
sobre nosotros, contándonos todo lo que necesitábamos saber para nuestra salida
con esa mujer.
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