Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 94

PDV Teresa

Tomas y yo

llegamos a su casa, y pude cambiarme este conjunto costoso por mi ropa de

siempre, cuando la tuve en mi cuerpo pude volver a relajarme de nuevo, después

de cambiarme, me fui al poco tiempo, Tomas quería que me quedara un poco más,

pero me fui de todas formas.

Cuando regrese a

mi casa, el contrato que me envió Vincent me llego poco después, no tenía a

Daisy conmigo, pero en base a lo que leí, parecía ser bastante bueno, por lo

que acabe por firmarlo y a partir de ahora finalmente me había convertido en la

empleada de Vincent.

En el contrato no

se especificó que haría exactamente, pero no parecía ser un contrato con dobles

intenciones por lo que pensaba que Vincent no me iba a jugar algo oculto como

lo hizo Tomas.

No me reconcilie

Daisy sino hasta 1 semana después desde mi almuerzo con Clara, no habíamos

hablado en ese tiempo… me había hecho falta, la encontré en la universidad y

después de una conversación que se prolongó durante 1 hora, Daisy y yo

finalmente nos reconciliamos.

Me pidió perdón

por haberme llevado a una orgia sin decírmelo, pero también me dijo que solo lo

hizo por mi bien, por quería saber cuáles eran las intenciones de Tomas y

Vincent conmigo, intenciones que gracias a eso pudo confirmar.

Me entere que

Vincent también vino a la casa de la orgia después de que me fuera, había

llegado poco después, si hubiera llegado antes nos hubiéramos encontrado.

Daisy me dijo que

todo fue siempre porque pensó en mi beneficio y ahora que sabíamos que querían

esos 2 íbamos a poder actuar mejor.

Al final acepte

las explicaciones de Daisy y la perdone por eso que me hizo, no tardamos mucho

en poder actuar como siempre.

Después de eso,

el tiempo paso rápido, desde mi encuentro con Clara, había pasado 1 mes entero,

en ese tiempo tuve un par de buenas noticias, como el hecho de que el

tratamiento de mi madre surtió efecto e iba por buen camino, según el doctor,

dentro de poco iba a poder volver a la normalidad.

Eso nos alegró a

mí y a mi hermano, el cual siguió siendo el mismo  de siempre.

En este último mes

seguí mi relación de novia de alquiler con Tomas, este último cumplió su

palabra y me hizo prepararme para la fiesta de Mía, la hermana de Vincent, en

el último mes tuve que ir muchas veces a su casa para poder practicar con él

varias cosas.

Además de tener

que ir a su casa, también me hizo ir junto con él a clases de baile, debíamos

aprender a cómo movernos bien para cuando tuviéramos que bailar durante la

fiesta.

Todo estuviera

muy bien de no ser porque cada vez que me reunía junto con Tomas, este último

siempre aprovechaba el momento para hacerme algo de la nada.

Siempre debía

estar alerta en todo momento junto con Tomas, ya que cada momento en que me

descuidara iba a ser aprovechado por este para poder meterme un beso repentino

u otras cosas más atrevidas.

Hubo un momento

en que fui a su casa y me hizo hacerle el almuerzo,  tuve que alcanzar algunos ingredientes que

quedaban muy arriba y me costó alcanzarlos por lo que Tomas llego junto a mí y

tomo ese ingrediente que yo no podía alcanzar a pesar de pararme de puntitas.

Esto no hubiera

sido nada raro de no ser porque pude sentir el “miembro” de Tomas golpeando mi

trasero, literalmente en el espacio entre mis nalgas.

Cuando me altere

por esto, el bastardo solo se rio y dijo que no hizo eso a propósito, quería

ayudarme a conseguir el ingrediente que no podía alcanzar y como yo estaba en

medio, solo pude colocarse detrás de mí para alcanzarlo.

En cuanto a su

“miembro” erecto, su única excusa fue que cuando me pare de puntitas con mis

pies… mi trasero termino levantándose y al ver mis nalgas de esa forma, yo

termine despertando a su amigo de allí abajo justo en ese momento…

Todo según él fue

un simple accidente involuntario nada más, él quiso ayudarme de buena fe como

“mi novio” pero en cuanto vio mi trasero levantado termino por emocionarse un

poco.

Tomas tenía un

fetiche con los traseros… de eso me di cuenta, no fue solo por cuando tuvimos

sexo por primera vez, él se enfocó mucho en esa parte, sino porque también en

este último mes me había hecho hacer ejercicios con él para poder ponerme en

forma… y gran parte de los ejercicios que me hacía hacer estaban destinados

para aumentar el tamaño de mi trasero.

Mientras estaba

junto con él pude sentir las miradas que me echaba, en especial cuando me hacía

hacer cosas que dejaban mi trasero al aire, el cual se veía de forma muy clara

por la ropa de gimnasia ajustada que Tomas me hacía usar.

Mi vida en este

último mes junto con Tomas se centró en su mayoría a estar en su casa o en

otros lugares junto con él mientras practicábamos baile y otras cosas y

hacíamos ejercicios juntos y todo mientras tenía que estar alerta de que Tomas

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO