Volvemos a Empezar, ¡Mi Ex! romance Capítulo 4

"¿Cómo pudo beber tanto? Estos dos días ha tenido problemas en el estómago, apenas estaba mejorando."

"Eh... tal vez porque estábamos todos juntos, Rafael se sintió más feliz y bebió un poco más, la próxima vez me aseguraré de cuidarlo." Simón encontró una excusa.-

Sofía conocía bastante bien a esos amigos de la infancia de Rafael. Juntos fundaron el Grupo JK, cuyo tamaño había ido aumentando, ocupando casi la mitad de San Bernat y extendiéndose al mercado internacional. A veces venían a comer a casa o se encontraban en la antigua casa.

"Cuñada, no viniste en tu coche, ¿verdad? Aquí están las llaves del coche de tu esposo, puedes llevártelo." Dijo Simón pasándole las llaves a Sofía.

"Gracias."

"Está bien, cuñada, te ayudaré a subir a tu esposo al coche."

"De acuerdo." Con Rafael en ese estado, sin Simón, realmente no habría podido subirlo al coche por sí sola.

Ambos ayudaron a Rafael a subirse al asiento trasero del coche, y Sofía se sentó en el asiento del conductor.

"Cuñada, ¿puedes manejar? ¿Quieres que te llame un conductor?" Simón estaba preocupado porque el coche de Rafael era grande y no quería que Sofía se sintiera incómoda manejándolo.

"No te preocupes, iré despacio."

"Está bien, entonces ten cuidado, adiós."

"De acuerdo." Diciendo esto, el coche se fue lentamente integrándose al tráfico.

Sofía conducía con cautela, mirando nerviosamente hacia adelante, a una velocidad muy lenta, lo que provocó que los coches detrás de ella le tocaran la bocina.

No se dio cuenta de que el hombre que había estado durmiendo profundamente en el asiento trasero había abierto los ojos. De hecho, Rafael había empezado a despertarse cuando Sofía llegó al bar y hablaba con Simón, pero había permanecido en silencio con los ojos cerrados. En ese momento, mientras veía a la pequeña figura sentada en el asiento del conductor, agarrando el volante nerviosamente y yendo despacio, se sintió extrañamente tranquilo. Esa noche, había recibido una llamada inesperada de Pilar diciéndole que había regresado y le pedía que fuera a buscarla al aeropuerto, a lo que se negó.

Sofía se quedó un momento en la sala.

"¿Necesitas algo de mí?" Rafael, viendo que no se iba a su habitación, preguntó.

"Eh, no, es que hoy fui a ver al abuelo, él dijo que cuando puedas vayas a comer, y que no te sobrecargues de trabajo."

"Está bien, ya lo sé. Mañana iré contigo a comer."

"De acuerdo."

Sofía no le mencionó lo de su embarazo. Faltaban tres meses para que se cumplieran los tres años de su acuerdo...