Nicolás se quejó. En realidad, Raúl solo nació unos minutos antes de él. ¿Por qué tenía que tomarle como el hermano? -
- ¿Cómo? -Raúl se quedó atónito sin entender sus palabras, pero comenzó a tenerlas claras en medio de confusiones.
Nicolás se limitó a mirarlo sin decir nada mientras Aura le tomó la mano.
-Mi mamá nos ha dicho que eres mi hermano. Por lo tanto, tenemos la misma madre -dijo con su cara llena de alegría.
En este momento, Raúl sintió que todo el mundo estaba iluminado y pensaba, "¿Es Amelia la madre a la que llevo tanto tiempo buscando? Sí, la es. Aunque no fuera mi madre biológica, la tomaré como mi madre real. Me gusta mucho Amelia."
Un buen rato después, sus ojos se pusieron húmedos. En este momento, estaba emocionado. Nunca había tenido tal sentimiento.
- ¿Qué estáis haciendo vosotros los tres? ¿Habéis peleado de nuevo? -dijo Amelia acercándose. Cuando vio la escena frente a ella, se le surgió una gran ira. Pensaba, "A pesar de que he dicho a Nicolás que Raúl es su hermano, ¿por qué intimidas a Raúl? Además, Raúl llora. No sé qué quiere Nicolás."
Ella miró fijamente a Nicolás cuyas miradas eran inocentes como si no supiera por qué se volvió tan enojada. Estaba confundida, "¿Por qué mamá tiene muchos prejuicios contra mí? Antes me guardó mucha queja cuando me vio. Sin embargo, su tono se vuelve muy suave cuando se dirige a Raúl."
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás llorando? Dime la verdad. ¿Nicolás te intimida de nuevo? -se acercó a Raúl y lo llevó directamente a sus brazos. Pensaba, "Este pobrecito ha sufrido mucho durante tanto tiempo sin mi compañía."
Al mirarla, Raúl rompió a llorar.
-Mamá -exclamó. Quisiera decir esta palabra en el primer encuentro con ella.
Se quedó atónita y tuvo ganas de llorar. Sus ojos se pusieron húmedos y las lágrimas salieron como un manantial. Empleó más fuerza para abrazarlo.
Aura abrazó una pierna de Amelia donde posó su pequeño rostro. Sonrió en medio de lágrimas.
Aunque Nicolás quería llorar, reveló finalmente una sonrisa. Sabía que su madre siempre estaba preocupada por el niño llevado por equivocación. Pensaba, "Dado que ha encontrado a Raúl, ella se queda aliviada."
-La cena está lista. Vamos. -levantó una suave sonrisa mientras hablaba. Inconscientemente miró a la puerta. Después de todo, era la villa de Daniel quien podría volver en cualquier momento, por lo que decidió no hablar de eso en voz alta.
-Excepto en la escena normal como ahora, no me llames mamá, en especial, frente a Daniel -le advirtió en voz baja. No quería que lo descubriera Daniel. Hizo todo lo posible para ocultárselo. Si él supiera de esto, las consecuencias serían inimaginables.
Asintió en silencio. En realidad, entendió lo que ella quería decir. Sin embargo, todavía lamentó la separación de sus padres. Pensaba, "¿Por qué mi papá y mi mamá no pueden quedarse juntos?"
Al darse cuenta de su decepción, Aura le dio una sonrisa.
-Eres más feliz que nosotros. Por lo menos, tienes un padre y puedes llamar mamá en privado. Pero no podemos llamar papá ni una vez -Parpadeó Aura. Al ver el hoyuelo en su cara rosada, Amelia no pudo evitar pellizcar su mejilla.
La familia de cuatro personas estaba sentada en la misma mesa.
-Raúl, venga a probar la sopa de ternera y ova que cocino para ti -mientras hablaba, había llenado un tazón para él. Pensaba, "Si a Nicolás le gusta la sopa, Raúl también querer tomarla probablemente." Apenas había dudado de su suposición.
Raúl estaba aturdido. Obviamente nunca la había tomada. Pensaba, "Amelia...no, es mamá. ¿Por qué cree que me gusta tomarla? Sin embargo, huele muy bien. Seguro que es sabrosa."
Tomó la cuchara y saboreó la sopa. Luego, miró a su madre que también lo estaba mirando.
-La sopa de ternera y ova hecha por mi madre es sabrosa -cuando terminó las palabras, volvió a tomarla. El sabor lleno del amor fuerte le conmovió mucho cuando tomaba la sopa.
-No solo pruebes la sopa. Come un poco de verduras -mientras hablaba Aura, recogió las verduras y las puso en el tazón de Raúl.
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