( 18) SWEET CANDY y DARK SHANE - SEX HARD romance Capítulo 17

Día tres desde la llegada de mi madre, iba llegando de mi depilación, había invitado a mi madre al cine y ella estaba muy emocionada. Yo no visitaba el lugar desde que lo hice con aquel cliente y el pensar en eso me hizo mojar. Me acerqué a la puerta del garaje viendo que no estaba el auto de Edward y mucho menos el de su mujer. Ella se pasaba menos tiempo en casa que el y me dio alegría ya que la pobre merecía diversión.

Mi corazón se aceleró cuando de la carretera un hombre se bajo de una gran camioneta negra que se me hacía familiar. Era alto, muy alto. Vestía una camisa que se veía cara, de color gris plomo y doblada en la manga, sus jeans ajustados pero sin ser demasiado se forraban sobre lo que prometía ser un gran paquete y sus zapatos brillaban pulidos. Cuando vi su brazo fue que me descompuse. Era el vecino.

Mientras más caminaba con confianza hacía mi, más su rostro se aclaraba y vaya rostro. Su barbilla tenia una forma sexy que me encantaba, su labio inferior más grueso que el superior y de un color rosa que provocaba lamer y chupetear. Su nariz era recta y elegante, sus ojos... esas gruesas pestañas cubrían la forma rasgada que lo hacía parecer un gato y no pude diferenciar el color miel casi amarillento de ellos hasta que estuvo tan cerca que no reaccioné sino cuando me mostró sus dientes en una sonrisa que prometía perversión. Se pasó una mano por el cabello negro revolviendolo con diversión.

-¿Terminaste de examinarme? -Sonaba confiado por lo que me despabile y entre en modo cacería. Puse una mano en mi cintura de avispa y el siguió el movimiento evaluando mis senos los cuales estaban apretujados bajo la franelilla color blanco y donde se marcaban con evidencia mis pezones libres de sostenes.

-Supongo que estoy en mi derecho, mirón.- Sus ojos brillaron cuando escucho la última palabra y su sonrisa tenebrosa creció más aún. Estábamos hablando bajo el árbol que protege la puerta del garaje como si de una cueva se tratara. El dio un paso más hacía mi y miró sin disimulo mis labios. Pase la lengua por ellos humedeciéndolos y enloqueciendolo un poco.

-Verónica Tocker, 21 años. Naciste en Bonanza un pueblito que no sale en el mapa. Vivías con tu madre y luego de un... incidente público, viniste para acá donde trabajas en la cafetería Good Think y vives en casa de los dueños de la misma. Dentro de unos días vas a la universidad a estudiar Administración de Empresas y Finanzas.- Lo mire sorprendida, el hecho se que supiese tanto de mi me excitaba, al contrario de parecerme tenebroso. Sabía que era un genio de las computadoras. Lo miré sonriente.

-Me sorprende como un nerd puede ser tan caliente como tú, Eder Shane- su nombre salio de mi como un ronroneo y puedo asegurar que cerró sus puños con firmeza- Qué problema que aún me llevas unos puntos de ventaja en esto- Hice un falso puchero.

-¿Y que punto es ese? Sabes de mi lo que yo sé de ti y estamos cara a cara. -Su voz ronca tan cerca de mi rostro me calentaba. Su aliento olía a menta y cigarrillo y eso me encantaba. Me acerque a su oreja y lo jale hacía mi poniendo las manos en su cabello con fuerza, pase la lengua por su lóbulo y hable muy bajo.

-Ya me viste desnuda y yo a ti no.-Sentí su erección crecer sobre sus jeans y cuando abrió la boca para responder algo que seguramente me haría mojar, la puerta se abrió.

-Vero, dond-- Mamá se callo de inmediato cuando vio a Eder, por suerte nos alejamos a tiempo y el cambio de pose para que mi progenitora no mirara su enorme erección. Aún con la presencia de mi madre imaginarme ese enorme pene dentro de mi hacía que mi braga quedará empapada.

-Perdona mija, no sabía que tenias compañía- sus ojos brillaron y vi que tramaba algo -Un placer soy Juliana.

Eder tomo la mano que le tendía y se presentó con una sonrisa ya sin exhibir su excitación, aún así el paquete se veía enorme.

-Bueno los amigos de Vero son bienvenidos. Quieres comer con nosotras? -La miré con los ojos muy abiertos. Una cosa era una cosa y otra cosa era otra cosa. Le suplique con la mirada a mi vecino que se inventara una excusa pero su maldad brillaba en aquellos amarillentos ojos y cuando sonrió supe que estaba jodida.

-Me encanta la idea.

Los dejé hablar en la sala mientras tenia la excusa de darme una ducha. Entre a mi habitación sin fijarme si la puerta cerraba o no, camine al baño y en el paso iba quitandome pieza por pieza. Saber que el hombre que me miraba masturbarme por la ventana desde hace tiempo estaba sentado en mi sala y que de paso era un papasote, tenía mi clitoris muy hinchado y pidiendo atención. Frente al espejo me quite el sostén mientras de la llave salía el agua caliente, necesitaba un baño helado.

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