( 18) SWEET CANDY y DARK SHANE - SEX HARD romance Capítulo 18

La cena estuvo deliciosa a decir verdad. Pero en mi mente no dejaban de rondar las palabras de Eder y estaba desesperada por tener la privacidad necesaria para hablar con él, y por qué engañarme, para meterme ese delicioso trozo que tiene entre mis piernas.

Luego de casi una botella de vino mamá se despidió entre tumbazos y se acostó en mi cama, ya después la acomodaría. La mirada felina de Eder hizo que tragara grueso y mordiera mi labio inferior. Mi vecino caminó hacía mí y con fuerza sujetó mi cintura, beso suavemente mi clavícula y envió pequeños besos por mi cuello hasta terminar en mi oreja donde mordisqueaba haciéndome arquear.

-Oye... Espera nerd- Lo alejé mientras mi corazón latía con fuerza y él me soltó divertido mientras caminaba con confianza hasta el sillón. Yo acomode las sillas del comedor rápidamente en un intento de calmarme, ¿Qué mierda me hacía este hombre?

-Sabía que querrías hablar de negocios antes- aseguró con superioridad mientras doblaba una pierna y colocaba sus brazos sobre el respaldo. Era un chico cómodo.

Caminé hasta pararme frente a el y me senté sobre la mesa. Era de vidrio blindado por encima pero todo lo demás era madera gruesa. Eder miraba la longitud de mis piernas y crucé para que admirara un poco más mis muslos.

-Cuéntame mas de KitPer- mi voz fue un susurro y el dejó de mirarme embelesado para hablar con seriedad.

-Mi empresa lleva cinco años en funcionamiento. Manejamos una discreta clientela debido al nivel de seguridad que llevamos. Un equipo de ingenieros de todas partes del mundo además de un grupo completo de entrenador personal, coach sexual, maquillador, estilista, por no hablar de cámaras de alta calidad y computad---

-Nene, moriste con lo de las computadoras- Expresé frustrada. Mi vecino se carcajeo divertido.

-Claro. El asunto está en que si aceptas ser modelo web y trabajar para mi tendrás un jugoso contrato de seis cifras más un porcentaje de ganancias mensual del 40%.

-¿Y que tengo que hacer?- mi voz estaba llena de curiosidad. Él encogió sus hombros.

-Ser sexy, linda y cachonda. Tendrás un público mirándote y regalando dinero por verte hacer cosas ardientes. En esto solo entran los más adinerados, el lado bueno es que tendrás altas recompensas. Lo malo sería, si tu lo quieres ver como algo malo, el hecho de que debes ser muy atrevida, aunque ya sé que lo eres- me miraba sonriendo con complicidad y yo guiñé el ojo y sonreí coqueta.

-Eder, estoy por empezar la universidad y no tengo tiempo para ocupar en...

-Ocupar en qué, Verónica? - Era la primera vez que se dirigía a mi con mi nombre. Y me encantaba- De tocarte? Consolarte? Introducirte juguetes? Ya lo haces. Por que no tener una ganancia económica de lo que te gusta? Un grupo de desconocidos mirándote por una pantalla, diciéndote lo que debes hacer para ellos y para tu propio placer, créeme que no hay nada más excitante. No tienes que estar siempre sola, puedes invitar amigos o parejas, solo tiene que ser bajo su consentimiento para no tener problemas legales. Sé que estudiarás y te hará falta una entrada cómoda de dinero sin esforzarte de más y no me molestaría preparar un horario que te beneficie y te permita cumplir con tus actividades- Acariciaba mi pantorrilla con la punta de sus dedos mientras yo miraba su sexy boca moverse mientras hablaba. Su mano subió hasta mi muslo y siguió tocándome cuando habló -Eres una chica traviesa ¿Qué tiene eso de malo? Te gusta que te admiren, lo he visto en los shows de la ventana, así que ¿Qué más da?

La mano siguió su curso en ascenso mientras yo pensaba en mi respuesta, tenía mucho que ganar y poco que perder, cuando tocó el borde de mi tanga ya estaba lista. Me acomodé bajando la pierna y el me miró por mi movimiento abrupto. Le sonreí ampliamente y asentí.

-Esta bien.

-¿Aceptas? -Su sonrisa era deslumbrante y lo miré con descaro. Abrí mis piernas tomándolo por sorpresa mientras me recostaba sobre mis codos y lo miraba a los ojos.

-Sí, jefe.

Él miraba mi vagina apenas cubierta por ese trocito de tela que ya estaba transparente por culpa de mis jugos. Se saboreó y eso me hizo mojar más, mis excitados pezones se marcaban sobre el vestido y el no dudó ni un segundo en acercarse a mi como una fiera al acecho. Sujetó la parte de atrás de mi cuello y me beso los labios con fuerza, robándome un gemido de sorpresa. Su mano derecha pellizco mi pezón y gemí contra su boca, lo que debió de haberlo alentado a seguir ya que hizo lo mismo con el otro pecho, sin perder mucho tiempo sus labios ocuparon el lugar de sus manos y mordían, lamían y chupaban con demasiada experiencia. Su cabello lo tenía entre mis puños y aprovechaba cualquier oportunidad para gemir en su oreja. Me tumbé sobre la mesa sin importar su resistencia y él bajó mi vestido hasta que mis senos quedaron expuestos para su vista.

-Son más bellos aún de cerca- Su tono ronco sobre mis pezones hacía que los susodichos se irguieran hasta el punto de doler y mis gritos eran de dolor y placer. Su boca besaba mis costillas, luego mi vientre, aún cuando su manos seguían en lo que antes estaban, bajó por completo lo que quedaba sobre mi del vestido y quedé casi desnuda y rendida para él. Se alejó y verlo acelerado, con la camisa arrugada y los ojos desorbitados me daba mucha excitación. Abrí mis piernas más para él y se mordió los labios.

-Eres una perrita muy sucia no?- Asentí para él y toque mi intimidad sobre la tela mojada soltando un gemido involuntario. Eder seguía cada movimiento y de un segundo a otro apartó mi mano para, en su lugar, chocar su aliento contra mi húmeda tela. Aspiró y la sensación contra mi femineidad me hizo suspirar.

-Hueles tan bien, preciosa. Dios y debes de saber genial.- Paso el dedo índice sobre la tela y apretó levemente y yo levante mis caderas para que siguiera. Su suave risa me hizo abrir los ojos y ver lo obsceno en su mirada. Aprovechó mi arco para bajar la tanga por completo y exponer mi cuerpo desnudo ante él, sin tomar en cuenta que mi madre dormía volcada a unos escasos metros de distancia. Abrí aun más mis piernas para mi sexy vecino y no dudó en posar su boca sobre mi vagina. Empezó pasando la lengua por mi raja, estaba muy húmeda, lo sabía.

-Mmmmm...- Era lo que salía de su boca y la mía la cubrí con mi mano abierta porque sino mis gritos despertarán a todos.

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