( 18) SWEET CANDY y DARK SHANE - SEX HARD romance Capítulo 24

Eder francamente podía tirarse de un barranco si bien le parecía, me ofendía en cantidad industrial el hecho de que exigiera de mi parte una exclusividad que no me brindaba, quiero decir, amo tener sexo, ¿ahora por qué me detendría por él, cuando seguro estaba que ya debía de haberle dado por todos lados a aquella flacucha?

El chófer me dejo en los apartamentos y corrí a mi cueva. Estaba decidida en probar mi teoría sobre los clavos, al menos si no sacaba a Eder de mí, Adrien bien podría meterse y salirse por sí mismo las veces que quisiera.

Nuestra charla siguió toda la noche, aunque siempre lanzábamos comentarios con doble sentido y uno que otro emoji pervertido, hablamos de todo un poco y resultaba cada vez más interesante el hombre.

Su papá era francés y su madre local, jugaba baloncesto pero su carrera era la de Relaciones Internacionales. Hablaba cuatro idiomas -francés, inglés, español y alemán-, y de un momento a otro, las fotos calientes aparecieron en la conversación.

Amaba fotografiarme, y sé que no les sorprende, conociendo mi egocentrismo, al parecer le gustaron mis regalos ya que los que recibí de su parte fueron muy gratificantes y wow, estaba empezando a tener una gran baja de chocolate en mi cuerpo.

.

.

.

Mi primera transmisión se llevaría a cabo en día sábado, un día de gran fluidez debido a la alta cantidad de visitantes que se encontraban online. Mi preparación llevo una hora y media y agradecía al eficiente grupo que se había dispuesto ante mí, ya que sin los cinco pares de manos que me mimaban, hubiese tardado unas cuantas horas más. Mi cabello brillaba en ligeras ondas que le daban volumen, el maquillaje era delicado e ideal para la cámara, la manicura combinaba con la pedicura en un color blanco y pulcro que lucía muy elegante y mi atuendo... esa era mi parte favorita de todo: cuerdas negras atravesaban mi busto y mi espalda, haciendo de todo un body que se ajustaba a mis curvas, con pequeños trozos de tela un poco transparente que cubrían con dificultad mis pezones y mi vagina, en trasero expuesto en la fina tanga del traje y los tacones negros altísimos alzaban increíblemente bien mi trasero, para finalizar con mi look arrasador, una bata de seda color rojo -y que hacía juego con mis labios del mismo todo- bastaban para que luciera despampanante. No podía creer lo bien que lucía.

La chica de las uñas, Izbel, me hizo saber que la mayoría de Stars comparten camerino y que se le hacía extraño que el jefe haya decidido que yo sería la excepción. Pero claro, ella no entendía la rara y enfermiza obsesión de ese hombre. ¡Que cómico que, gracias a él, miles de persones me verían a través de sus pantallas! Al menos, pensando un poco como ese idiota, no me tocarían.

Dos toques fuertes en la puerta me hicieron girar. Me levanté con cuidado de la silla, y luego de balancearme bien en mis altos zapatos, fui a ver quién era, sólo era cuestión de tiempo que alguien viniese por mi y me llevara a mi set.

Pero como todo no podía ser perfecto, Eder era quién tocaba.

-Sorpresa, sorpresa- murmuré refunfuñando y poniendo mis ojos en blanco, no respondió y me aparté para que entrara. Seguía mudo, al parecer la impresión de verme tan sexy le puso en coma la lengua. Me parecía excelente, sin hablar se veía menos idiota.

Usaba un traje color negro que se ajustaba a su cuerpo, una camisa gris plomo y los dos primeros botones abiertos, dándole un hermoso aspecto. Su cabello despeinado y el reloj de oro en su muñeca izquierda resaltaban lo amarillento de sus ojos y aquella mirada felina comenzaba a ponerme nerviosa.

Crucé mis brazos sobre el pecho y al parecer fue un error, ya que ahora miraba mis tetas apretujadas por mi misma, con una sonrisa irónica de medio lado le hablé con molestia

-¿Ya terminaste de inspeccionarme? ¿O también quieres admirar lo bien depilada que quedé?

Su mirada pasó de lujuria a burla en cuestión de segundos.

-Te aseguro que eso lo admiraré más tarde, bebé, no me preocupo por eso.

-Claro jefe, sólo por el contrato, no por mi placer, recuérdelo- le guiñé un ojo, pero aún así mi tono era rudo, el suspiró derrotado y me sorprendió su silencio mientras caminaba y se sentaba frente al espejo, donde yo antes estaba. Se revolvió el cabello con una mano y dejo caer su cabeza hacía atrás cerrando los ojos con fuerza. Me dio lastima verlo así y a pesar de mi rabia, no podía dejar de preocuparme ver al siempre rudo y misterioso, callado y acongojado.

-¿Qué paso? ¿La modelito no te dio lo tuyo anoche? - Me paré delante de él y al escucharme me miró con el ceño fruncido. Pensé en apartarme pero justo antes de hacerlo, me sujetó con fuerza de la cintura, acercándome a su cuerpo, dejando mis senos a la altura de sus labios y mis rodillas alrededor de sus piernas. Deseaba alejarme, pero no hice el intento. Al parecer mi cuerpo me traicionaba en su presencia.

-Me preocupa más el hecho de que tú no me hayas dado lo mío- habló serio pero con los ojos en mis senos. Deposito un casto beso sobre cada uno de ellos y luego de quitar una mano de mi cintura, agarró mi rostro para que lo mirara- Es una jodida mierda no sacarte de mi mente ni siquiera recibiendo mamadas de otra. Odio pensar en que no estás conmigo por el simple hecho de estar con otro, y me fastidia el hecho de no saber de ti.

-Si no lo haces es porque no quieres. Además, si estuviese con otro no me importaría, te recuerdo que no creo en el amor uno a uno, sino más bien uno a mil- hablé con sorna, me dolió lo que el maldito dijo de las mamadas- Y si no haz estado conmigo es por el simple hecho de que otra te esta satisfaciendo en la misma oficina donde yo debería de hacerlo, según las clausulas, jefe.

En vez de soltarme -como pretendía que lo hiciera- me sorprendió con una nalgada muy fuerte que de seguro quedaría marcada por horas en mi delicada piel. Me miró fijamente viendo mi mueca de dolor y decidí no quejarme en voz alta para subirle más el ego a ese pervertido.

-Te lo juro por lo más sagrado que si no fuese porque tengo que cogérmela, ni siquiera le daría la hora. Pero esa situación la estoy resolviendo, así que no te cierres a mi. Sabes que soy cómo tú, me da pánico atarme a alguien, pero esta locura que siento en mi cada vez que te veo, que te pienso, que te recuerdo... me supera. Vero, no estés mal conmigo, déjame explicarte mi situación y cuando lo sepas todo me entenderás, pero por favor, dame la oportunidad-suplicó.

-Nada es obligado en esta vida, Eder- mi voz era monótona, aún así todo lo que dijo que afecto, y ese cambio se debió de notar en mi cuerpo, ya que cuando la tensión bajó de mis hombros, las manos que sujetaban mi cuerpo en distintos lugares, empezaron a acariciarme suavemente y yo, como tonta sierva, me dejé llevar- Sin embargo, no soy tan terca como para no darte la oportunidad de defenderte. Aún así nuestros puntos están claros y se mantienen de la misma manera. Pero sí, escucharé lo que tienes para decir- lo miraba a los ojos para que sintiera mi seriedad y una deslumbrante sonrisa en su rostro me hizo corresponderle con una igual de tonta.

-Gracias, caramelito, cuando termines tu transmisión hablaremos como Dios manda- mi piel se erizó, ¿cómo sería eso?- Por ahora, vamos. Te quedan veinte minutos.

.

.

.

-Es... hermoso.

Estaba deslumbrada, no imaginé que el lugar luciría de esa forma. Paredes color vino y un dorado candelabro de antaño, cama de dosel con tul negro recogido en cada vara de metal negro, una enorme cama cubierta con una sábana de seda color blanco y llena de almohadones de distintos tonos -rojo, vino, fucsia, negro y blanco- me dieron la bienvenida. Eso y el peculiar equipo de cámaras y pantallas que ya se me hacía familiar. En mi entrenamiento aprendí cómo funciona la web.

-Me alegra que te guste princesa- ese apodo era nuevo y volteé a ver su rostro pero caminó apresurado delante de mí hasta la mesita de noche que estaba junto a la cama- Ven a ver.

Caminé hasta ahí y el sacó una funda de color fucsia, me dio curiosidad y cuando la tendió sobre la cama lo entendí. Como si de joyería exhibida se tratara, la funda contenía 3 vibradores distintos: uno manual, típico, de gran tamaño y grosor y con los colores del arco iris. El otro era XL, de tono morado y con formas a su alrededor para mayor placer. El tercero era con baterías, de color verde fosforescente y se movía en tres velocidades distintas. Además estaba un vibrador para clítoris color rosa, un frasco de chocolate para untar, pinzas vibratorias para los pezones, un látigo suave de color negro con muchas tiras y un frasco de lubricante, y tres modelos distintos de juguetes para preparar el ano. Una extensa presentación para que mis fans decidieran qué querían verme hacer y me dieran diversas ideas.

Eder se sentó junto a mi en la cama cuando me ubiqué en el centro de esta de rodillas, con mis tacones a la vista y una postura un tanto sugestiva. Estaba nerviosa, no lo niego, y el me miró con ternura acomodando un mechón de cabello de mi rostro.

-Tranquila, lo harás bien. Al principio te pondrás nerviosa pero no dejes que eso te domine. Cuando menos lo esperes, te sentirás en confianza- yo asentí, no quería hablar. Él aprovecho mi silencio para depositar un beso en mi boca y apartarse con mi labial rojo en la suya, eso me hizo reír tontamente y estúpidamente agarré valentía de algún lugar para lo que venía.

-¿Lista? 10 segundos. - Suspiré con fuerza y miré la pantalla con los números en retroceso. En algún momento salió de la habitación y, cuando la lámpara en la pared marcó un rojo ON, supe que estaba al aire.

-Hola chicos, soy Sweet Candy y me encantará divertirme con ustedes- dije con un tono seductor a la nada, pero sabía que estaban escuchándome, ya que la pantalla empezó a marcar mensajes de varios colores, dando a entender la cantidad de seguidores que estaban espiando a la novata.

matador44: "Que bella eres"

adinerad0: "Que será capaz de hacer..."

rikoniko: "Esa boquita... mmm... deliciosa!"

louis69: "Esta pagina no decepciona"

Y mientras los piropos seguían yo agradecía con sonrisas y risitas tontas que al parecer agradaban ya que, sin quitarme una sola pieza, mi bolsito con el signo de dolar en la pantalla iba sumando números. Así que decidí poner orgulloso a Eder y controlar la situación.

-Muy bien, chicos, ¿que desean que haga?- Di un suave mordisco a mis labios y los mensajes llegaban, así como las monedas se sumaban de a poco.

sadomen: "Quítate la ropa"

felina: "Tócate"

sugardaddy62"A ver esas hermosas tetas"

louis69:"Muestra el culo"

Pero si ellos pensaban que, por ser nueva, jugarían conmigo, se equivocaban. Agradecía las ligeras clases que tuve observando a otros Stars.

-Ok, ¿cuanto ofrecen por la ropa fuera?- Sonreí ampliamente a la cámara y acaricié mis senos sobre la ropa con sutileza, enloqueciendo ligeramente.

amanda33: "50$"

hothindu: "10 rupías"

rikoniko: "80 verdes nena, muestra!"

sugardaddy: "100 dolares, yaa!"

Y luego de ese mensaje con la cifra que quería leer, empecé a quitar con ritmo mi bata, batí mi cabello cuando la seda cayó de mis hombros formando un bulto rojo en la blanca sábana.

-Mmm...- ronroneé mientras manoseaba mis senos sobre la tela del body.

sadomen: "Pechos fuera"

louis69: "Sí, nena, quiero ver esos pezones"

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ( 18) SWEET CANDY y DARK SHANE - SEX HARD