( 18) SWEET CANDY y DARK SHANE - SEX HARD romance Capítulo 29

La noche iba excelente, la cena fue deliciosa y la compañía impresionante, conocí a media docena, tal vez más, de colegas, y francamente todos me agradaron.

Era genial tener con quién compartir este aspecto de mi vida y no vi con gravedad la falta de amistad en mi vida hasta que descubrí a esta gente.

El presentador hizo aparición de nuevo y gracias a África me di cuenta que la premiación a los TOP's por fin se realizaría.

Mi hermoso e idiota jefe estaba sentado con otros tipos tan serios cómo él, con la única diferencia indignante de que ese pedazo de hueso adornado de ropa cara, estaba sentada sobre su regazo y guindada de su cuello. De verdad la odiaba.

Los tragos de whisky habían apagado un poco mi conciencia así que mi lado juguetón estaba floreciendo y cuando Lagerta- sí, ella es la monja sucia- se sentó a mi lado y me acompañó a tomar, fue cuando realmente quise ponerme a jugar.

—Ahora, damas y caballeros, un fuerte aplauso para recibir a nuestros modelos TOP del mes, no sin antes escuchar las motivadoras palabras de nuestro apreciado señor Shane.

La multitud se elevó, especialmente el lado femenino, mi sonrisa de medio lado se hizo presente, mi loco nerd era una sensación entre las mujeres.

—Bueno, señores— su voz seria y gruesa se sintió retumbar y mi panty empezó a humedecer sin poder pararlo— Los personajes TOP que ocupan este mes han demostrado que con persistencia, esfuerzo y buena energía se llega lejos. En especial una de estas chicas, de la cual muchos han escuchado hablar o tal vez la han visto. Esta mujer es persistente y llamativa en todas las formas y su lugar aquí es merecido con creces, aún siendo una novata. Para ella y para todos los demás, felicidades, esta noche es suya, disfrutenla.

Los aplausos se hicieron presente y las sonrisas de mis compañeros en la mesa me hicieron levantar mariposas en el estomágo, incluso quería vomitar de los nervios, me calmé como pude demostrando unas pequeñas sonrisas que no se comparaban siquiera a la felicidad que mi interior contenía.

—En primer lugar, Giselle Miss. Segundo lugar, Lolly.— la chica en la mesa se puso de pie y camino al escenario junto con otra morena que no conocía— Tercer lugar es para Pinky y Rey— los recordé por los chupetones en los dedos de los pies y me revolví en mi asiento— Cuarto lugar, Chicos Oreo— un grito se elevó y los tres exóticos cuerpos caminaron caminados de la mano siendo uno— Puesto quinto es para Lagerta— la mano femenina en mi hombro se retiró cuando ella caminó contoneandose hasta donde la esperaba el resto, era obvio que ella era aclamada— Sexto puesto para Channel y Ryan. Puesto siete es para Nicci, octavo puesto para Sweet Candy.— Me puse de pie entre los aplausos y caminé hasta el centro donde todos me miraban, incluso mi jefe y su "mujer"—Noveno puesto para Amanda y Cley y el décimo y último lugar es para Troyano.

Los demás se unieron a nosotros y en fila india siguiendo nuestros números, nos ubicamos. Todos aplaudían y se sentía la buena vibra sobre nosotros, sin embargo no pude disfrutar mi primer momento de gloria en la compañía ya que cierta flaquita no dejaba a mi hombre en paz.

JEFE, quise decir jefe, sí, así fue.

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—¿No te alegras de encontrar un trabajo donde lo único que haces es disfrutar? Yo antes de esto era abogada criminalista, estudié, me esforcé, pero nunca llegué a encajar. Mis compañeros decían que debía de dormir con los jueces para ganar mis juicios o cosas por el estilo.

Lagerta estaba un poco más suelta debido a que prácticamente entre las dos le dimos de baja a la botella de whisky. Incluso habíamos ordenado otra y en este momento estabamos volviendonos muy amigas. Por supuesto mis ganas de ver sus piercing y morderlos un poco no habían menguado sino todo lo contrario.

—Crecí en un lugar donde te crucificarían rezando a gritos si llegan a ver tu show— Las dos nos reímos muy alto y África llegaba sudado de bailar sentandose junto a nosotras, hace rato que Lolly y su compañero nos habían abandonado para menearse juntos—Ahí conocí a una mujer que.. Uff— suspiré dramáticamente— Ella me abrió los ojos. Y por cosas del destino, llegue aquí.

—Se ve que le interesas al jefe.— Intervinó África y mi corazón se aceleró estúpidamente.

—Y es obvio que él te interesa a ti.—Repusó Lagerta haciendo asentir al moreno a su lado, yo me reí cómo tonta.

—Bueno... No creo que sea así mas bien--

—Ay no, nena. En esto tenemos que ser completamente honestos, quiero decir, me viste metiendome un consolador por el culo, tenemos confianza— La risa de los tres incomodó a las dos mesas a nuestro lado y no nos importó ni un poco— Así que admitelo. Además, Nelly me contó que él no la dejó darte el tour y eso es un nivel alto de "Quítate, es mía" viniendo de él.

—¿Lo ha hecho con alguien más?— Quise detener mi pregunta pero el alcohol sacaba las palabras de mi boca.

—No que yo sepa. Llevo 3 años en esto y nunca había visto al señor Shane con nadie que no fuese Melissa.

Eso revolvió mi estomágo y tomé un gran trago que disimulé sirviendo una ronda a todos.

—Ella... No me da buena espina. Es muy perfecta o eso aparenta.

—Bien, no quiero hablar de esa imbécil, ni de ese estúpido. Vamos a bailar.

Me puse de pie y el mundo se me movió un poco pero estuvo bien, ellos se levantaron y de un momento a otro estabamos en la pista moviendo nuestros cuerpos entre la melodía y los cuerpos sudados que ahí estaban.

Las manos de Lagerta subían y bajaban por mi espalda, restregandose contra mí y yo contra ella, su pubis rebotaba contra mis nalgas y su aliento en mi cuello no dejaba de producirme sensaciones. África tomaba mi cintura por el frente haciendo lo mismo, sólo que su enorme pene se recostaba a mi vagina en un ritmo pegajoso que no pudo más que causar una reacción biológica en él, así que sí, tenía una erección.

—Eres mía, di la mierda que te de la gana, vocifera lo que desees, insultame a toda maldita hora, si quieres golpeame, eso no hará que deje de sentirte cómo mía, y no sabes nada de mis malditos sentimientos, Verónica Tocker, así que sácate la mierda del cerebro y deja de decir que no te quiero.

El olor añejo a ron de su aliento chocaba con mi respiración acelerada, sus ojos amarillos se veían como un pozo lleno de peligros y deseaba hundirme en él, ¡Malditos sentimientos!

—Si me ves con ella toda la maldita noche— prosiguió debido a mi silencio— Es porque se supone que soy su maldito novio, no dejes que el alcohol te nuble, pequeña idiota— mi ceño se frunció y el soltó una suave carcajada aligerando el ambiente en un segundo— Por dios, te ves tan hermosa... Te juro que quiero arrancarte el maldito vestido que usas y cogerte contra esta escultura. Me encanta tu cuerpo y lo sabes, pero más que encanta tu ser, tu maldita esencia de chica psicópata es lo que me tiene loco, y si yo no entiendo mi puta cabeza, ¿En serio pretendes hacerlo tú?— Acarició mi rostro y sin pensar cerré mis ojos al sentir su tacto—Eres única, mi Sweet Candy y ni diez malditas modelos más podrán hacerme sentir nunca el desastre que me nubla cuando estás cerca.

—Aún así— mi voz fue un susurro— Tú no me perteneces.

Me alejé antes de que siguiera confundiendome y cerró los ojos respirando profundo.

—Sigamos con el plan, Eder, pero mientras tanto, no me vuelvas a robar mi diversión, porque te arrepentirás de eso. No sabes lo maldita que puedo llegar a ser.

Me di la vuelta y salí de ahí acomodando mi cabello por si algún pelo se había escapado y aprovechando una rápida visita al baño para acomodar mi maquillaje un poco corrido. Seguía espectacular así que volví al ruedo.

África se meneaba con una pelirroja, no usaba saco y la corbata colgaba del bolsillo trasero de su pantalón, Lolly se besaba a gusto con su grandote en una esquina cómo quinceañeros, todos estaban muy emocionados e imagine que aparte del alcohol algunos caramelos estaban en el menú, así que cuando vi a Lagerta hacer twerking sobre la mesa en la que estabamos antes, no aguanté la carcajada, cuando me invitó a subir con ella, me quité los tacones y lo hice.

Teníamos un pequeño público, todos bailaban y se divertían cómo nunca, pensar que este desastre era mensual era emocionante, con el ritmo de trabajo que manejo y la universidad como extra, no tenía tiempo para divertirme.

Mi querida amiga monja porno rozaba sus senos con los míos mientras bailabamos una electronica con partes lentas y sexys, estabamos ambas sudadas y sus manos fueron a mi cabello soltandolo del moño en el que estaba, yo sacudí mi cabello y los rizos suaves tomaron su curso, ella sonrío en mi dirección y me tendió la botella que estaba a sus pies, no sin trastabillar un poco, pero era una chica fuerte.

Se dio la vuelta rozando su culo con mi pelvis y la acaricié sobre la ropa, las piedras en sus pezones estaban sensibles al tacto y cuando seguí la curva hasta su monte de venus, se volteó disimuladamente pero no pude evitar burlarme, o era el mismo alcohol, ¿Yo que sé?

—Oh vamos, ya conozco tus piercing de vista, deja que me presente con ellos— Hablé en su oído y ella sonrío con malicia, tomando mi mano.

—Vamonos entonces.

Y bajamos, entre risas, de la mesa, con los tacones de un lado y una botella nueva del otro.

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