En lugar de bajar enseguida, Sofía se apoyó en la ventana para observar un poco. Necesitarían mucho tiempo de preparación para este banquete, por lo que no tenía sentido ir ahora. Pero antes, Sofía se hizo unas cuantas selfiesy las publicó en su Facebook.
Sonrió muy alegre para la foto, y sus trenzas parecían más bonitas que nunca. Al fin y al cabo, Sofía estaba en su mejor momento, así que no era necesario poner ningún filtro, ya que era guapa por naturaleza. Se quedó mirando la foto un momento antes de apagarla. La foto se publicó a pesar de que sabía que nadie la vería, ya que no tenía una lista de amigos. Todas las personas de su lista de amigos eran los Cibeles, aunque se preguntaba si le habían quitado la amistad.
Siguió observando hasta que se hizo de noche y el ruido aumentó. Ahora, se estiró por completo y salió a su ritmo.
El banquete había comenzado cuando ella llegó. Incluso había un escenario que la dirección había montado para sus clientes. Ya había gente bailando en el escenario, mientras todos los demás animaban. Las mesas estaban colocadas alrededor del lugar, adornadas con aperitivos y vino. Sofía dio una vuelta para ver si había un sitio para ella, pero todos estaban llenos. Sin embargo, no tenía prisa, así que Sofía se paseó.
Cuando el personal se fijó en ella, se acercó y le dijo:
-¿Está sola, señorita? Aquí hay un asiento para usted. —Señaló una mesa.
Era raro ver una mesa con sólo cuatro personas, y todas ellas eran mujeres. Sofía asintió.
—Gracias. —Luego fue a sentarse. Las mujeres tal vez estaban en un círculo social cerrado, así que sólo miraron a Sofía antes de reanudar su conversación. Aun así, Sofía permaneció imperturbable mientras se servía una copa de vino y se recostaba para disfrutar.
Sin embargo, un hombre se acercó a ella no mucho después de que se sentara.
-Buenas noches. ¿Le importa si me siento aquí? —levaba una copa de vino en la mano.
Sofía miró a su alrededor. Como las demás mujeres estaban apiñadas, había espacio a su alrededor.
—No me importa. —Arqueó una ceja.
Se sentó a su lado y miró el escenario antes de charlar con ella.
—¿Esta aquí sola? No la veo hablando con nadie.
Sofía levantó su vaso.
—Bebamos.
El hombre se detuvo un momento antes de brindar por ella. Cuando terminaron el vino, volvió a llenar la copa de Sofía.
—¿Qué edad tiene ahora? Parece recién graduada, ¿vino por sus vacaciones de graduación?
Sofía levantó una ceja.
—¿Le parezco una estudiante? —Sus hoyuelos aparecieron al sonreír, y eso atrajo al hombre, que se quedó mirándola un rato.
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